20/02/2016, 01:19
Daruu parecía sorprendido de verla allí, quizás incluso alarmado; pero una débil sonrisa aleteó en sus labios cuando respondió a su pregunta.
—Un poco quemado con la vida —bromeó, y Ayame le dedicó una sonrisa triste en respuesta—. Pero lo que más me duele es el orgullo. He caído de primeras. Seguro que tú has pasado. Y la apuesta...
Ayame suspiró con pesadez.
—Sí. He pasado. Pero lo mío ni siquiera fue un combate. ¡Me tocó un shinobi de Takigakure que se quedó inconsciente con sólo caer del cilindro en el primer minuto! Aún pienso que me tomaron el pelo con una pantomima... —bufó, ciertamente irritada—. Seguro que tú tuviste un combate emocionante, aunque viendo las heridas que has sufrido...
Apartó la mirada. Aunque no le culpaba directamente a él, una parte de ella estaba irritada de saber que ya no podía enfrentarse a Daruu en el torneo. Otra parte de ella había perdido toda la motivación de seguir allí. Con lo triste que había sido su combate, no se creía merecedora de pasar a la segunda ronda mientras que otros combatientes, que debían haberse esforzado mucho más que ella, habían caído en el camino.
—Sin ti, esta competición ya no tiene ningún sentido... Sería mejor que la abandonara —aquellas palabras debían ser un pensamiento, pero las había formulado sin darse cuenta de ello.
—Un poco quemado con la vida —bromeó, y Ayame le dedicó una sonrisa triste en respuesta—. Pero lo que más me duele es el orgullo. He caído de primeras. Seguro que tú has pasado. Y la apuesta...
Ayame suspiró con pesadez.
—Sí. He pasado. Pero lo mío ni siquiera fue un combate. ¡Me tocó un shinobi de Takigakure que se quedó inconsciente con sólo caer del cilindro en el primer minuto! Aún pienso que me tomaron el pelo con una pantomima... —bufó, ciertamente irritada—. Seguro que tú tuviste un combate emocionante, aunque viendo las heridas que has sufrido...
Apartó la mirada. Aunque no le culpaba directamente a él, una parte de ella estaba irritada de saber que ya no podía enfrentarse a Daruu en el torneo. Otra parte de ella había perdido toda la motivación de seguir allí. Con lo triste que había sido su combate, no se creía merecedora de pasar a la segunda ronda mientras que otros combatientes, que debían haberse esforzado mucho más que ella, habían caído en el camino.
—Sin ti, esta competición ya no tiene ningún sentido... Sería mejor que la abandonara —aquellas palabras debían ser un pensamiento, pero las había formulado sin darse cuenta de ello.