3/03/2016, 17:03
Al chico pareció no gustarle en absoluto la genial idea de Riko de llevarle ante las autoridades y que fueran ellos los que se encargaran de decidir qué hacer con aquel miserable ratero, que, aún a pesar de que su estrategia no había sido mala, el que la hubiera puesto en marcha contra unos shinobis delataba que no había pensado mucho lo que hacía.
El chico, bastante nervioso, soltó lo primero que se le vino a la mente, algo que probablemente le habría funcionado en más de una ocasión para librarse de las autoridades, pero aquella no era una de esas ocasiones.
La peliblanca pareció leerle la mente a Riko, pues contestó lo que el rastas estaba pensando.
— Lo que hay que oír... Te ha salido un poco mal esto, creo que con cualquier otra persona de las que hay aquí podría haberte librado... —
Katomi comenzó a inspeccionar los bolsillos del muchacho, sacando cartera tras cartera, hasta llegar a 10, había sido un día productivo para el ratero, la verdad.
— Madre mía, 10 carteras robadas en un día, que lástima que al final te hayan pillado... — Dijo el pelinegro riendo.
Katomi ya había recuperado su cartera así que propuso llevarlo la ante la policía.
— Mmm... Creo que tengo una idea mejor... — Dijo el muchacho con una sonrisa.
Se acercó a uno de los locales que había en esa calle, y cuando volvió a salir a la calle, apareció con un rotulador permanente en la mano. — ¿Qué te parece esta idea? —
Y entonces se agachó a la altura de la cabeza del muchacho, escribiendo la palabra LADRÓN en la frente del mismo, así ya no podría robar más, al menos hasta que se le borrara aquella palabra de la frente.
El chico, bastante nervioso, soltó lo primero que se le vino a la mente, algo que probablemente le habría funcionado en más de una ocasión para librarse de las autoridades, pero aquella no era una de esas ocasiones.
La peliblanca pareció leerle la mente a Riko, pues contestó lo que el rastas estaba pensando.
— Lo que hay que oír... Te ha salido un poco mal esto, creo que con cualquier otra persona de las que hay aquí podría haberte librado... —
Katomi comenzó a inspeccionar los bolsillos del muchacho, sacando cartera tras cartera, hasta llegar a 10, había sido un día productivo para el ratero, la verdad.
— Madre mía, 10 carteras robadas en un día, que lástima que al final te hayan pillado... — Dijo el pelinegro riendo.
Katomi ya había recuperado su cartera así que propuso llevarlo la ante la policía.
— Mmm... Creo que tengo una idea mejor... — Dijo el muchacho con una sonrisa.
Se acercó a uno de los locales que había en esa calle, y cuando volvió a salir a la calle, apareció con un rotulador permanente en la mano. — ¿Qué te parece esta idea? —
Y entonces se agachó a la altura de la cabeza del muchacho, escribiendo la palabra LADRÓN en la frente del mismo, así ya no podría robar más, al menos hasta que se le borrara aquella palabra de la frente.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»