9/03/2016, 23:14
Según comenzó a hablar el chico, solo una idea inundó la cabeza de la chica.
¿9 o 10 años y aún no se acostumbró al clima? ¿En serio?
Pero al menos expuso cual era el motivo por el cuál tenía tantos modales. No se trataba de que fuese un chico de dinero, o si, se trataba de que se había criado con un familiar bastante mayor. Era lógico que éste le hubiese inculcado unos modales dignos y severos.
Cuando Katomi dijo que le daba palo pensar que viviese en esa choza, éste comentó que no era del todo... y de pronto el techado de ésta voló. Terminó la frase, comentando ilógicamente que no estaba del todo mal la choza. Para cuando lo había hecho, la cara de poker de Katomi era excepcional. No sabía ni qué alegar a eso. ¿Qué diablos debía decir?
Para colmo, el mismo vendaval se llevó también a tomar por saco el paraguas del joven. La escena fue épica, realmente absurda y divertida. Tanto fue así, que la chica no pudo evitar partir a reír.
—Jajajajaja... no, no está nada mal... jajajaja...—
Intentaba parar de reír, pero realmente era difícil. Por mas que antepuso la mano a su boca, su risa era imposible de ocultar. Casi se le saltaban las lágrimas de los ojos, realmente se le estaba yendo de las manos.
¿9 o 10 años y aún no se acostumbró al clima? ¿En serio?
Pero al menos expuso cual era el motivo por el cuál tenía tantos modales. No se trataba de que fuese un chico de dinero, o si, se trataba de que se había criado con un familiar bastante mayor. Era lógico que éste le hubiese inculcado unos modales dignos y severos.
Cuando Katomi dijo que le daba palo pensar que viviese en esa choza, éste comentó que no era del todo... y de pronto el techado de ésta voló. Terminó la frase, comentando ilógicamente que no estaba del todo mal la choza. Para cuando lo había hecho, la cara de poker de Katomi era excepcional. No sabía ni qué alegar a eso. ¿Qué diablos debía decir?
Para colmo, el mismo vendaval se llevó también a tomar por saco el paraguas del joven. La escena fue épica, realmente absurda y divertida. Tanto fue así, que la chica no pudo evitar partir a reír.
—Jajajajaja... no, no está nada mal... jajajaja...—
Intentaba parar de reír, pero realmente era difícil. Por mas que antepuso la mano a su boca, su risa era imposible de ocultar. Casi se le saltaban las lágrimas de los ojos, realmente se le estaba yendo de las manos.