24/02/2016, 18:05
La chica pareció no responder ante el ofrecimiento de Riko de acompañarle a entrar en aquel bar a tomar algo. Pero estaba equivocado, con cara de asombro, quizás ante la repentina oferta del de Uzushio, y más tiesa que un palo, aceptó y echó a andar, bueno, mejor dicho a trotar, hasta ponerse a la altura del pelinegro, que la esperaba parado donde frenó anteriormente.
Una vez la chica con pelo blanco le alcanzó, ambos continuaron la marcha hacia el local, en el que ambos se pararon a observar el cartel que estaba situado a la entrada.
''Vaya, nunca había visto que un bar tuviera que avisar de estas cosas...''
Pero claro, nunca había estado en una gran urbe como aquella, por lo que no sabía lo que era o dejaba de ser normal en lugares como aquel.
— Y que lo digas, nunca había visto algo así... — Contestó Riko a su acompañante.
Ésta se adelantó, dispuesta a sentarse en el primer sitio que viera libre, que no eran muchos, por lo que había que estar rápido, y Riko simplemente la siguió hasta la mesa que la peliblanca había decidido que sería la suya, sentándose justo enfrente de ella, para poder hablar más cómodamente.
— No, la verdad que tiene buena pinta. Pueeeeeees.... — Paró unos segundo mientras ojeaba detenidamente la carta del lugar.
''Joder... ¿Qué quiero? ¿Un batido de frutas quizás? ¿Uno de fresa?...''
— ... ¡un batido de chocolate blanco con nata! — Terminó por decir el muchacho.
Ahora solo les quedaba esperar a que el camarero acudiera a atenderles, pero mientras tanto, el pelinegro quería conocer un poco a Katomi.
— ¿Y de donde eres, Katomi? — Era una pregunta banal, no quería incomodarla en un principio.
Una vez la chica con pelo blanco le alcanzó, ambos continuaron la marcha hacia el local, en el que ambos se pararon a observar el cartel que estaba situado a la entrada.
''Vaya, nunca había visto que un bar tuviera que avisar de estas cosas...''
Pero claro, nunca había estado en una gran urbe como aquella, por lo que no sabía lo que era o dejaba de ser normal en lugares como aquel.
— Y que lo digas, nunca había visto algo así... — Contestó Riko a su acompañante.
Ésta se adelantó, dispuesta a sentarse en el primer sitio que viera libre, que no eran muchos, por lo que había que estar rápido, y Riko simplemente la siguió hasta la mesa que la peliblanca había decidido que sería la suya, sentándose justo enfrente de ella, para poder hablar más cómodamente.
— No, la verdad que tiene buena pinta. Pueeeeeees.... — Paró unos segundo mientras ojeaba detenidamente la carta del lugar.
''Joder... ¿Qué quiero? ¿Un batido de frutas quizás? ¿Uno de fresa?...''
— ... ¡un batido de chocolate blanco con nata! — Terminó por decir el muchacho.
Ahora solo les quedaba esperar a que el camarero acudiera a atenderles, pero mientras tanto, el pelinegro quería conocer un poco a Katomi.
— ¿Y de donde eres, Katomi? — Era una pregunta banal, no quería incomodarla en un principio.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»