1/02/2025, 11:17
Rin soltó un pesado resoplo, y la agarró de una muñeca ya un poco arta de todo y aprovechando que momentáneamente estaban solas. Tiró de ella hasta unos asientos acolchados y se sentó en el interior al lado de la ventana, obligando a Sora a hacer lo mismo.
— ¡Que te relajes ya, que es solo un tren! — Le reprochó visiblemente molesta. —¡Cuando pase uno de los revisores, pregúntale lo que quieras, pero contrólate! ¿Y si nos hubieran mandado a que fuéramos guardias como ella, eh?
— ¡Que te relajes ya, que es solo un tren! — Le reprochó visiblemente molesta. —¡Cuando pase uno de los revisores, pregúntale lo que quieras, pero contrólate! ¿Y si nos hubieran mandado a que fuéramos guardias como ella, eh?