13/03/2016, 21:47
Que Datsue iba a provocar una retahíla de risas y carcajadas con su confesión por la alergia era algo que todo el mundo podía predecir. Sin embargo, no pudo evitar fruncir el ceño, molesto por la estridente risotada que laceraba sus oídos. Quiso protestar, pero a falta de una buena ocurrencia para cerrarle la boca optó por callar.
El padre de Anzu se adaptó a la situación rápidamente, preparando un tazón de fideos con verdura y algo de pescado. Mientras cocinaba, el Uchiha seguía dándole vueltas a la anterior respuesta del herrero. Al parecer, cada profesión estaba agrupada en gremios, quienes fijaban el precio de los productos. Supuso que era una manera de evitar la excesiva competencia. Si todo el mundo ponía el precio que quería, siempre podía existir algún listo que vendiese incluso por debajo del coste, para hacerse con el mercado y arruinar a la competencia. Después, con todo el mercado para él, pondría el precio que le diese la gana y se forraría.
Lo cierto es que era un tema muy interesante del que hablar con Hiroshi, pero lo primero era lo primero. Tenía que convencer a Anzu para que le ayudase con su cometido. La observó, comiendo de su plato como una bestia hambrienta que tuviese un pozo sin fondo por estómago.
Menos mal que no la tuve que invitar a comer...
-Una pena... Está mal que lo diga yo, pero me ha salido coj... -intervino Hiroshi, que carraspeó como si se hubiese atragantado- Muy bueno.
—Hmm… Esto también está muy bueno —aseguró, tras comerse el último trozo de pescado—. Muchas gracias por la comida, Hiroshi. En serio, estaba muy rica —dijo, nuevamente más por cumplir que porque le saliese del corazón.
»¿Siempre vivió aquí, Hiroshi? —preguntó, intrigado—. Es que Anzu no me cuenta nada sobre ella, ¿sabe? —comentó, echando una mirada de reojo a la kunoichi, que debía estar al borde de la protesta, teniendo en cuenta que se acababan de conocer—. Y me extraña que siendo usted de aquí, Anzu se haya ido a Takigakure en vez de Amegakure.
Más que extraño, para el Uchiha no tenía sentido alguno.
El padre de Anzu se adaptó a la situación rápidamente, preparando un tazón de fideos con verdura y algo de pescado. Mientras cocinaba, el Uchiha seguía dándole vueltas a la anterior respuesta del herrero. Al parecer, cada profesión estaba agrupada en gremios, quienes fijaban el precio de los productos. Supuso que era una manera de evitar la excesiva competencia. Si todo el mundo ponía el precio que quería, siempre podía existir algún listo que vendiese incluso por debajo del coste, para hacerse con el mercado y arruinar a la competencia. Después, con todo el mercado para él, pondría el precio que le diese la gana y se forraría.
Lo cierto es que era un tema muy interesante del que hablar con Hiroshi, pero lo primero era lo primero. Tenía que convencer a Anzu para que le ayudase con su cometido. La observó, comiendo de su plato como una bestia hambrienta que tuviese un pozo sin fondo por estómago.
Menos mal que no la tuve que invitar a comer...
-Una pena... Está mal que lo diga yo, pero me ha salido coj... -intervino Hiroshi, que carraspeó como si se hubiese atragantado- Muy bueno.
—Hmm… Esto también está muy bueno —aseguró, tras comerse el último trozo de pescado—. Muchas gracias por la comida, Hiroshi. En serio, estaba muy rica —dijo, nuevamente más por cumplir que porque le saliese del corazón.
»¿Siempre vivió aquí, Hiroshi? —preguntó, intrigado—. Es que Anzu no me cuenta nada sobre ella, ¿sabe? —comentó, echando una mirada de reojo a la kunoichi, que debía estar al borde de la protesta, teniendo en cuenta que se acababan de conocer—. Y me extraña que siendo usted de aquí, Anzu se haya ido a Takigakure en vez de Amegakure.
Más que extraño, para el Uchiha no tenía sentido alguno.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado