18/02/2016, 01:19
—¿Perdido? Pero si no tienes más que seguir los caminos, ¿cómo has podido perderte? —replicó la kunoichi, con tono mordaz.
—Sí, perdido como cuando estás en un lugar confuso y desconocido y además no encuentras los caminos. —Contestó, con una calma que era más bien molesta, mientras se levantaba.
Aquel sujeto aseguraba que quien le había asustado era su alumna. Lo cual tomó un poco por sorpresa al Ishimura, puesto que en nada se parecía a una chica, al menos de lejos. Su complexión y su musculatura le daban un aspecto duro y poco delicado. De alguna forma le recordaba a alguien que había conocido hace mucho; una chiquilla revoltosa, aventurera e irreverente. Que por mera casualidad resultaba ser la mano dura de la zona en que vivía, haciendo lo que le viniera en gana… Al menos hasta el día que halló la horma de su zapato en Kazuma.
Le invitaron a sentarse alrededor de la fogata y esperar por aquella comida que prometía estar lista pronto. Al parecer no tenían problema en que les acompañase y ninguno se mostraba alerta ni con la guardia en alto. Supuso que probablemente solo se trataría de un sensei y un genin en algún viaje de entrenamiento o de misión.
—Bueno y, ¿qué hace un tío de Uzu tan lejos de su Aldea? –Preguntó, mientras mantenía su mirada fija en la cacerola y no en la persona a la cual le estaba hablando—. ¡Menos mal que nos has encontrado! A este paso habrías vuelto al Remolino en un cajón de pino.
«No entiendo lo del cajon de pino… Pero quizás se refiera a un ataúd o algo así —se dijo a sí mismo—. Ciertamente es una suerte que aquel mapache siguiera el olor de su comida y me sacara del bosque, aunque tampoco creo que hubiera muerto por algo así…»
Mientras el estofado seguía cocinándose, ambos ninjas de Takigakure parecían estar interesados en conversar con el peliblanco. Le parecía un poco incomodo tanta amabilidad espontánea, aunque tampoco es que estuvieran en guerra y hubiera necesidad de ser hostiles. Quizás solo fuera el estrés de estar metido tanto tiempo en el bosque… Quizás ya había comenzado a pensar como un ermitaño.
—Es un gusto y una fortuna el conocerlos, gente de Taki. Mi nombre es Ishimura Kazuma —Le respondió con cortesía en cuanto el shinobi se presentó como Yotsuki Hida—. Estaba de viaje y bueno… Pensé que sería agradable sumergirse en un bosque tan llamativo, pero termine desorientandome y perdiéndome. —Fue lo que respondió a la pregunta del porqué estaba ahí hecha por Kajiya Anzu.
—Sí, perdido como cuando estás en un lugar confuso y desconocido y además no encuentras los caminos. —Contestó, con una calma que era más bien molesta, mientras se levantaba.
Aquel sujeto aseguraba que quien le había asustado era su alumna. Lo cual tomó un poco por sorpresa al Ishimura, puesto que en nada se parecía a una chica, al menos de lejos. Su complexión y su musculatura le daban un aspecto duro y poco delicado. De alguna forma le recordaba a alguien que había conocido hace mucho; una chiquilla revoltosa, aventurera e irreverente. Que por mera casualidad resultaba ser la mano dura de la zona en que vivía, haciendo lo que le viniera en gana… Al menos hasta el día que halló la horma de su zapato en Kazuma.
Le invitaron a sentarse alrededor de la fogata y esperar por aquella comida que prometía estar lista pronto. Al parecer no tenían problema en que les acompañase y ninguno se mostraba alerta ni con la guardia en alto. Supuso que probablemente solo se trataría de un sensei y un genin en algún viaje de entrenamiento o de misión.
—Bueno y, ¿qué hace un tío de Uzu tan lejos de su Aldea? –Preguntó, mientras mantenía su mirada fija en la cacerola y no en la persona a la cual le estaba hablando—. ¡Menos mal que nos has encontrado! A este paso habrías vuelto al Remolino en un cajón de pino.
«No entiendo lo del cajon de pino… Pero quizás se refiera a un ataúd o algo así —se dijo a sí mismo—. Ciertamente es una suerte que aquel mapache siguiera el olor de su comida y me sacara del bosque, aunque tampoco creo que hubiera muerto por algo así…»
Mientras el estofado seguía cocinándose, ambos ninjas de Takigakure parecían estar interesados en conversar con el peliblanco. Le parecía un poco incomodo tanta amabilidad espontánea, aunque tampoco es que estuvieran en guerra y hubiera necesidad de ser hostiles. Quizás solo fuera el estrés de estar metido tanto tiempo en el bosque… Quizás ya había comenzado a pensar como un ermitaño.
—Es un gusto y una fortuna el conocerlos, gente de Taki. Mi nombre es Ishimura Kazuma —Le respondió con cortesía en cuanto el shinobi se presentó como Yotsuki Hida—. Estaba de viaje y bueno… Pensé que sería agradable sumergirse en un bosque tan llamativo, pero termine desorientandome y perdiéndome. —Fue lo que respondió a la pregunta del porqué estaba ahí hecha por Kajiya Anzu.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)