Había llegado una vez más las celebraciones de Año Nuevo, aunque en esta ocasión quizás la fiesta era aún mas amena, despúes de todo sus habitantes ya no se preocupaban tanto por los conflictos, todos los habitantes esperaban ahora aue el país pudiese prosperar sin preocupaciones, los habitantes de Takigakure durante estas épocas celebraba bien en familia o incluso con desconocidos, al fin y al cabo lo importante era pasarla bien y lo más importante, pasar un tiempo d comvivencia. A Tatsuya le agradaba mucho esta época por el compañerismo y amabilidad que la gente suele mostrar en estas fechas, incluso la gente de la Ribera Norte dejaba de lado sus conflictos con los del Sur y viceversa, quizás lo único mejor sería que fuera así todo el año, pero hay que ser optimista y ver el vaso medio lleno, al menos se sabe que pueden llevarse bien si se lo proponen.
La familia Takanashi había asistido con sus mejores galas para estas fechas, tenían un lugar especial alrededor del Árbol Sagrado junto a familias nobles y otros clanes ninjas destacados, ese día Tatsuya llevaba un suntuoso kimono negro hecho con una seda muy fina y cara que reflejaba lo acaudalada que era su familia, los 5 kamons del kimono representaban el símbolo de Takigakure dentro de una flor como las que daba el Árbol Sagrado, el hakama era de 7 pliegues y si bien era holgado no le incomodaba ya que está acostumbrado a los pantalones holgados. No llevaba su bandana ni ningún otro equipamiento ninja salvo por su ninjatou, por más que su madre le reprochó que la dejara en casa este se negó, no iba a salir de su casa sin ella, ni siquiera para un evento especial como este iba a dejarla de lado pues es como un amuleto de buena suerte para él. En medio de esta fiesta sólo un pensamiento le incomodaba:
"Lástima que mi hermano no está acá, pero bueno, supongo que mi padre no quiso que viniera para evitar que Katsuo causara algún problema."
Su padre cuidaba mucho su reputación, además como estaba junto a mucha gente importante de la aldea era mejor evitar que Katsuo diera una mala impresión. Tatsuya había estado callado mientras la gente importante estaba platicando de todos los sucesos del año, hasta cierto punto se sentía incomodo quedarse apartado en un rincón en solitario sin decir ni una palabra, así que decidió irse de ahí e ir al lugar de los banquetes a pasear un rato, había mucha gente pasándola ameno. En medio de la fiesta notó a una chica que comía con gran apetito y le sorprendía que no se atragantara con la pierna de cordero que se acababa de meter a la boca, aunque esto le sacó una sonrisita a el.
"Es bueno saber que tiene buen apetito"
Mientras la observaba vió que era regañada por un hombre a su lado, eso le recordaba un poco a su hermano.
La familia Takanashi había asistido con sus mejores galas para estas fechas, tenían un lugar especial alrededor del Árbol Sagrado junto a familias nobles y otros clanes ninjas destacados, ese día Tatsuya llevaba un suntuoso kimono negro hecho con una seda muy fina y cara que reflejaba lo acaudalada que era su familia, los 5 kamons del kimono representaban el símbolo de Takigakure dentro de una flor como las que daba el Árbol Sagrado, el hakama era de 7 pliegues y si bien era holgado no le incomodaba ya que está acostumbrado a los pantalones holgados. No llevaba su bandana ni ningún otro equipamiento ninja salvo por su ninjatou, por más que su madre le reprochó que la dejara en casa este se negó, no iba a salir de su casa sin ella, ni siquiera para un evento especial como este iba a dejarla de lado pues es como un amuleto de buena suerte para él. En medio de esta fiesta sólo un pensamiento le incomodaba:
"Lástima que mi hermano no está acá, pero bueno, supongo que mi padre no quiso que viniera para evitar que Katsuo causara algún problema."
Su padre cuidaba mucho su reputación, además como estaba junto a mucha gente importante de la aldea era mejor evitar que Katsuo diera una mala impresión. Tatsuya había estado callado mientras la gente importante estaba platicando de todos los sucesos del año, hasta cierto punto se sentía incomodo quedarse apartado en un rincón en solitario sin decir ni una palabra, así que decidió irse de ahí e ir al lugar de los banquetes a pasear un rato, había mucha gente pasándola ameno. En medio de la fiesta notó a una chica que comía con gran apetito y le sorprendía que no se atragantara con la pierna de cordero que se acababa de meter a la boca, aunque esto le sacó una sonrisita a el.
"Es bueno saber que tiene buen apetito"
Mientras la observaba vió que era regañada por un hombre a su lado, eso le recordaba un poco a su hermano.