8/03/2016, 22:38
Hei sintió la firmeza con la que la morocha, Anzu-san, tomó su mano. Parecía intentar dejar claro algo, como diferencia de fuerzas. Mas eso no intimidaría a alguien que tuvo que agachar su estatura para poder saludar.
— De seguro es de esas Kunoichis que no se quieren dejar intimidar por Shinobis sólo por ser mujeres. — Pensó mientras vio más en detalle la cara, muy particular por cierto, de la extraña muchacha. — Clavado que ambos son ninjas. —
Una vez que el momento de soltar las manos llegó Hei se mantuvo firme, tomando la mano de la morocha e hizo su característica sonrisa picarona. Alzó las cejas y abrió un poco sus ojos, acto seguido la soltó. Rokuro dejaría la situación en una incógnita muy grande e imposible de ignorar.
-¿Qué le pasa a tu colega, Hei-san? ¿Acaso es medio tonto? No creo, de ser así nunca habría aprobado el examen de graduación -rectificó momentos después, con aire pensativo-. Porque ambos sois ninjas, claro. Vuestro aspecto os delata... Bueno, en el caso de Míster Ausente, más bien es esa jodida espada tan grande que lleva en la cintura.
La ojiazul hizo gestos con sus manos delante de Tatsuya y le exclamó cosas a Hei.
— Sí. — Se rió. Ahora tenía ambas manos en sus bolsillos, corriendo su haori y dejando ver su cintura que antes estaba parcialmente tapada en consecuencia. — Parece ser de los que se cuelgan. Recién me choqué con él, no digo que sea su culpa, ni tampoco la mía, sólo un poco de ambos por estar distraídos. — Respondió mientras que Tatsuya andaba en su mundo. Hei le tiro una mirada que no respondió, todavía no había visto a la pequeña. — Y sí, yo soy un recién graduado. — Continuó hablando. — ¿Se nota? — Con una sonrisa en su rostro remangó su diestra y mostró su biceps, para así forzarlo. No tenía nada que envidiar a otros.
— Así que eres una Kunoichi. No me equivocaba. ¿Y tú Tatsuya? Qué me ocultas... — Pensó mientras se lucía.
Tatsuya habría vuelto al planeta tierra.
-Ohhh, perdóname, no vi que estabas ahí, en serio lo siento, no se que me pasa hoy, no puedo concentrarme por alguna razón- Dijo seguido de hacer su reverencia en señal de disculpas.
— Pero que dices, si la has ignorado astronomicamente hombre. Hazte cargo. — Dejó escapar un gesto de disgusto cuando escuchó la excusa de Tatsuya.
-Sí, la verdad si soy un ninja, aunque bueno no soy nada especial, aunque ahora que lo pienso, ¿ustedes también lo son, no? puedo notar que ambos se han entrenado, corríjanme si me equivoco-
— Este sí que va a su bola. — Tragó sus labios y zapateó una roca que estaba a su lado.
— Bueno bueno. — Reparó su postura. — Anzu-san, ¿que te trae por aquí? Yo andaba a camino de buscar un buen lugar a ver el lago iluminado, pero lo vengo haciendo desde que era pequeño. — Dijo mientras inclinaba su cabeza hacia una lado y al otro. — ¿Y tú Tatsuya? ¿De verdad solo viniste con tu familia? — Hizo un par de interrogantes para así callar y escuchar atentamente.
— De seguro es de esas Kunoichis que no se quieren dejar intimidar por Shinobis sólo por ser mujeres. — Pensó mientras vio más en detalle la cara, muy particular por cierto, de la extraña muchacha. — Clavado que ambos son ninjas. —
Una vez que el momento de soltar las manos llegó Hei se mantuvo firme, tomando la mano de la morocha e hizo su característica sonrisa picarona. Alzó las cejas y abrió un poco sus ojos, acto seguido la soltó. Rokuro dejaría la situación en una incógnita muy grande e imposible de ignorar.
-¿Qué le pasa a tu colega, Hei-san? ¿Acaso es medio tonto? No creo, de ser así nunca habría aprobado el examen de graduación -rectificó momentos después, con aire pensativo-. Porque ambos sois ninjas, claro. Vuestro aspecto os delata... Bueno, en el caso de Míster Ausente, más bien es esa jodida espada tan grande que lleva en la cintura.
La ojiazul hizo gestos con sus manos delante de Tatsuya y le exclamó cosas a Hei.
— Sí. — Se rió. Ahora tenía ambas manos en sus bolsillos, corriendo su haori y dejando ver su cintura que antes estaba parcialmente tapada en consecuencia. — Parece ser de los que se cuelgan. Recién me choqué con él, no digo que sea su culpa, ni tampoco la mía, sólo un poco de ambos por estar distraídos. — Respondió mientras que Tatsuya andaba en su mundo. Hei le tiro una mirada que no respondió, todavía no había visto a la pequeña. — Y sí, yo soy un recién graduado. — Continuó hablando. — ¿Se nota? — Con una sonrisa en su rostro remangó su diestra y mostró su biceps, para así forzarlo. No tenía nada que envidiar a otros.
— Así que eres una Kunoichi. No me equivocaba. ¿Y tú Tatsuya? Qué me ocultas... — Pensó mientras se lucía.
Tatsuya habría vuelto al planeta tierra.
-Ohhh, perdóname, no vi que estabas ahí, en serio lo siento, no se que me pasa hoy, no puedo concentrarme por alguna razón- Dijo seguido de hacer su reverencia en señal de disculpas.
— Pero que dices, si la has ignorado astronomicamente hombre. Hazte cargo. — Dejó escapar un gesto de disgusto cuando escuchó la excusa de Tatsuya.
-Sí, la verdad si soy un ninja, aunque bueno no soy nada especial, aunque ahora que lo pienso, ¿ustedes también lo son, no? puedo notar que ambos se han entrenado, corríjanme si me equivoco-
— Este sí que va a su bola. — Tragó sus labios y zapateó una roca que estaba a su lado.
— Bueno bueno. — Reparó su postura. — Anzu-san, ¿que te trae por aquí? Yo andaba a camino de buscar un buen lugar a ver el lago iluminado, pero lo vengo haciendo desde que era pequeño. — Dijo mientras inclinaba su cabeza hacia una lado y al otro. — ¿Y tú Tatsuya? ¿De verdad solo viniste con tu familia? — Hizo un par de interrogantes para así callar y escuchar atentamente.