16/02/2016, 16:16
Los días se hacían largos y desgastantes. Cada zona era igual a otra que ya había cruzado con anterioridad, cada espacio era una copia idéntica de otro por el cual ya había pasado. Se limitó a pensar que caminar en círculos no aplicaba en su caso, ya que sentía que solo se movía en figuras retorcidas y confusas. El frondoso dosel hacía difícil el orientarse utilizando el sol y el permanente verde circundante comenzaba a ser perturbador.
—Creo que estoy perdido —admitió ya demasiado tarde, ya cuando llevaba dos días vagando por El paraje del bambú—. Sería genial tener una brújula o que Momo estuviera aquí, su olfato podría guiarme. —Luego del altercado en la zona fronteriza se vio despojado de su caballo, por lo que el camino de vuelta a su país tendría que ser a pie.
Al principio creyó que sería sencillo; solo caminar hacia el sur hasta llegar al país de la espiral. Pero en su camino se encontró con un impresionante bosque. Había un camino que señalaba la dirección para rodearlo, pero la belleza natural de aquel paraje le hizo adentrarse en el mismo. Fue tarde cuando se dio cuenta de que estaba desorientado. Decidió acampar y esperar la mañana siguiente para seguir el rastro del sol matutino, pero aquella frondosidad parecía querer negarle esa oportunidad.
—Esto será más difícil de lo que pensé —aún mantenía su habitual calma, pero la situación estaba lejos de gustarle—. Esto de perderme apesta… Digo el ambiente es muy agradable y los brotes de bambú no están tan mal como alimento, pero tengo que regresar a casa.
Se encontraba en la parte donde la vegetación era más densa, provocando que el lugar se comportara como una gran jaula natural. La parte alta era tan tupida que ocultaba, parcialmente, el sol durante el día y las estrellas durante la noche.
—Un lugar ideal para un ermitaño que no quiere ser encontrado —admitió luego de volver a caminar por unas horas—. Todo un inconveniente para un extranjero que solo quiere cruzar el bosque e irse.
Aquel día había caminado mucho y como en todos los anteriores no obtuvo resultados. Definitivamente se encontraba preocupado por su situación, pues aunque sabía que el riesgo de morir era poco, quedarse viviendo allí no era una opción. Aunque en retrospectiva, vivir en un lugar solitario y pacífico era mejor que tener que sobrevivir en las calles.
—Creo que estoy perdido —admitió ya demasiado tarde, ya cuando llevaba dos días vagando por El paraje del bambú—. Sería genial tener una brújula o que Momo estuviera aquí, su olfato podría guiarme. —Luego del altercado en la zona fronteriza se vio despojado de su caballo, por lo que el camino de vuelta a su país tendría que ser a pie.
Al principio creyó que sería sencillo; solo caminar hacia el sur hasta llegar al país de la espiral. Pero en su camino se encontró con un impresionante bosque. Había un camino que señalaba la dirección para rodearlo, pero la belleza natural de aquel paraje le hizo adentrarse en el mismo. Fue tarde cuando se dio cuenta de que estaba desorientado. Decidió acampar y esperar la mañana siguiente para seguir el rastro del sol matutino, pero aquella frondosidad parecía querer negarle esa oportunidad.
—Esto será más difícil de lo que pensé —aún mantenía su habitual calma, pero la situación estaba lejos de gustarle—. Esto de perderme apesta… Digo el ambiente es muy agradable y los brotes de bambú no están tan mal como alimento, pero tengo que regresar a casa.
Se encontraba en la parte donde la vegetación era más densa, provocando que el lugar se comportara como una gran jaula natural. La parte alta era tan tupida que ocultaba, parcialmente, el sol durante el día y las estrellas durante la noche.
—Un lugar ideal para un ermitaño que no quiere ser encontrado —admitió luego de volver a caminar por unas horas—. Todo un inconveniente para un extranjero que solo quiere cruzar el bosque e irse.
Aquel día había caminado mucho y como en todos los anteriores no obtuvo resultados. Definitivamente se encontraba preocupado por su situación, pues aunque sabía que el riesgo de morir era poco, quedarse viviendo allí no era una opción. Aunque en retrospectiva, vivir en un lugar solitario y pacífico era mejor que tener que sobrevivir en las calles.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)