9/03/2023, 14:03
Ante un comentario como el de la Kaminari, el titiritero casi sonroja. Bueno, en realidad no casi, sonrojó como un Uzujin en plena fiesta del cerezo viendo que plantó un limonero por equivocación. Si, el chico no esperó un alago de tal calibre, al menos no por una persona que prácticamente acababa de conocer. Le pilló totalmente desprevenido.
Pero esa felicidad fue agridulce. No tardó en desaparecer cuando tropezaron con el tipo de estirada silueta. La verdad, quizás el tipo no era tan alto, pero en comparación con la escasa estatura del marionetista, el tipo casi parecía una torre. Eran como una efusiva e irónica parodia de Goliat-nobi y David-murai. Ya saben, los de la historia del ninja gigante al que un samurai derrota con una piedra.
Kimi apresuró a contestar al tipo que no le había manchado. Incluso en segunda instancia le aconsejó que debía irse a casa, sentenciando lo evidente: Había bebido demasiado.
—¿Os creeis mejor que yo? ¡Mierdecillas! —Vociferó en lo que daba un tosco empujón a la kunoichi.
—¡Eeeh! ¡Se está excediendo, señor! ¡Tranquilicese! —El titiritero trató de ponerse entre el largo y la chica, anteponiendo ambos brazos para abrir distancias entre ambos.
Pero las cosas a veces no salen como se piensa que van a salir. A veces vas al baño a mear, y terminas teniendo que sentarte para cagar.
El largilucho, ni corto ni perezoso, lanzó un formidable zurdazo sl titiritero. Directo sl pómulo izquierdo, win miramiento alguno. El golpe fue tan bueno, y rápido, que el titiritero no fue capaz de evitarlo, y terminó cayendo al suelo un poco torcido del dolor.
—¿¡Os creeis mejor que yo por tener una puta bandana!?
Pero esa felicidad fue agridulce. No tardó en desaparecer cuando tropezaron con el tipo de estirada silueta. La verdad, quizás el tipo no era tan alto, pero en comparación con la escasa estatura del marionetista, el tipo casi parecía una torre. Eran como una efusiva e irónica parodia de Goliat-nobi y David-murai. Ya saben, los de la historia del ninja gigante al que un samurai derrota con una piedra.
Kimi apresuró a contestar al tipo que no le había manchado. Incluso en segunda instancia le aconsejó que debía irse a casa, sentenciando lo evidente: Había bebido demasiado.
—¿Os creeis mejor que yo? ¡Mierdecillas! —Vociferó en lo que daba un tosco empujón a la kunoichi.
—¡Eeeh! ¡Se está excediendo, señor! ¡Tranquilicese! —El titiritero trató de ponerse entre el largo y la chica, anteponiendo ambos brazos para abrir distancias entre ambos.
Pero las cosas a veces no salen como se piensa que van a salir. A veces vas al baño a mear, y terminas teniendo que sentarte para cagar.
El largilucho, ni corto ni perezoso, lanzó un formidable zurdazo sl titiritero. Directo sl pómulo izquierdo, win miramiento alguno. El golpe fue tan bueno, y rápido, que el titiritero no fue capaz de evitarlo, y terminó cayendo al suelo un poco torcido del dolor.
—¿¡Os creeis mejor que yo por tener una puta bandana!?