16/02/2016, 21:24
(Última modificación: 16/02/2016, 21:46 por Uzumaki Eri.)
''Vaya... Me ha visto...'' Era obvio que el Uchiha había visto los movimientos de la pequeña kunoichi, ¡estaba allí! ¿No? Negó varias veces con la cabeza mientras ambos jóvenes genin se colocaban cada uno frente al otro. Nabi desactivó su dojutsu que lo caracterizaba y eso hizo a Sekkachi formar una siniestra sonrisa en sus labios.
-Bien, bien... Tal y como han luchado ambas muchachas, vosotros dos tenéis que mediros en un combate sólamente de taijutsu, nada de objetos, ni de armas, ni de técnicas oculares. Un combate justo en el que hablaréis con vuestro cuerpo - comenzó serio, luego se aclaró la garganta y adoptó su sonrisa y sus ojos semicerrados como anterioridad había mantenido. - ¿Está claro? Bien, jóvenes, dad un buen espectáculo, jo, jo, jo.
-¡Ánimo, Nabi-kun! - Hacía tanto tiempo que no le llamaba con ese sufijo que se sintió un tanto tonta, por eso se removió en su cojín, nerviosa, para ver como se desenvolvía el combate.
El anciano tomó de nuevo... ¿Qué podría tomar si no tenía nada a mano si ya no tenía el orbe de acero? Daba igual, tomó una sandalia de madera, de las que reposaban justo detrás de él y la lanzó al gong.
DONG
Tan pronto como su abuelo dio la orden, su nieto comenzó a correr hacia el rubio, tan rápido que incluso a Eri le costó mover la cabeza para no perderlo de vista. Sus movimientos eran incluso más definidos que los de Tsuki y eso le asustaba, nunca había visto a Nabi depender únicamente de su cuerpo... Tragó grueso y disipó esos pensamientos contaminados acerca de su mejor amigo, ¡era Nabi! ¡Aquel que siempre la rescataba de los malvados! Formó una sonrisa a la vez que Sekkachi realizaba la misma técnica que minutos antes había recibido su hermana, con más precisión: una patada alta, justo a su cabeza.
Eri se mordió el labio, fue como si su tiempo se hubiese detenido en aquel instante.
-Bien, bien... Tal y como han luchado ambas muchachas, vosotros dos tenéis que mediros en un combate sólamente de taijutsu, nada de objetos, ni de armas, ni de técnicas oculares. Un combate justo en el que hablaréis con vuestro cuerpo - comenzó serio, luego se aclaró la garganta y adoptó su sonrisa y sus ojos semicerrados como anterioridad había mantenido. - ¿Está claro? Bien, jóvenes, dad un buen espectáculo, jo, jo, jo.
-¡Ánimo, Nabi-kun! - Hacía tanto tiempo que no le llamaba con ese sufijo que se sintió un tanto tonta, por eso se removió en su cojín, nerviosa, para ver como se desenvolvía el combate.
El anciano tomó de nuevo... ¿Qué podría tomar si no tenía nada a mano si ya no tenía el orbe de acero? Daba igual, tomó una sandalia de madera, de las que reposaban justo detrás de él y la lanzó al gong.
DONG
Tan pronto como su abuelo dio la orden, su nieto comenzó a correr hacia el rubio, tan rápido que incluso a Eri le costó mover la cabeza para no perderlo de vista. Sus movimientos eran incluso más definidos que los de Tsuki y eso le asustaba, nunca había visto a Nabi depender únicamente de su cuerpo... Tragó grueso y disipó esos pensamientos contaminados acerca de su mejor amigo, ¡era Nabi! ¡Aquel que siempre la rescataba de los malvados! Formó una sonrisa a la vez que Sekkachi realizaba la misma técnica que minutos antes había recibido su hermana, con más precisión: una patada alta, justo a su cabeza.
Eri se mordió el labio, fue como si su tiempo se hubiese detenido en aquel instante.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)