14/03/2016, 04:13
(Última modificación: 14/03/2016, 04:17 por Uchiha Datsue.)
La pequeña posada se convirtió en un enjambre de chillidos, tos y gente preguntando a gritos qué estaba sucediendo. El anciano se cayó del susto y se hizo una brecha en la cabeza. La posadera optó por intentar salir al exterior y se dio de bruces contra la pared. Koji, mientras tanto, chocó con Ayame cuando la kunoichi trataba de escapar y cayó de espaldas contra Okura, a quién también tiró al suelo.
Un verdadero caos, en el que había más gente tirada sobre el suelo que de pie. Mientras tanto, la kunoichi había aprovechado para confundirse entre la oscuridad de la noche.
Repentinamente, una corriente de aire gélida como el aliento de un iceberg le zarandeó encima de su caballo. Justo en el momento en el que un destello blanco pasaba a su lado. Lo único que pudo sentir fue un par de ojos afilados y fríos como témpanos de hielo clavarse en los suyos, para después no distinguir más que oscuridad y sombras, como si acabase de soñar lo que acababa de ver. Un mal sueño de narices, desde luego.
Pero si había sido una pesadilla Tormenta también lo vio. La yegüa se encabritó, presa del pánico, tirándolo al suelo con la inercia del movimiento.
—¡Auch! ¡Espera…! —exclamó Datsue, que había perdido el aliento tras chocar con la espalda contra el encharcado barrizal. La yegua galopaba, despavorida, por el camino que conducía de vuelta al Puente.
Se levantó a duras penas, con el miedo todavía metido en el cuerpo por aquella extraña visión y la ropa empapada, sin todavía poder creerse que Tormenta le hubiese abandonado por el susto. ¿Sentiría lo mismo Ayame cuando la dejó sola en la posada?
De hecho, ahora que lo pensaba…
—¡Mierda! —exclamó de pronto—. ¡Mierda, joder, mierda! Soy imbécil. ¡Joder, SOY REMATADAMENTE IMBÉCIL!
Imbécil, sin honor y terriblemente desagradecido. El Uchiha sólo se arrepentía de lo primero, claro. Al fin y al cabo, nunca había presumido de lo demás.
Pero quizá ahora ya era demasiado tarde para remendar su error. Miró hacia atrás una última vez, y las siluetas oscuras que conformaban las casas del pueblo apenas se distinguían entre la oscuridad de la noche.
Suspiró, miró al frente y corrió tras Tormenta.
Un verdadero caos, en el que había más gente tirada sobre el suelo que de pie. Mientras tanto, la kunoichi había aprovechado para confundirse entre la oscuridad de la noche.
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Repentinamente, una corriente de aire gélida como el aliento de un iceberg le zarandeó encima de su caballo. Justo en el momento en el que un destello blanco pasaba a su lado. Lo único que pudo sentir fue un par de ojos afilados y fríos como témpanos de hielo clavarse en los suyos, para después no distinguir más que oscuridad y sombras, como si acabase de soñar lo que acababa de ver. Un mal sueño de narices, desde luego.
Pero si había sido una pesadilla Tormenta también lo vio. La yegüa se encabritó, presa del pánico, tirándolo al suelo con la inercia del movimiento.
—¡Auch! ¡Espera…! —exclamó Datsue, que había perdido el aliento tras chocar con la espalda contra el encharcado barrizal. La yegua galopaba, despavorida, por el camino que conducía de vuelta al Puente.
Se levantó a duras penas, con el miedo todavía metido en el cuerpo por aquella extraña visión y la ropa empapada, sin todavía poder creerse que Tormenta le hubiese abandonado por el susto. ¿Sentiría lo mismo Ayame cuando la dejó sola en la posada?
De hecho, ahora que lo pensaba…
—¡Mierda! —exclamó de pronto—. ¡Mierda, joder, mierda! Soy imbécil. ¡Joder, SOY REMATADAMENTE IMBÉCIL!
Imbécil, sin honor y terriblemente desagradecido. El Uchiha sólo se arrepentía de lo primero, claro. Al fin y al cabo, nunca había presumido de lo demás.
Pero quizá ahora ya era demasiado tarde para remendar su error. Miró hacia atrás una última vez, y las siluetas oscuras que conformaban las casas del pueblo apenas se distinguían entre la oscuridad de la noche.
Suspiró, miró al frente y corrió tras Tormenta.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado