10/03/2016, 22:59
— Este Tatsuya es muy correcto. Pensó al escuchar la conversación que tenían sus compañeros. — Perturbador.
-¡Nada de sangre, socio! Un verdadero Yotsuki no lo es por nacimiento, ¡sino por entrenamiento! Y, te aseguro que yo soy una Yotsuki de pura cepa -agregó, confiada-. ¡Venga, vamos a buscar una mesa!
— Yotsuki esto, Yotsuki lo otro. ¡Sí! ¡Vamos a ver que tanto vale ese apellido tuyo que tanto repites! La ignorancia es lo más tranquilizante del mundo. Hay quienes que se impacientan al notarla, pero no saben que esta posición es más una bendición que una maldición. Claro, para el que no la padece. Pues, uno se preocuparía si conocen como funciona tu Kekkei Genkai, ¿verdad? También si saben el origen de tu clan mejor que tú. Y vamos, Hei no es ningún psicólogo, pero sabe muy bien que cuando mencionara la palabra "Yotsuki" se debería andar con mucho cuidado; la chica no andaba sola y había acabado de aceptar un reto que estaba dirigido más a su familia que a ella.
Anzu buscó una mesa con sus ojos, cosa que imitó hacer Hei pero sin resultado. De la nada la chicuela se movió, por lo que Hei dedució que debía seguirla. De seguro había encontrado un lugar.
Pero antes de que se pueda mover Tatsuya lo detuvo.
-Este... Hei-kun, talvez luego de esto podamos hacer esa otra actividad que mencionabas y platicar más tranquilamente para conocernos-.
Consiguiente a sus palabras el hombre cambió su experesión repentinamente. La cara que puso era... indescriptible. Hei reafirmó sus creencias.
— Todo a su tiempo hombre. Le dijo mirando a sus peculiares ojos, ignorando el extraño momento que estaba pasando. — ¿Porqué estás tan apurado? Hei no se andaba con rodeos, desde hace rato había empezado a sospechar de que la presencia de Tatsuya no era una mera casualidad. El bakutonero sostuvo su fría e intimidante mirada sobre Tatsuya. — Acompáñanos. El mensaje de Hei habría sido trasmitido.
— Oh, las apareciencias. Sí que engañan, y mucho. Mantenerlas es lo más dificil, pues a medida que la situación va variando también lo que se quiere trasmitir. Tatsuya-san, te he pillado. Forzó un gesto serio y siguió a Anzu que no estaba muy lejos. — Hombre... ¿Qué diablos con este chico? Parecía buen tipo hasta que se colgó y luego actuó raro... Capaz sea mi imaginación y también capaz no debí haberlo tratado así, pero si piensa que se puede salir con la suya... Sabe muy bien que el hacer otra actividad conllevaría a que estemos los tres juntos, pero la verdad se me están yendo las ganas. Pensó mientras veía los pies de la morocha Yotsuki moverse. — No estoy paranoico. No todo debe estar escrito, no hay cosa como el destino y todos actuamos dependiendo de la situación.
Anzu ya estaba lista, se sacó su kimono y colocó su diestra sobre la mesa que había elegedio para el encuentro. Un top negro sería lo que taparía su pecho. Tatsuya, que parecía haber obedecido a las ordenes de Hei, se dio cuenta de esto y se lo comunicó. Hei ya estaba sentado y a punto de colocar su codo derecho sobre la plataforma, pero Tatsuya lo detuvo con sus palabra dirigidas a Anzu.
-Anzu-chan, ten cuidado, se ve dentro de tu manga, no quiero que algún malpensado te diga algo feo o te vea de manera indecorosa-
El maldito usó el subfijo "-chan". ¿Qué estaba pasando? ¿Le tomó confianza rápidamente o en realidad se conocían de antes? Hei debía actuar y poner las cartas sobre la mesa. Pero no quería arruinar el juego, antes escucharía lo que Tatsuya tenía que decir ante la pesada mirada que Hei estaba depositando sobre él.
-¡Nada de sangre, socio! Un verdadero Yotsuki no lo es por nacimiento, ¡sino por entrenamiento! Y, te aseguro que yo soy una Yotsuki de pura cepa -agregó, confiada-. ¡Venga, vamos a buscar una mesa!
— Yotsuki esto, Yotsuki lo otro. ¡Sí! ¡Vamos a ver que tanto vale ese apellido tuyo que tanto repites! La ignorancia es lo más tranquilizante del mundo. Hay quienes que se impacientan al notarla, pero no saben que esta posición es más una bendición que una maldición. Claro, para el que no la padece. Pues, uno se preocuparía si conocen como funciona tu Kekkei Genkai, ¿verdad? También si saben el origen de tu clan mejor que tú. Y vamos, Hei no es ningún psicólogo, pero sabe muy bien que cuando mencionara la palabra "Yotsuki" se debería andar con mucho cuidado; la chica no andaba sola y había acabado de aceptar un reto que estaba dirigido más a su familia que a ella.
Anzu buscó una mesa con sus ojos, cosa que imitó hacer Hei pero sin resultado. De la nada la chicuela se movió, por lo que Hei dedució que debía seguirla. De seguro había encontrado un lugar.
Pero antes de que se pueda mover Tatsuya lo detuvo.
-Este... Hei-kun, talvez luego de esto podamos hacer esa otra actividad que mencionabas y platicar más tranquilamente para conocernos-.
Consiguiente a sus palabras el hombre cambió su experesión repentinamente. La cara que puso era... indescriptible. Hei reafirmó sus creencias.
— Todo a su tiempo hombre. Le dijo mirando a sus peculiares ojos, ignorando el extraño momento que estaba pasando. — ¿Porqué estás tan apurado? Hei no se andaba con rodeos, desde hace rato había empezado a sospechar de que la presencia de Tatsuya no era una mera casualidad. El bakutonero sostuvo su fría e intimidante mirada sobre Tatsuya. — Acompáñanos. El mensaje de Hei habría sido trasmitido.
— Oh, las apareciencias. Sí que engañan, y mucho. Mantenerlas es lo más dificil, pues a medida que la situación va variando también lo que se quiere trasmitir. Tatsuya-san, te he pillado. Forzó un gesto serio y siguió a Anzu que no estaba muy lejos. — Hombre... ¿Qué diablos con este chico? Parecía buen tipo hasta que se colgó y luego actuó raro... Capaz sea mi imaginación y también capaz no debí haberlo tratado así, pero si piensa que se puede salir con la suya... Sabe muy bien que el hacer otra actividad conllevaría a que estemos los tres juntos, pero la verdad se me están yendo las ganas. Pensó mientras veía los pies de la morocha Yotsuki moverse. — No estoy paranoico. No todo debe estar escrito, no hay cosa como el destino y todos actuamos dependiendo de la situación.
Anzu ya estaba lista, se sacó su kimono y colocó su diestra sobre la mesa que había elegedio para el encuentro. Un top negro sería lo que taparía su pecho. Tatsuya, que parecía haber obedecido a las ordenes de Hei, se dio cuenta de esto y se lo comunicó. Hei ya estaba sentado y a punto de colocar su codo derecho sobre la plataforma, pero Tatsuya lo detuvo con sus palabra dirigidas a Anzu.
-Anzu-chan, ten cuidado, se ve dentro de tu manga, no quiero que algún malpensado te diga algo feo o te vea de manera indecorosa-
El maldito usó el subfijo "-chan". ¿Qué estaba pasando? ¿Le tomó confianza rápidamente o en realidad se conocían de antes? Hei debía actuar y poner las cartas sobre la mesa. Pero no quería arruinar el juego, antes escucharía lo que Tatsuya tenía que decir ante la pesada mirada que Hei estaba depositando sobre él.