14/03/2016, 18:06
Anzu cortó la frase a medio camino. Era más que evidente que el tema de su madre le afectaba más a ella que a su padre, o al menos lo exteriorizaba más. Cada gesto, cada mirada… todo en su lenguaje corporal indicaban que no quería seguir hablando del tema. Captado el mensaje, el Uchiha se propuso no echar más sal en la herida en lo que quedaba del día.
-Bueno, qué. ¿Vas a contarme ya esa mierda o no? Como después de tanta expectación me salgas con alguna tontería, te juro que...
—¿Crees que me he recorrido medio Ōnindo por una tontería? —la interrumpió, molesto—. He venido a Shinogi-to por una muy buena razón. Por dos muy buenas razones, más bien.
El Uchiha se detuvo, colocándose el kasa que hasta el momento colgaba tras su espalda. Luego, tras mirar a izquierda y derecha y comprobar que no había nadie, introdujo una mano bajo su capa de viaje.
—La primera —continuó, mientras rebuscaba con la diestra en un bolsillo interior de su túnica—, es que quería estar lejos de mi hogar. Para que no llegasen a salpicarme los problemas en casa. La segunda, porque Shinogi-to es famosa por tener las mayores bandas criminales de todo Ōnindo. ¿Y por qué me interesan las bandas criminales? —preguntó de forma retórica—. Pues porque planeo darles el mayor golpe que han visto en sus puñeteras vidas.
Al fin, Datsue encontró lo que buscaba. Sacó un papelito, blanco por ambos lados, del tamaño de un billete.
—Y todo gracias a esto —dijo, con adoración, mostrándole el papel como si en vez de una simple hoja fuese el mayor tesoro del mundo.
-Bueno, qué. ¿Vas a contarme ya esa mierda o no? Como después de tanta expectación me salgas con alguna tontería, te juro que...
—¿Crees que me he recorrido medio Ōnindo por una tontería? —la interrumpió, molesto—. He venido a Shinogi-to por una muy buena razón. Por dos muy buenas razones, más bien.
El Uchiha se detuvo, colocándose el kasa que hasta el momento colgaba tras su espalda. Luego, tras mirar a izquierda y derecha y comprobar que no había nadie, introdujo una mano bajo su capa de viaje.
—La primera —continuó, mientras rebuscaba con la diestra en un bolsillo interior de su túnica—, es que quería estar lejos de mi hogar. Para que no llegasen a salpicarme los problemas en casa. La segunda, porque Shinogi-to es famosa por tener las mayores bandas criminales de todo Ōnindo. ¿Y por qué me interesan las bandas criminales? —preguntó de forma retórica—. Pues porque planeo darles el mayor golpe que han visto en sus puñeteras vidas.
Al fin, Datsue encontró lo que buscaba. Sacó un papelito, blanco por ambos lados, del tamaño de un billete.
—Y todo gracias a esto —dijo, con adoración, mostrándole el papel como si en vez de una simple hoja fuese el mayor tesoro del mundo.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado