10/03/2016, 17:42
Los elogios al combate de Takeshi consiguieron arrancarle una sonrisa y una queda reverencia, así que apartó sus pensamientos de encima de Nabi un rato y se concentró en intentar disfrutar de aquella promesa del mejor ramen del lugar, con extra de curry.
Tal y como parecía, Anzu no se dejaba tratar con palabras afectuosas. Parecía independiente, fuerte, atrevida y valiente, quizás más incluso de lo que lo era el propio Daruu. Por un momento sintió envidia, y quiso ser igual de echado para adelante. Pero no llueve al gusto de todos. Bueno, en Amegakure sí que llueve. Quizás no para el gusto de todos, pero joder, vaya que si llueve.
La muchacha tomó unos palillos de madera y empezó a juguetear con ellos entre los dedos. Daruu cogió otro par y se los reservó justo delante.
—¡Bueno, Daruu-san! Dime, ¿cómo están las cosas por la Tormenta? Tan lluvioso y deprimente como de costumbre, ¿me equivoco?
Leyó a través de las palabras como quien se impresiona por la portada de un libro y desea saber más de lo que hay dentro. «¿Como de costumbre?»
—Llueve, pero no es deprimente. Lo hecho de menos —admitió—. ¿Has estado por allí?
Tal y como parecía, Anzu no se dejaba tratar con palabras afectuosas. Parecía independiente, fuerte, atrevida y valiente, quizás más incluso de lo que lo era el propio Daruu. Por un momento sintió envidia, y quiso ser igual de echado para adelante. Pero no llueve al gusto de todos. Bueno, en Amegakure sí que llueve. Quizás no para el gusto de todos, pero joder, vaya que si llueve.
La muchacha tomó unos palillos de madera y empezó a juguetear con ellos entre los dedos. Daruu cogió otro par y se los reservó justo delante.
—¡Bueno, Daruu-san! Dime, ¿cómo están las cosas por la Tormenta? Tan lluvioso y deprimente como de costumbre, ¿me equivoco?
Leyó a través de las palabras como quien se impresiona por la portada de un libro y desea saber más de lo que hay dentro. «¿Como de costumbre?»
—Llueve, pero no es deprimente. Lo hecho de menos —admitió—. ¿Has estado por allí?