20/02/2016, 07:53
El análisis de la casa no dio resultados claros, a Ryoma lo mataron con un arma filosa, lo único que podía suponer Noemi era que se trataba de una de filo corte y claro, no exageradamente ancho. Fuera de eso no había absolutamente nada claro ya que el propio Hiromi le había negado cierta información que le podría haber sido de mucha ayuda. —Me temo que no. — Respondió algo decaída dejando a un lado la inspección del pomo de la puerta que no dejaba en claro nada.
—Lo único que me queda por hacer es interrogar a los pueblerinos pero a estas horas dudo mucho que acepten. — Agregó al cabo de unos instantes mientras se encaminaba a la posada aunque prefirió asegurarse de algo. —Señor Hiromi… Si lo desea puedo acompañarle hasta su casa… — Dijo la rubia que se abrazaba a si misma para mantener un poco el calor. ~Si el asesino de Ryoma lo hizo sin motivo podría también intentar matar a Hiromi y… ~ Dudas, dudas en todas partes. —Creo que sería un tanto peligroso que cualquiera del pueblo ande solo… — Aclaró mientras comenzaba a pensar un poco, específicamente en la cantidad de aldeanos que habían según el sacerdote. ~Las cuentas al menos me dan bien… ~
Eso si, seguramente pensarían que si se mantenían todos junto a alguien más alguien terminaría cerca del mismísimo asesino. —Por cierto, en caso de que acepten mi propuesta, dudo mucho que el asesino sea tan idiota como para matar al que tenga cerca, después de todo haría que la atención de todos se centrara en él. — Mientras mejor aclarase las cosas más probabilidades habría de que aceptasen, y con un poco de suerte podría regresarse hasta la posada pero claro, si Yoshi regresaba con ella Hiromi tendría que regresar totalmente solo a su casa que vaya uno a saber donde se ubicaba. Para empeorar más las cosas, la rubia no tenía ni idea de como orientarse por ese pueblo, es más, enía sus dudas de si esos tres o cuatro pasos que había dado inicialmente estaban bien orientados hacia la posada así que necesitaría si o si de alguien que la ayude a orientarse.
—Lo único que me queda por hacer es interrogar a los pueblerinos pero a estas horas dudo mucho que acepten. — Agregó al cabo de unos instantes mientras se encaminaba a la posada aunque prefirió asegurarse de algo. —Señor Hiromi… Si lo desea puedo acompañarle hasta su casa… — Dijo la rubia que se abrazaba a si misma para mantener un poco el calor. ~Si el asesino de Ryoma lo hizo sin motivo podría también intentar matar a Hiromi y… ~ Dudas, dudas en todas partes. —Creo que sería un tanto peligroso que cualquiera del pueblo ande solo… — Aclaró mientras comenzaba a pensar un poco, específicamente en la cantidad de aldeanos que habían según el sacerdote. ~Las cuentas al menos me dan bien… ~
Eso si, seguramente pensarían que si se mantenían todos junto a alguien más alguien terminaría cerca del mismísimo asesino. —Por cierto, en caso de que acepten mi propuesta, dudo mucho que el asesino sea tan idiota como para matar al que tenga cerca, después de todo haría que la atención de todos se centrara en él. — Mientras mejor aclarase las cosas más probabilidades habría de que aceptasen, y con un poco de suerte podría regresarse hasta la posada pero claro, si Yoshi regresaba con ella Hiromi tendría que regresar totalmente solo a su casa que vaya uno a saber donde se ubicaba. Para empeorar más las cosas, la rubia no tenía ni idea de como orientarse por ese pueblo, es más, enía sus dudas de si esos tres o cuatro pasos que había dado inicialmente estaban bien orientados hacia la posada así que necesitaría si o si de alguien que la ayude a orientarse.