26/01/2023, 11:36
Tras una timida sonrisa, la chica asintió frente a la pregunta del extraño. No tardó en revelar que su boca no se había movido para hablar, lo cuál era bien extraño a simple vista. Por otro lado, los movimientos propios de la respiración en el cuerpo eran apenas visibles, o ausentes. Al parecer esos pequeños grandes detalles apenas habían sido apreciables desde lejos, pero desde cerca era diferente. Y de pronto, pareció haber olvidado algo importante, la etiqueta. La kunoichi se presentó como Kaminari Kimi, y con ello realizó una bien ejecutada reverencia.
—Es cierto. No olvidemos los modales. Fallo mio también. Mi nombre es Ichikawa Arata. Todo un placer, señorita Kaminari.
Tras hablar, sin mover los labios de nuevo, Arata realizó una cortés reverencia. Era como la que había realizado la chica, pero mucho más brusca y aguda. Y de nuevo...
*Crick* *Crick* *Crock*
Un sonido parecido al de antes, aunque ligeramente diferente. El chico permaneció en esa posición entre incómoda y mortal para cualquier persona, pareciendo incapaz de volver a la anterior postura.
Kimi se ofreció a ayudar, preguntando antes un poco por los detalles. Quizás podía ayudar. Pero curiosamente, la posición de reverencia aguda del chico no volvía a deshacerse. De pronto, las vendas que tenía tras de sí el chico —Las que envolvían algo—, se movieron de manera súbita. En apenas un par de segundos, una mano se abrió paso entre las vendas, y poco después apareció una segunda mano.
—Un momento, por favor. —Inquirió el chico.
Pero su voz no venía ésta vez del chico, si no que venía desde dentro del bulto que poco a poco se deshacía. Apenas unos segundos después, del bulto habia asomado medio torso, un torso cuyos rasgos faciales y apariencia en general eran las del chico que se había presentado como Arata.
—Creo que se ha estropeado del todo... Pobre Momo. —Dijo Arata. El verdadero. —No tendrá usted por algún casual un destornillador de estrella de pequeño tamaño, ¿verdad?.
El titiritero terminó de salir del envoltorio, mostrandose por completo. Era toda una faena, pero tendría que arreglar por completo a Momo si deseaba continuar con sus experimentos.
—Es cierto. No olvidemos los modales. Fallo mio también. Mi nombre es Ichikawa Arata. Todo un placer, señorita Kaminari.
Tras hablar, sin mover los labios de nuevo, Arata realizó una cortés reverencia. Era como la que había realizado la chica, pero mucho más brusca y aguda. Y de nuevo...
*Crick* *Crick* *Crock*
Un sonido parecido al de antes, aunque ligeramente diferente. El chico permaneció en esa posición entre incómoda y mortal para cualquier persona, pareciendo incapaz de volver a la anterior postura.
Kimi se ofreció a ayudar, preguntando antes un poco por los detalles. Quizás podía ayudar. Pero curiosamente, la posición de reverencia aguda del chico no volvía a deshacerse. De pronto, las vendas que tenía tras de sí el chico —Las que envolvían algo—, se movieron de manera súbita. En apenas un par de segundos, una mano se abrió paso entre las vendas, y poco después apareció una segunda mano.
—Un momento, por favor. —Inquirió el chico.
Pero su voz no venía ésta vez del chico, si no que venía desde dentro del bulto que poco a poco se deshacía. Apenas unos segundos después, del bulto habia asomado medio torso, un torso cuyos rasgos faciales y apariencia en general eran las del chico que se había presentado como Arata.
—Creo que se ha estropeado del todo... Pobre Momo. —Dijo Arata. El verdadero. —No tendrá usted por algún casual un destornillador de estrella de pequeño tamaño, ¿verdad?.
El titiritero terminó de salir del envoltorio, mostrandose por completo. Era toda una faena, pero tendría que arreglar por completo a Momo si deseaba continuar con sus experimentos.