9/03/2023, 14:48
Las palabras de Kimi, lejos de calmar al joven, parecieron alterarlo mucho más. El tipo empujó a la chica repentinamente, haciéndola retroceder un par de pasos al no estar preparada para defenderse. Antes de que pudiese hacerle nada más, Arata se interpuso entre ambos para hacer distancia, pero con eso se convirtió en su siguiente objetivo.
El borracho lanzó un potente izquierdazo directo a la cara de Arata, un fuerte puñetazo para el que, esta vez sí, Kimi estaba más preparada al ya haber visto la agresividad del hombre. Con una repentina explosión de velocidad, la Kaminari se colocó al lado del titiritero con un paso largo para intentar protegerlo desviando el golpe hacia dentro con la palma de la mano (Destreza 65). Si lo conseguía, no perdería el contacto con él y lo agarraría del codo con la otra mano, no para retenerlo, sino para evitar que se cayese por si acaso. Estaba cabreada, claro que lo estaba, pero debía mostrar serenidad y no hacerle daño a menos que fuese su última opción, o pondría en vergüenza a su familia y sus principios.
— Este es su segundo aviso. No sé qué le ha pasado, caballero, pero no vale la pena meterse en problemas. —Le advertiría con tono serio—. Vuelva a casa y descanse.
Estando en contacto, El joven podría ver como el ojo derecho de la chica brillaba con fuerza en rojo y podría sentir como la sangre bombeaba con un ritmo y una fuerza muy elevada a sus manos.
El borracho lanzó un potente izquierdazo directo a la cara de Arata, un fuerte puñetazo para el que, esta vez sí, Kimi estaba más preparada al ya haber visto la agresividad del hombre. Con una repentina explosión de velocidad, la Kaminari se colocó al lado del titiritero con un paso largo para intentar protegerlo desviando el golpe hacia dentro con la palma de la mano (Destreza 65). Si lo conseguía, no perdería el contacto con él y lo agarraría del codo con la otra mano, no para retenerlo, sino para evitar que se cayese por si acaso. Estaba cabreada, claro que lo estaba, pero debía mostrar serenidad y no hacerle daño a menos que fuese su última opción, o pondría en vergüenza a su familia y sus principios.
— Este es su segundo aviso. No sé qué le ha pasado, caballero, pero no vale la pena meterse en problemas. —Le advertiría con tono serio—. Vuelva a casa y descanse.
Estando en contacto, El joven podría ver como el ojo derecho de la chica brillaba con fuerza en rojo y podría sentir como la sangre bombeaba con un ritmo y una fuerza muy elevada a sus manos.