10/03/2016, 02:00
Que triste sería para esa mujer enterarse de que al calvo le encantasen los retos y desafíos. Tan triste...
¿Recién me conoces y ya me estás pidiendo una cita?
La cara de sorpresa de Karamaru era un poema como ningún otro. ¿Acaso había dicho cita? ¿Acaso insinuaba que el monje estaba interesado en una mujer? Nunca se había propuesto pensar en atraer a otra persona como para que ella mencionase una cita. Era ese momento en que la duda ya no era que decirle si no si estaba loca, era inocente o demasiado bromista.
«Yo no quiero una cita. Yo solo quiero conocer gente de mi aldea»
Su mano izquierda rascaba su nuca y con sus ojos abiertos y su cabeza torcida, cual perro que no entiende a su amo, miraba la espalda de la peliblanca que se alejaba tras un bufido. Pero eso no iba a quedar así, no señor, ¿Acaso le estaban ignorando? Esa chica de ojos rojos le había denegado una humilda y amable invitación a conocerse mejor y forjar fuertes lazos entre ninjas.
Negó con la cabeza y en ese momento fue cuando el desafío se presento.
«Así como me prometí entrenar todos los días, prometo en este instante que no descansare hasta poder comer con esa mujer y poder ser amigos. Si, eso, no descansare hasta que seamos amigos. ¡Nuevo reto para trabajar!»
Comenzó a caminar siguiendo a la muchacha a un paso acelerado para acercarse. Se aproximó a su espalda y colocó su cabeza juntó a su oído izquierdo y solo soltó un pequeño susurro.
¿No quieres ser mi amiga?
¿Recién me conoces y ya me estás pidiendo una cita?
La cara de sorpresa de Karamaru era un poema como ningún otro. ¿Acaso había dicho cita? ¿Acaso insinuaba que el monje estaba interesado en una mujer? Nunca se había propuesto pensar en atraer a otra persona como para que ella mencionase una cita. Era ese momento en que la duda ya no era que decirle si no si estaba loca, era inocente o demasiado bromista.
«Yo no quiero una cita. Yo solo quiero conocer gente de mi aldea»
Su mano izquierda rascaba su nuca y con sus ojos abiertos y su cabeza torcida, cual perro que no entiende a su amo, miraba la espalda de la peliblanca que se alejaba tras un bufido. Pero eso no iba a quedar así, no señor, ¿Acaso le estaban ignorando? Esa chica de ojos rojos le había denegado una humilda y amable invitación a conocerse mejor y forjar fuertes lazos entre ninjas.
Negó con la cabeza y en ese momento fue cuando el desafío se presento.
«Así como me prometí entrenar todos los días, prometo en este instante que no descansare hasta poder comer con esa mujer y poder ser amigos. Si, eso, no descansare hasta que seamos amigos. ¡Nuevo reto para trabajar!»
Comenzó a caminar siguiendo a la muchacha a un paso acelerado para acercarse. Se aproximó a su espalda y colocó su cabeza juntó a su oído izquierdo y solo soltó un pequeño susurro.
¿No quieres ser mi amiga?
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘