12/03/2016, 05:06
(Última modificación: 12/03/2016, 05:10 por Uchiha Datsue.)
-¡A otro perro con ese hueso! -contestó con una risa socarrona-. Socio, si hay alguien que conoce bien los problemas de esta cloaca, soy yo. Así que, te sugiero que si de verdad piensas meterte en líos, me supliques protección antes de que alguien te parta un par de huesos.
Datsue soltó una carcajada. Demonios, aquella chica empezaba a caerle bien. Franca, directa y al grano. Justo las cualidades que valoraba de las personas. Justo lo contrario de mí.
—Dudo que exista o vaya existir hombre o mujer en todo Ōnindo capaz de hacer tal cosa. Partirme un par de huesos, quiero decir.
Datsue lo dijo de forma tan espontánea y natural que no se paró a pensar en lo engreído y arrogante que podía sonar. Al menos para los que no conociesen su sobrenatural resistencia ósea, que era casi como decir todo el mundo.
Por otra parte, la kunoichi de Takigakure afirmaba conocer los barrios bajos de Shinogi-to, y no sólo eso, sino que aseguraba poder ofrecer protección. ¿Se podía tener mejor suerte?
Calma, chico… No te precipites. Recuerda lo que pasó con Kunie. Todo eran palabras bonitas, cero problemas… y después desapareció del mapa.
—Hagamos una cosa —propuso el Uchiha—. ¿Qué te parece si me llevas a algún sitio bueno para comer? Algo tranquilo y barato. Sobre todo barato —se corrigió finalmente. Para qué engañarse, le preocupaba más la salud de su bolsillo que la de su estómago—. Yo invito —matizó, y en seguida se preguntó si aquellas palabras salían por primera vez de su boca. Probablemente... Pero esta chica puede ser la clave del éxito en mi alocada empresa. Tengo que embaucarla sea como sea—. Y mientras llenamos el estómago te comento lo que tengo planeado.
Datsue soltó una carcajada. Demonios, aquella chica empezaba a caerle bien. Franca, directa y al grano. Justo las cualidades que valoraba de las personas. Justo lo contrario de mí.
—Dudo que exista o vaya existir hombre o mujer en todo Ōnindo capaz de hacer tal cosa. Partirme un par de huesos, quiero decir.
Datsue lo dijo de forma tan espontánea y natural que no se paró a pensar en lo engreído y arrogante que podía sonar. Al menos para los que no conociesen su sobrenatural resistencia ósea, que era casi como decir todo el mundo.
Por otra parte, la kunoichi de Takigakure afirmaba conocer los barrios bajos de Shinogi-to, y no sólo eso, sino que aseguraba poder ofrecer protección. ¿Se podía tener mejor suerte?
Calma, chico… No te precipites. Recuerda lo que pasó con Kunie. Todo eran palabras bonitas, cero problemas… y después desapareció del mapa.
—Hagamos una cosa —propuso el Uchiha—. ¿Qué te parece si me llevas a algún sitio bueno para comer? Algo tranquilo y barato. Sobre todo barato —se corrigió finalmente. Para qué engañarse, le preocupaba más la salud de su bolsillo que la de su estómago—. Yo invito —matizó, y en seguida se preguntó si aquellas palabras salían por primera vez de su boca. Probablemente... Pero esta chica puede ser la clave del éxito en mi alocada empresa. Tengo que embaucarla sea como sea—. Y mientras llenamos el estómago te comento lo que tengo planeado.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado