16/01/2023, 09:40
En un principio, al escuchar el ruido de la puerta, parecía que por dentro hubo un pequeño silencio. Como si lo que acababa de pasar fuera algo incómodo o como si los que estaban adentro estuvieran ocultando algo.
Unos segundos más tarde, Sayori podría notar como la puerta se fue abriendo de par en par. Hacía un ruido de cagarse, parecía que no le habían echado aceite a esa puerta desde que abrió el bar.
Cuando se terminó de abrir, un chico de unos veintitantos miraba por encima de la altura de la ninja. El muchacho era entre mediano y alto, muy flacucho, pálido, de cabello negro y largo, y en su vestimenta holgada predominaba el negro.
—¿Mido-? — Cuando estuvo a punto de asomar su cabeza y ver hacia los costados, buscando una cara conocida, se dio cuenta que delante suyo había una persona. Una kunoichi específicamente. —¿Y tu quien eres?
A diferencia de otros civiles, parecía que no se había sorprendido tanto como solían hacerlo. De hecho, parecía más molesto por no encontrar a la persona que esperaba antes que ella.
—Oh. — Nuevamente el muchacho desvió la mirada hacia atrás de la chica. —Ahí estás.
Recién cuando estaba a unos cuantos pasos cerca suyo, fue cuando la Yuki se dio cuenta de otra presencia cerca.
—Tuve un pequeño percance. — Sonó una voz femenina que estaba casi a la espalda de la chica.
Unos segundos más tarde, Sayori podría notar como la puerta se fue abriendo de par en par. Hacía un ruido de cagarse, parecía que no le habían echado aceite a esa puerta desde que abrió el bar.
Cuando se terminó de abrir, un chico de unos veintitantos miraba por encima de la altura de la ninja. El muchacho era entre mediano y alto, muy flacucho, pálido, de cabello negro y largo, y en su vestimenta holgada predominaba el negro.
—¿Mido-? — Cuando estuvo a punto de asomar su cabeza y ver hacia los costados, buscando una cara conocida, se dio cuenta que delante suyo había una persona. Una kunoichi específicamente. —¿Y tu quien eres?
A diferencia de otros civiles, parecía que no se había sorprendido tanto como solían hacerlo. De hecho, parecía más molesto por no encontrar a la persona que esperaba antes que ella.
—Oh. — Nuevamente el muchacho desvió la mirada hacia atrás de la chica. —Ahí estás.
Recién cuando estaba a unos cuantos pasos cerca suyo, fue cuando la Yuki se dio cuenta de otra presencia cerca.
—Tuve un pequeño percance. — Sonó una voz femenina que estaba casi a la espalda de la chica.