8/04/2023, 12:20
Y ahí lo encontraría. Tan verde como una lechuga, o al menos tanto como una lechuga que había pasado días y días rodando por el bosque, buscando la entrada de aquella villa oculta. Era normal que Hana no lo hubiese reconocido al pasar la primera vez, con las prisas que llevaba. Su pelo había crecido mucho y no estaba precisamente limpio, y ahora tenía bastante vello facial para acompañarlo. Estaba sentado en un banco con las piernas cruzadas, sosteniendo un bastón entre sus piernas que a la vez lo sostenía a él. Estaba meditando ¿o estaba durmiendo?
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.