27/02/2016, 05:51
~¡Quiero dormir! ~Seguía quejándose la kunoichi en lo que caminaba a una distancia considerable del resto del grupo improvisado, lo peor era que tendría que acompañar al anciano o eso es lo que pensó, al final de cuentas terminó por separarse antes de tiempo y sin dar oportunidad a nada. En ese instante la mirada de la chica cambió totalmente, parecía desconcertada pero en el fondo de su ser estaba feliz porque eso significaba que podría meterse en la posada sin más preambulos tal y como lo hizo.
Al fin podría despegarse del abrigo de Yoshi sin problemas, no padecería el frío ni nada por el estilo y podría irse a su habitación donde nada la molestaría. O eso supuso, las dos mujeres estaban ahí hablando entre si, frente a un chico que le resultó extrañamente familiar. ~ ¿Será...? ~Dijo en su mente justo después de quitarse el abrigo que el posadero le había prestado y lo colgó justamente en el mismo lugar del que había visto que lo habían tomado. Lentamente se fue acercando casi que con sigilo, más que nada para no asustarle ni nada por el estilo hasta que finalmente sus dudas se vieron totalmente despejadas. —¡Datsue! —Exclamó con alegría justo antes de saltar encima del genin casi sin dar importancia a lo que pudieran llegar a pensar ni tampoco si interrumpía algo.
La kunoichi no tardó nada en atrapar al chico en un abrazo pero desde atrás en lo que le aplastó la mejilla en la cabeza y se refregó un poco. —Calentito. — Susurró para si misma sin mostrarse dispuesta a soltar a su presa. —Ey… Me ayudarás con el asesinato, ¿verdad? —Le dijo sin soltarlo, más que nada porque seguía sintiendo algo de frío y el chico estaba bastante calentito, además que estaban frente al fuego así que… Menos motivos para retirarse de allí. Aunque… Si iban a discutir asuntos serios prefería hacerlo en algún lugar algo más privado, después de todo en un pueblo así todos saben todo...
—Si aceptas ve a mi habitación, la segunda a la derecha… — Le susurró en el oído ahora con una expresión seria en el rostro. Tras esto liberó al chico y se enderezó para darle unas palmaditas en los hombros y retirarse de allí, dedicándoles una sonrisa y leve reverencia a los allí presentes. Ahora si, se iría a su habitación si nadie más le decía nada. ~Claro… Dijo que tenía que ir a Shinogi To… Este pueblo le queda de paso… ~Decía en su cabeza Noemi que ya se encontraba dentro de su habitación, sentada sobre la cama donde procedería a cepillar su cabello mientras organizaba un poco sus ideas.
Al fin podría despegarse del abrigo de Yoshi sin problemas, no padecería el frío ni nada por el estilo y podría irse a su habitación donde nada la molestaría. O eso supuso, las dos mujeres estaban ahí hablando entre si, frente a un chico que le resultó extrañamente familiar. ~ ¿Será...? ~Dijo en su mente justo después de quitarse el abrigo que el posadero le había prestado y lo colgó justamente en el mismo lugar del que había visto que lo habían tomado. Lentamente se fue acercando casi que con sigilo, más que nada para no asustarle ni nada por el estilo hasta que finalmente sus dudas se vieron totalmente despejadas. —¡Datsue! —Exclamó con alegría justo antes de saltar encima del genin casi sin dar importancia a lo que pudieran llegar a pensar ni tampoco si interrumpía algo.
La kunoichi no tardó nada en atrapar al chico en un abrazo pero desde atrás en lo que le aplastó la mejilla en la cabeza y se refregó un poco. —Calentito. — Susurró para si misma sin mostrarse dispuesta a soltar a su presa. —Ey… Me ayudarás con el asesinato, ¿verdad? —Le dijo sin soltarlo, más que nada porque seguía sintiendo algo de frío y el chico estaba bastante calentito, además que estaban frente al fuego así que… Menos motivos para retirarse de allí. Aunque… Si iban a discutir asuntos serios prefería hacerlo en algún lugar algo más privado, después de todo en un pueblo así todos saben todo...
—Si aceptas ve a mi habitación, la segunda a la derecha… — Le susurró en el oído ahora con una expresión seria en el rostro. Tras esto liberó al chico y se enderezó para darle unas palmaditas en los hombros y retirarse de allí, dedicándoles una sonrisa y leve reverencia a los allí presentes. Ahora si, se iría a su habitación si nadie más le decía nada. ~Claro… Dijo que tenía que ir a Shinogi To… Este pueblo le queda de paso… ~Decía en su cabeza Noemi que ya se encontraba dentro de su habitación, sentada sobre la cama donde procedería a cepillar su cabello mientras organizaba un poco sus ideas.