22/12/2022, 14:18
Caminarían un buen rato hasta que Yuri se pararía en una enorme casa a las afueras de la villa, bastante lejos del centro. La casa no era nada como las que habían visto esa mañana, era mucho más grande y con un extenso jardín delante. Sería entonces cuando la peliblanca se voltearía y se pararía un segundo al ver a Yuu, sorprendida.
— Pues aquí estamos. Pasa. — le dijo mientras abría la verja exterior que daba a un camino de adoquines que llevaba a la casa pasando por el jardín.
Si pasaba, podría ver que a diferencia de los setos perfectamente podados que rodeaban el exterior de la casa, el interior estaba lleno de zonas con hermosas flores y arboles frutales que daban sombras que te suplicaban hacer un picnic en ellas. Yuri pasaría de largo directa a la puerta principal de la casa.
La abriría y de nuevo esperaría a que Yuu pasase primero. La primera habitación era un recibidor que era más grande que el salón de la señora de los gatos. De ese recibidor salían unas escaleras hacia arriba a la izquierda, una puerta enfrente y otra puerta a la derecha.
— Pues aquí estamos. Pasa. — le dijo mientras abría la verja exterior que daba a un camino de adoquines que llevaba a la casa pasando por el jardín.
Si pasaba, podría ver que a diferencia de los setos perfectamente podados que rodeaban el exterior de la casa, el interior estaba lleno de zonas con hermosas flores y arboles frutales que daban sombras que te suplicaban hacer un picnic en ellas. Yuri pasaría de largo directa a la puerta principal de la casa.
La abriría y de nuevo esperaría a que Yuu pasase primero. La primera habitación era un recibidor que era más grande que el salón de la señora de los gatos. De ese recibidor salían unas escaleras hacia arriba a la izquierda, una puerta enfrente y otra puerta a la derecha.