2/03/2016, 12:16
El tronco del bambú se inclinó ante la presión ejercida por Kazuma, y al soltarlo, salió disparado en dirección contraria con gran violencia. Fue tanta la velocidad de aquel furioso árbol que una de las Anzus se llevó un tremendo golpetazo en la cabeza... Sólo para deshacerse en humo y polvo. Las otras tres ni siquiera prestaron atención a su compañera caída, y tan sólo una de ellas varió su trayectoria para sustituirla en la formación de persecución que ejecutaban todas las kunoichis. Estaba claro que un truco así no iba a detenerlas; además, el tiempo que había empleado el gennin de Uzushio en colgarse del tronco de bambú había permitido al escuadrón de Yotsukis recortarle una buena porción de distancia.
Cuando Kazuma se detuvo y empezó a trepar por los árboles, Anzu supo que había llegado su momento. La acabas de cagar, socio. Porque la verdadera kunoichi nunca había estado entre los bunshin que perseguían al chico de Uzushio, sino que se movía de tronco en tronco, sobre las cabezas de los ninjas que corrían por la hierba. Aunque en principio el subir a los bambúes la había hecho perder tiempo, lo había recuperado luego, cuando Kazuma se detuvo para darle un 'bambuazo' a uno de los bunshin. Ahora, a apenas unos cinco -o seis- metros del chico, Anzu tenía una posición estratégica inmejorable.
Ya eres mío, Kazuma-san.
Sus manos se entrelazaron para formar el sello de la serpiente. Y esperó. Kazuma dio el primer paso de su ascenso a las alturas. Dio el segundo. ¡Ahora! La Yotsuki curvó los labios, como si quisiera soplar vidrio, y de éstos surgió una lanza de electricidad que disparó al Ishimura. Anzu era buena calculando tiempos y distancias; por eso mismo, había esperado hasta dar con el momento justo en que Kazuma saltaría a otro tronco. Aquel preciso cálculo, sumado al factor sorpresa y a que su oponente no tenía visión de ella, eran la receta para una ofensiva exitosa. O eso creía ella.
Estado
Inventario
Cuando Kazuma se detuvo y empezó a trepar por los árboles, Anzu supo que había llegado su momento. La acabas de cagar, socio. Porque la verdadera kunoichi nunca había estado entre los bunshin que perseguían al chico de Uzushio, sino que se movía de tronco en tronco, sobre las cabezas de los ninjas que corrían por la hierba. Aunque en principio el subir a los bambúes la había hecho perder tiempo, lo había recuperado luego, cuando Kazuma se detuvo para darle un 'bambuazo' a uno de los bunshin. Ahora, a apenas unos cinco -o seis- metros del chico, Anzu tenía una posición estratégica inmejorable.
Ya eres mío, Kazuma-san.
Sus manos se entrelazaron para formar el sello de la serpiente. Y esperó. Kazuma dio el primer paso de su ascenso a las alturas. Dio el segundo. ¡Ahora! La Yotsuki curvó los labios, como si quisiera soplar vidrio, y de éstos surgió una lanza de electricidad que disparó al Ishimura. Anzu era buena calculando tiempos y distancias; por eso mismo, había esperado hasta dar con el momento justo en que Kazuma saltaría a otro tronco. Aquel preciso cálculo, sumado al factor sorpresa y a que su oponente no tenía visión de ella, eran la receta para una ofensiva exitosa. O eso creía ella.
Estado
- PV: –
107/120
- CK: –
57/90
-24–
Inventario
- Bandana de Takigakure (brazo derecho)
- Portaobjetos básico (cinturón)
- Kunai x2