26/02/2016, 00:38
Katomi se encontraba muy preocupada por el chico, el pobrecito se había llevado un golpe tan grade que no era capaz de hablar con sentido. No llegaba a comprender el porqué de los dedos, ella tampoco, pero él alegó un sinsentido que declaraba su auténtico estado. ¿Cómo podía decir que se había acostumbrado a eso? Una rutina de recibir golpes, sin duda no había tenido sentido alguno. ¿Era un sadomaso?
La confusión se apoderó de la kunoichi por completo, no supo bien qué decir.
Sin embargo, la situación no hizo mas que empeorar, o algo parecido. El guapo y alocado chico se disculpó apresuradamente por haber interrumpido el entrenamiento de la chica. Lo hizo dramático como una telenovela. Convirtió una simple tontería en un mundo del tamaño de diez sistemas solares. Increíble, éste chico tenía un auténtico talento para el melodrama. Para rematar, le pidió a la chica que no le pegase.
¿Qué? ¿PERO QUE? Por dios, qué chico!
La chica quedó completamente pálida, no sabía ni qué decirle.
—P-pero... pero...—
Y de nuevo atacaba, ésta vez con las manos junto a su torso y una mirada super mona.
—Nuuuuu— Contestó en un tono algo infantil y ligeramente agudo. —¿Por qué iba a pegarte con lo mono que eres?—
Entre tanto, la chica se había llevado la mano diestra hacia el rostro, reposando éste en la misma. Quizás se le estaba yendo un poco la pinza con éste chico, pero tampoco era de extrañar, era guapete a pesar de ser tan melodramático.
La confusión se apoderó de la kunoichi por completo, no supo bien qué decir.
Sin embargo, la situación no hizo mas que empeorar, o algo parecido. El guapo y alocado chico se disculpó apresuradamente por haber interrumpido el entrenamiento de la chica. Lo hizo dramático como una telenovela. Convirtió una simple tontería en un mundo del tamaño de diez sistemas solares. Increíble, éste chico tenía un auténtico talento para el melodrama. Para rematar, le pidió a la chica que no le pegase.
¿Qué? ¿PERO QUE? Por dios, qué chico!
La chica quedó completamente pálida, no sabía ni qué decirle.
—P-pero... pero...—
Y de nuevo atacaba, ésta vez con las manos junto a su torso y una mirada super mona.
—Nuuuuu— Contestó en un tono algo infantil y ligeramente agudo. —¿Por qué iba a pegarte con lo mono que eres?—
Entre tanto, la chica se había llevado la mano diestra hacia el rostro, reposando éste en la misma. Quizás se le estaba yendo un poco la pinza con éste chico, pero tampoco era de extrañar, era guapete a pesar de ser tan melodramático.