9/03/2016, 21:55
Su puño alcanzó el cuerpo de su oponente como un martillo hidráulico, y con un grito de guerra, el violento golpe de Ayame mandó a Juro varios metros hacia atrás y terminó cayendo sobre el suelo como un muñeco inerte.
«El Gōsuiwan representa la fuerza del clan Hōzuki»
Las palabras de su tío resonaron en su mente como el eco de un recuerdo lejano. Su brazo recuperó paulatinamente su tamaño normal, como un globo que se estuviera deshinchando. Entre esforzados resuellos, Ayame tragó saliva para sí al tiempo que contemplaba la resolución de su acción. La manga derecha de su camiseta estaba manchada de sangre que no era suya. Juro debía de haberla escupido en el momento del impacto. Juro... que ahora yacía a varios metros de ella enredado entre los hilos.
— Felicidades, jaque mate —las débiles palabras del muchacho llegaron hasta sus oídos, entre violentos ataques de tos—. Me da vergüenza admitirlo, pero me has pillado totalmente, lo has hecho mucho mejor que yo...
Ayame ladeó ligeramente la cabeza, sopesando posibilidades. Tenía a su oponente a su completa merced. Atado de pies y manos, y debilitado por el potente puñetazo, no podría hacer nada por evitar el golpe final. Comenzó a acercarse a él con paso lento pero firme, tratando de asimilar toda aquella información.
- Es el momento del golpe final, supongo...
Ayame sacudió ligeramente la muñeca, y con un característico chasquido un kunai apareció en su mano. El público contenía la respiración desde las gradas. Y Ayame se detuvo justo enfrente del muchacho. Se agachó junto a él...
«Puedo acabar con él de un solo golpe...»
Y con un último movimiento de muñeca...
...
...Le cortó las ataduras que constreñían su cuerpo.
«Pero yo no voy a ser esa clase de monstruo.»
—Tú también has combatido muy bien, Curro-san —le dijo, con una cálida sonrisa. Le ofrecía una mano, pero sólo los dedos índice y corazón estaban extendidos: El sello de la reconciliación—. Me lo has puesto verdaderamente difícil más de una vez. Ha sido un placer combatir contra ti.
• PV:–
• CK:– –
Objetos: Bomba de humo, Hilo shinobi (2 usos), Kunai, Shuriken x1
Daño recibido
Daño causado
«El Gōsuiwan representa la fuerza del clan Hōzuki»
Las palabras de su tío resonaron en su mente como el eco de un recuerdo lejano. Su brazo recuperó paulatinamente su tamaño normal, como un globo que se estuviera deshinchando. Entre esforzados resuellos, Ayame tragó saliva para sí al tiempo que contemplaba la resolución de su acción. La manga derecha de su camiseta estaba manchada de sangre que no era suya. Juro debía de haberla escupido en el momento del impacto. Juro... que ahora yacía a varios metros de ella enredado entre los hilos.
— Felicidades, jaque mate —las débiles palabras del muchacho llegaron hasta sus oídos, entre violentos ataques de tos—. Me da vergüenza admitirlo, pero me has pillado totalmente, lo has hecho mucho mejor que yo...
Ayame ladeó ligeramente la cabeza, sopesando posibilidades. Tenía a su oponente a su completa merced. Atado de pies y manos, y debilitado por el potente puñetazo, no podría hacer nada por evitar el golpe final. Comenzó a acercarse a él con paso lento pero firme, tratando de asimilar toda aquella información.
- Es el momento del golpe final, supongo...
Ayame sacudió ligeramente la muñeca, y con un característico chasquido un kunai apareció en su mano. El público contenía la respiración desde las gradas. Y Ayame se detuvo justo enfrente del muchacho. Se agachó junto a él...
«Puedo acabar con él de un solo golpe...»
Y con un último movimiento de muñeca...
...
...Le cortó las ataduras que constreñían su cuerpo.
«Pero yo no voy a ser esa clase de monstruo.»
—Tú también has combatido muy bien, Curro-san —le dijo, con una cálida sonrisa. Le ofrecía una mano, pero sólo los dedos índice y corazón estaban extendidos: El sello de la reconciliación—. Me lo has puesto verdaderamente difícil más de una vez. Ha sido un placer combatir contra ti.
Estado de Ayame
• PV:
90/110
• CK:
78/150
100/100
Objetos: Bomba de humo, Hilo shinobi (2 usos), Kunai, Shuriken x1
Daño recibido