16/02/2016, 22:18
Y ahi estaba. Todo un shinobi hecho y derecho de vuelta a los estupidos combates de cuerpo a cuerpo solo con Taijutsu que hacian los niños de tres años en la academia. Un avance considerable en esos diez años. Bueno, él a los tres años no estaba en la academia, pero hostias sí que se estaba dando. Qué tiempos aquellos. Nabi siempre igual, pelea tras pelea. La mayoria de veces para defender a Eri, la minoria de las veces para que recuerden quien era el jefe. ¿Qué le habia pasado? Se habia hecho mayor. Sabia que eso pasaria algún dia.
-Bien, bien... Tal y como han luchado ambas muchachas, vosotros dos tenéis que mediros en un combate sólamente de taijutsu, nada de objetos, ni de armas, ni de técnicas oculares. Un combate justo en el que hablaréis con vuestro cuerpo - comenzó serio, luego se aclaró la garganta y adoptó su sonrisa y sus ojos semicerrados como anterioridad había mantenido. - ¿Está claro? Bien, jóvenes, dad un buen espectáculo, jo, jo, jo.
-¡Ánimo, Nabi-kun!
¿Qué se creia aquel viejo? ¿Que era imbecil? Ya habia desactivado el sharingan desde que habia levantado el culo del cojin, no lo necesitaba para lidiar con aquel muchacho. Ni para nadie, porque él era el mejor, con o sin sharingan. Al parecer las cosas con Eri habian llegado a un punto de inflexión, no estaban en su mejor ni en su peor momento y no sabia si eso era bueno o malo, cuando eran niños todo era tan sencillo, ir palla ir pacá, y ya. Ahora eran ninjas y ella mujer, todo era más confuso y delirante. Pero no pasa nada, él la protegeria igual, aunque ella le odiara, tal vez era por su sangre Uchiha, la condena eterna del odio.
En cualquier caso, tenia toda una vida para pensar esas cosas tan profundas. Ahora tenia al rival delante y la amada atras, no era momento de perderse en su subconsciente. Centró su mirada en el chico de apenas metro y poco que tenia delante, ¿eso era un shinobi? Bueno, tenia bandana y parecia bastante preparado para pelear.
El sonido del GONG, resonó por toda la estancia, los orbes color carbón del Uchiha no se desviaron ni un instante del muchacho, que como habia supuesto el rubio, se dirigia hacia él intentando usar el mismo ataque que su hermana. Habia supuesto que era algo que les habia enseñado el viejo, al fin y al cabo, eso era un dojo, y en un dojo se enseñan cosas y el movimiento más reseñable que habia usado la niña era el del principio del combate.
Bloqueó la patada sin desperdiciar un solo movimiento, con el brazo izquierdo bloqueó la pierna y la sujetó a esa altura, una altura más que considerable para el tamaño del niño. Le levantó más la pierna, todo lo que pudo con su fuerza. A continuación, tan rapido como pudo, le intentó propinar un puñetazo en el estomago, tanto si lo bloqueaba como si le daba de lleno, sin dejar de hacer fuerza con el puño, le daria un golpe con el talón de su pie derecho en la parte de atras de la rodilla de la unica pierna que tenia en el suelo. Justo entonces, le soltaria la pierna que tenia sujeta en el aire mientras la empujaba con el puño que aún no habia separado.
-Bien, bien... Tal y como han luchado ambas muchachas, vosotros dos tenéis que mediros en un combate sólamente de taijutsu, nada de objetos, ni de armas, ni de técnicas oculares. Un combate justo en el que hablaréis con vuestro cuerpo - comenzó serio, luego se aclaró la garganta y adoptó su sonrisa y sus ojos semicerrados como anterioridad había mantenido. - ¿Está claro? Bien, jóvenes, dad un buen espectáculo, jo, jo, jo.
-¡Ánimo, Nabi-kun!
¿Qué se creia aquel viejo? ¿Que era imbecil? Ya habia desactivado el sharingan desde que habia levantado el culo del cojin, no lo necesitaba para lidiar con aquel muchacho. Ni para nadie, porque él era el mejor, con o sin sharingan. Al parecer las cosas con Eri habian llegado a un punto de inflexión, no estaban en su mejor ni en su peor momento y no sabia si eso era bueno o malo, cuando eran niños todo era tan sencillo, ir palla ir pacá, y ya. Ahora eran ninjas y ella mujer, todo era más confuso y delirante. Pero no pasa nada, él la protegeria igual, aunque ella le odiara, tal vez era por su sangre Uchiha, la condena eterna del odio.
En cualquier caso, tenia toda una vida para pensar esas cosas tan profundas. Ahora tenia al rival delante y la amada atras, no era momento de perderse en su subconsciente. Centró su mirada en el chico de apenas metro y poco que tenia delante, ¿eso era un shinobi? Bueno, tenia bandana y parecia bastante preparado para pelear.
El sonido del GONG, resonó por toda la estancia, los orbes color carbón del Uchiha no se desviaron ni un instante del muchacho, que como habia supuesto el rubio, se dirigia hacia él intentando usar el mismo ataque que su hermana. Habia supuesto que era algo que les habia enseñado el viejo, al fin y al cabo, eso era un dojo, y en un dojo se enseñan cosas y el movimiento más reseñable que habia usado la niña era el del principio del combate.
Bloqueó la patada sin desperdiciar un solo movimiento, con el brazo izquierdo bloqueó la pierna y la sujetó a esa altura, una altura más que considerable para el tamaño del niño. Le levantó más la pierna, todo lo que pudo con su fuerza. A continuación, tan rapido como pudo, le intentó propinar un puñetazo en el estomago, tanto si lo bloqueaba como si le daba de lleno, sin dejar de hacer fuerza con el puño, le daria un golpe con el talón de su pie derecho en la parte de atras de la rodilla de la unica pierna que tenia en el suelo. Justo entonces, le soltaria la pierna que tenia sujeta en el aire mientras la empujaba con el puño que aún no habia separado.
—Nabi—
![[Imagen: 23uv4XH.gif]](https://i.imgur.com/23uv4XH.gif)