19/02/2016, 18:29
—¡Buenas noches! —exclamó sonriendo Kaede. Entonces, su semblante risueño se transformó en curiosidad—. Oh, pero sí tu eres la niña de la noche pasada. ¡Te recuerdo! —exclamó, como felicitándose a sí misma por su buena memoria—. Un estofado me habías pedido, ¿verdad? ¡Marchando!
Sin embargo, justo antes de darse la vuelta, una voz surgió, atronadora, a pocos metros de distancia.
—¿¡Cómo que la noche pasada!? —rugió Okura, con tenedor y cuchillo en mano—. ¡Será mejor que te compres gafas, Kaede! ¡Esta chica viene de recorrer una larga caminata en dirección a su casa! ¡Es imposible que haya estado aquí ayer! ¿No es así, chiquilla?
Kaede alzó las cejas, sorprendida.
—¡Eso es imposible! —exclamó ofendida—. ¡Jamás olvido una cara! —entonces dirigió su mirada a Ayame—. ¿A que yo tengo razón, cariño? —preguntó con voz dulce.
—Bueno, ya que estoy aquí…
El Uchiha se bajó los pantalones y se sentó en el retrete.
—Oh, sí…
¿Qué mejor momento para trazar un buen plan que mientras se está cagando? Datsue sonrió. Todo el mundo sabía que no había mejor momento para pensar. Bien, veamos. Está el imbécil de Okura alojado en la posada. Tormenta tiene que estar sí o sí en la cuadra de al lado. Y el tío bajito y regordete es quien tiene las llaves. Las llaves, ¿cómo eran…? Sí, las recuerdo. Vale, ¿pero cómo hago para quitárselas sin que se entere? Un momento. ¡UN MOMENTO!
Abrió la mochila que había dejado en el suelo y removió su interior con una mano hasta encontrar lo que buscaba: el colgante de madera con la figura del Baku. El mismo con el que había intentado timar a Ayame.
Sí señor. Una idea que te cagas. ¡Es perfecto!
Sin embargo, justo antes de darse la vuelta, una voz surgió, atronadora, a pocos metros de distancia.
—¿¡Cómo que la noche pasada!? —rugió Okura, con tenedor y cuchillo en mano—. ¡Será mejor que te compres gafas, Kaede! ¡Esta chica viene de recorrer una larga caminata en dirección a su casa! ¡Es imposible que haya estado aquí ayer! ¿No es así, chiquilla?
Kaede alzó las cejas, sorprendida.
—¡Eso es imposible! —exclamó ofendida—. ¡Jamás olvido una cara! —entonces dirigió su mirada a Ayame—. ¿A que yo tengo razón, cariño? —preguntó con voz dulce.
Mientras tanto...
—Bueno, ya que estoy aquí…
El Uchiha se bajó los pantalones y se sentó en el retrete.
—Oh, sí…
¿Qué mejor momento para trazar un buen plan que mientras se está cagando? Datsue sonrió. Todo el mundo sabía que no había mejor momento para pensar. Bien, veamos. Está el imbécil de Okura alojado en la posada. Tormenta tiene que estar sí o sí en la cuadra de al lado. Y el tío bajito y regordete es quien tiene las llaves. Las llaves, ¿cómo eran…? Sí, las recuerdo. Vale, ¿pero cómo hago para quitárselas sin que se entere? Un momento. ¡UN MOMENTO!
Abrió la mochila que había dejado en el suelo y removió su interior con una mano hasta encontrar lo que buscaba: el colgante de madera con la figura del Baku. El mismo con el que había intentado timar a Ayame.
Sí señor. Una idea que te cagas. ¡Es perfecto!
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado