20/03/2023, 15:40
Sendos shinobis podían respirar aliviados. El pequeño gran susto había pasado, pues el maleante había decidido huir con el rabo entre las piernas, cual zorro. Sin lugar a dudas, causado por las diestras dotes de artes marciales de su nueva amiga. Según explicó, se trataba de un arte marcial quimera, Karate modificado. Al parecer, se basaba sobre todo en la defensa del prójimo. En cierto sentido, como buscaba el titiritero lograr con su marionetas.
Sin embargo, Arata no pudo evitar quedar intrigado con la manera en que el ojo biónico de la chica brillaba con una intensidad muy superior a la anteriormente mostrada. De hecho, no solo había cambiado eso en la Kaminari, si no que además de su brazo incluso saltaban chispas. Ésto incluso hizo que la chica se sobresaltase inconscientemente. La kunoichi no tardó en informar de que lo había activado sin querer. Arata no entendía a que se refería, pero ésta no tardó en informar que las mejoras que tenía instaladas en el cuerpo no se limitaban solo a un ojo, o al brazo. Había algo más dentro de ella, era como un prototipo de androide, mitad tecnología y mitad humano. La verdad, no hacía más que llamar más la atención del marionetista.
—No deja de sorprenderme, señorita Kaminari. Como diseñador de armamento, debo reconocer que me tiene intrigado. Pero por otro lado... siento que haya tenido que activar ese sistema para ayudarme. Debería haber estado más atento.
Conforme iba hablando, el chico tomó la iniciativa de volver a andar, dirección al distrito. La verdad, ya andaban relativamente cerca, de hecho casi se podía ver las calles del mismo. No tardarían demasiado en llegar, eran como máximo cinco minutos andando. Y ya había que andar lento para tardar tanto, vamos.
—¿Puedo preguntarle si dolió mucho la instalación de todas esas mejoras?.
Sin embargo, Arata no pudo evitar quedar intrigado con la manera en que el ojo biónico de la chica brillaba con una intensidad muy superior a la anteriormente mostrada. De hecho, no solo había cambiado eso en la Kaminari, si no que además de su brazo incluso saltaban chispas. Ésto incluso hizo que la chica se sobresaltase inconscientemente. La kunoichi no tardó en informar de que lo había activado sin querer. Arata no entendía a que se refería, pero ésta no tardó en informar que las mejoras que tenía instaladas en el cuerpo no se limitaban solo a un ojo, o al brazo. Había algo más dentro de ella, era como un prototipo de androide, mitad tecnología y mitad humano. La verdad, no hacía más que llamar más la atención del marionetista.
—No deja de sorprenderme, señorita Kaminari. Como diseñador de armamento, debo reconocer que me tiene intrigado. Pero por otro lado... siento que haya tenido que activar ese sistema para ayudarme. Debería haber estado más atento.
Conforme iba hablando, el chico tomó la iniciativa de volver a andar, dirección al distrito. La verdad, ya andaban relativamente cerca, de hecho casi se podía ver las calles del mismo. No tardarían demasiado en llegar, eran como máximo cinco minutos andando. Y ya había que andar lento para tardar tanto, vamos.
—¿Puedo preguntarle si dolió mucho la instalación de todas esas mejoras?.