11/03/2016, 05:11
Tatsuya intentó advertir a la joven Anzu, aunque si bien ella reaccionó nuevamente de manera espontánea con una nueva pero no menos escandalosa risotada.
-Tranquilo, Tatsuya-san, ¡que si alguno de estos paletos se pasa de la raya, le parto los dientes!
El joven parecía sorprendido, pero luego le parecío algo simpático por parte de ella, vaya concepto de "simpático" que tiene Tatsuya, pero bueno, al fin y al cabo que te enseñen modales no te hace tener más sentido común, así que respondió con una sonrisa a la morena kunoichi.
-No dudo que lo harías- Dijo de manera alegre el joven.
El joven Tatsuya buscó donde sentarse, sin embargo le incomodó la mirada de Hei, que parecía estar acusándolo como si hubiese cometido un crimen muy grave, Hei no le quitaba los ojos de encima, y Tatsuya ante esto se sintió un poco triste y bajó la mirada como un perro regañado. No sabía que había hecho mal para ganarse esa mala mirada de parte de Hei, no deseaba terminar enemistado con él como suele ocurrir con toda la gente, le desanimaba pensar en eso. Sin embargo bruscamente Anzu golpeó la mesa haciéndolo poner los pies en la tierra.
El joven como había planeado observaría mientras cumplía su ritualesca y extraña costumbre, tomó asiento cerca de Anzu que luego de golpear su puño contra su palma colocó su brazo en la mesa, como intentando intimidar a los que estuviesen cerca, de pronto un tipo ebrio de tropezó con el asiento de Tatsuya, el joven soló miro de reojo a ese hombre pero no le dio mayor importancia al notar en que estado se encontraba el hombre, sin embargo se sintió luego algo molesto al ver como se había juntado una bola de curiosos alrededor del lugar debido a que Anzu había llamado la atención de los presentes, era una situación extraña para él ya que no estaba para nada acostumbrado a este tipo de situaciones, sí, había venido antes a estas fiestas pero como siempre se había mantenido cerca de la gente de élite nunca había visto de cerca este tipo de situaciones.
El joven pensó mejor en observar el pulso mientras limpiaba su arma, sacó un pañuelo y luego desenvainó su espada con mucha delicadeza al punto de que ni siquiera se escuchaba el sonido del metal rozando con la madera, ante este acto muchos de los que se encontraban a su alrededor reaccionaron un poco asustados y se apartaron de donde se encontraba, Tatsuya no entendía el motivo pues para él era de lo más normal del mundo llevar su arma a donde quisiera por muy irracional que sea en realidad, de por sí portarla en un fiesta podía parecer sospechoso pero eso no le entraba en su cabeza, simplemente se alegró de que le dieran su espacio, pasó el pañuelo por la hoja de su arma mientras recitaba unas palabras con serenidad total.
-Espero que no les moleste que le de una pulida a mi arma mientras observo- Dijo dirigiéndose a Anzu y Hei.
Tatsuya realizaba este acto con gran normalidad aunque fuera todo lo contrario, era ilógico en su totalidad, pero bueno era eso o que cambiase totalmente su actitud, cuando se le priva de esto su comportamiento cambia radicalmente, como sí un demonio lo poseyera. El joven prestó atención al lugar donde Anzu y Hei iban a realizar el pulso pero sin dejar de frotar suavemente su ninjatou, sus manos se movían casi automáticamente aunque su vista centrara su atención en otro lado. Además que su estado de animo mejoraba y se volvía mas sereno. Su mirada se llenaba de tranquilidad.
"Será bueno ver como miden sus fuerzas, pero me ayudará también a medir su habilidad, ya que en toda prueba física, no importa que tan trivial sea, el resultado puede definirse más por una técnica que por la pura potencia bruta"- Meditaba el joven shinobi.
-Tranquilo, Tatsuya-san, ¡que si alguno de estos paletos se pasa de la raya, le parto los dientes!
El joven parecía sorprendido, pero luego le parecío algo simpático por parte de ella, vaya concepto de "simpático" que tiene Tatsuya, pero bueno, al fin y al cabo que te enseñen modales no te hace tener más sentido común, así que respondió con una sonrisa a la morena kunoichi.
-No dudo que lo harías- Dijo de manera alegre el joven.
El joven Tatsuya buscó donde sentarse, sin embargo le incomodó la mirada de Hei, que parecía estar acusándolo como si hubiese cometido un crimen muy grave, Hei no le quitaba los ojos de encima, y Tatsuya ante esto se sintió un poco triste y bajó la mirada como un perro regañado. No sabía que había hecho mal para ganarse esa mala mirada de parte de Hei, no deseaba terminar enemistado con él como suele ocurrir con toda la gente, le desanimaba pensar en eso. Sin embargo bruscamente Anzu golpeó la mesa haciéndolo poner los pies en la tierra.
El joven como había planeado observaría mientras cumplía su ritualesca y extraña costumbre, tomó asiento cerca de Anzu que luego de golpear su puño contra su palma colocó su brazo en la mesa, como intentando intimidar a los que estuviesen cerca, de pronto un tipo ebrio de tropezó con el asiento de Tatsuya, el joven soló miro de reojo a ese hombre pero no le dio mayor importancia al notar en que estado se encontraba el hombre, sin embargo se sintió luego algo molesto al ver como se había juntado una bola de curiosos alrededor del lugar debido a que Anzu había llamado la atención de los presentes, era una situación extraña para él ya que no estaba para nada acostumbrado a este tipo de situaciones, sí, había venido antes a estas fiestas pero como siempre se había mantenido cerca de la gente de élite nunca había visto de cerca este tipo de situaciones.
El joven pensó mejor en observar el pulso mientras limpiaba su arma, sacó un pañuelo y luego desenvainó su espada con mucha delicadeza al punto de que ni siquiera se escuchaba el sonido del metal rozando con la madera, ante este acto muchos de los que se encontraban a su alrededor reaccionaron un poco asustados y se apartaron de donde se encontraba, Tatsuya no entendía el motivo pues para él era de lo más normal del mundo llevar su arma a donde quisiera por muy irracional que sea en realidad, de por sí portarla en un fiesta podía parecer sospechoso pero eso no le entraba en su cabeza, simplemente se alegró de que le dieran su espacio, pasó el pañuelo por la hoja de su arma mientras recitaba unas palabras con serenidad total.
-Espero que no les moleste que le de una pulida a mi arma mientras observo- Dijo dirigiéndose a Anzu y Hei.
Tatsuya realizaba este acto con gran normalidad aunque fuera todo lo contrario, era ilógico en su totalidad, pero bueno era eso o que cambiase totalmente su actitud, cuando se le priva de esto su comportamiento cambia radicalmente, como sí un demonio lo poseyera. El joven prestó atención al lugar donde Anzu y Hei iban a realizar el pulso pero sin dejar de frotar suavemente su ninjatou, sus manos se movían casi automáticamente aunque su vista centrara su atención en otro lado. Además que su estado de animo mejoraba y se volvía mas sereno. Su mirada se llenaba de tranquilidad.
"Será bueno ver como miden sus fuerzas, pero me ayudará también a medir su habilidad, ya que en toda prueba física, no importa que tan trivial sea, el resultado puede definirse más por una técnica que por la pura potencia bruta"- Meditaba el joven shinobi.