15/03/2016, 13:07
Buenas noches, Eri. Me encuentro bien. Y no tengo habitación, así que si no te importa me quedaré aqui durmiendo en el suelo con Mike hasta que la reparen.
Vale, bien, estaba bien, estaba vivo, y podía hablar con normalidad. La sangre volvió a distribuirse por sus extremidades y tiñó de nuevo sus mejillas de un color rosado, además de que su corazón volvió a crear un compás armónico, respuesta más que evidente de que se estaba tranquilizando en su totalidad. Nabi posó su mano en el pelo, intentando en vano ordenarlo aun a pesar de su escaso volumen de éste, pero la verdad es que parecía indomable, incluso más que nunca.
Tengo que decirte una cosa y preguntarte otra. Empezaré por lo que te tengo que decir, porque es más importante y tampoco quiero que te obsesiones con ello. Ya se lo dije a Juro, pero quiero que tú tambien lo sepas. Y ese tal Yota de Uzushiogakure que tambien ha pasado, pero no me gusta, se llama igual que Kaguya Yota, es raro y sospechoso. Además, no nos dieron ninguna explicación para su muerte.
Frunció el ceño, la verdad es que no se había parado a pensarlo. Sasagani Yota... Dos personas diferentes con un nombre igual, la verdad era que... Olía demasiado a chamusquina, más sin embargo ambos tenían raiton. Pero no podía juzgar a nadie, el pelirrojo no tenía nada que ver con el Kaguya, y aunque le dolía la pérdida del chico aun sin saber la razón de su muerte - descubrió que había desaparecido del mapa poco tiempo después, pero sin razones sobre la mesa, solo palabras dichas -, había descubierto que, después de dedicarle un día entero a llorarle su muerte, la vida seguía, por él y por ella.
Luego apareció el arácnido, el Sasagani Yota pelirrojo, con caramelos y telarañas, nada de huesos... ¿Y si solo era una coincidencia? Si, la verdad es que solo debería ser eso.
La inocencia de la kunoichi del remolino era bastante clara a estas alturas.
-Yo creo que Yota, el pelirrojo, no tiene nada que ver con Yota, el rubio. Además, si pasa algo malo, ¡seré la primera en enterarme! Después de todo... Siempre he sido una de las más cercanas al... Kaguya Yota, ¿por qué no de la arañita? - Preguntó dejando entrever una sonrisa por entre sus rojizos labios, sin embargo volvió a callar cuando el joven rubio comenzaba a relatar el principal problema.
La cuestión. Amegakure tiene un jinchuriki, un shinobi que tiene sellado en su interior a un bijuu, ese shinobi tiene más o menos nuestra edad así que la probabilidad de que se haya apuntado a este evento es bastante alta, o por lo menos, de que este presente en los dojos ahora mismo. Así que extrema las precauciones cuando te relaciones con gennins de la Lluvia, y la kunoichi que ha pasado a la segunda ronda, si te toca con ella, ten mucho cuidado. Ella y Hanaiko Daruu son los dos principales sospechosos entre los participantes del torneo.
''¿Pero no era Hachiko?''
Suspiró, sabía que Amegakure tenía un jinchuuriki, pero le daba igual. Sí, un bijuu, un bicho capaz de destruir aldeas enteras, era claramente algo de lo que asustarse y de lo que plantearse bien con qué estás luchando. sin embargo era un jinchuuriki, una persona que tenía una criatura dentro de él o ella, con o sin su permiso, y no dejaba de ser una persona, como Nabi, como Yota y como ella misma.
-No te preocupes, Nabi-kun, estaré bien, no creo que ni Hanaiko Daruu, que, recuerda, no ha pasado a la segunda ronda... - Recordó mientras cerraba los ojos con fuerza que había conocido aquella información hace poco, cuando descubrió que ni él ni Nabi habían pasado por empate, parpadeó varias veces, un poco enrabiada ya que hubiese deseado que su compañero hubiera pasado, se lo merecía. -... Ni... La otra chica de Ame, Aotsuki Ayame... - Ayame... Ese nombre hizo que una calidez recorriera su espalda, con recuerdos de una noche difícil y una sensación de paz burbujeante en su cuerpo. - Vayan a hacerme daño, a mí, otra participante y una chica como ellos... ¿No crees? - Susurró mientras llevaba una mano a su mejilla, acariciándola lentamente. - ¡Ellos serán mis amigos!
Estaba segura de eso.
Después, mi pregunta es ¿qué piensas de cómo soy ahora?
-Eres tú -. Respondió casi de inmediato. era Nabi, Uchiha Nabi, su mejor amigo y su gran caballero de dorada armadura. Y sonrió casi de forma refleja mientras acariciaba con la yema de los dedos su blanca mejilla -Eres Nabi, mi mejor amigo, y aunque... seas más serio que cuando estábamos en aquel lugar... Sé que sigues siendo aquel chico que me protege y me cuida siempre que lo necesito - Terminó de caminar con sus dedos hasta la barbilla del chico, con una caricia tierna a la par de que terminaba de hablar. -Y bueno, eres rubio y alto, y tienes una kodachi que se vuelve negra cuando te apetece. ¡Yo también quiero! - Exclamó con renovadas energías. -¿Por qué me preguntas esto?
Vale, bien, estaba bien, estaba vivo, y podía hablar con normalidad. La sangre volvió a distribuirse por sus extremidades y tiñó de nuevo sus mejillas de un color rosado, además de que su corazón volvió a crear un compás armónico, respuesta más que evidente de que se estaba tranquilizando en su totalidad. Nabi posó su mano en el pelo, intentando en vano ordenarlo aun a pesar de su escaso volumen de éste, pero la verdad es que parecía indomable, incluso más que nunca.
Tengo que decirte una cosa y preguntarte otra. Empezaré por lo que te tengo que decir, porque es más importante y tampoco quiero que te obsesiones con ello. Ya se lo dije a Juro, pero quiero que tú tambien lo sepas. Y ese tal Yota de Uzushiogakure que tambien ha pasado, pero no me gusta, se llama igual que Kaguya Yota, es raro y sospechoso. Además, no nos dieron ninguna explicación para su muerte.
Frunció el ceño, la verdad es que no se había parado a pensarlo. Sasagani Yota... Dos personas diferentes con un nombre igual, la verdad era que... Olía demasiado a chamusquina, más sin embargo ambos tenían raiton. Pero no podía juzgar a nadie, el pelirrojo no tenía nada que ver con el Kaguya, y aunque le dolía la pérdida del chico aun sin saber la razón de su muerte - descubrió que había desaparecido del mapa poco tiempo después, pero sin razones sobre la mesa, solo palabras dichas -, había descubierto que, después de dedicarle un día entero a llorarle su muerte, la vida seguía, por él y por ella.
Luego apareció el arácnido, el Sasagani Yota pelirrojo, con caramelos y telarañas, nada de huesos... ¿Y si solo era una coincidencia? Si, la verdad es que solo debería ser eso.
La inocencia de la kunoichi del remolino era bastante clara a estas alturas.
-Yo creo que Yota, el pelirrojo, no tiene nada que ver con Yota, el rubio. Además, si pasa algo malo, ¡seré la primera en enterarme! Después de todo... Siempre he sido una de las más cercanas al... Kaguya Yota, ¿por qué no de la arañita? - Preguntó dejando entrever una sonrisa por entre sus rojizos labios, sin embargo volvió a callar cuando el joven rubio comenzaba a relatar el principal problema.
La cuestión. Amegakure tiene un jinchuriki, un shinobi que tiene sellado en su interior a un bijuu, ese shinobi tiene más o menos nuestra edad así que la probabilidad de que se haya apuntado a este evento es bastante alta, o por lo menos, de que este presente en los dojos ahora mismo. Así que extrema las precauciones cuando te relaciones con gennins de la Lluvia, y la kunoichi que ha pasado a la segunda ronda, si te toca con ella, ten mucho cuidado. Ella y Hanaiko Daruu son los dos principales sospechosos entre los participantes del torneo.
''¿Pero no era Hachiko?''
Suspiró, sabía que Amegakure tenía un jinchuuriki, pero le daba igual. Sí, un bijuu, un bicho capaz de destruir aldeas enteras, era claramente algo de lo que asustarse y de lo que plantearse bien con qué estás luchando. sin embargo era un jinchuuriki, una persona que tenía una criatura dentro de él o ella, con o sin su permiso, y no dejaba de ser una persona, como Nabi, como Yota y como ella misma.
-No te preocupes, Nabi-kun, estaré bien, no creo que ni Hanaiko Daruu, que, recuerda, no ha pasado a la segunda ronda... - Recordó mientras cerraba los ojos con fuerza que había conocido aquella información hace poco, cuando descubrió que ni él ni Nabi habían pasado por empate, parpadeó varias veces, un poco enrabiada ya que hubiese deseado que su compañero hubiera pasado, se lo merecía. -... Ni... La otra chica de Ame, Aotsuki Ayame... - Ayame... Ese nombre hizo que una calidez recorriera su espalda, con recuerdos de una noche difícil y una sensación de paz burbujeante en su cuerpo. - Vayan a hacerme daño, a mí, otra participante y una chica como ellos... ¿No crees? - Susurró mientras llevaba una mano a su mejilla, acariciándola lentamente. - ¡Ellos serán mis amigos!
Estaba segura de eso.
Después, mi pregunta es ¿qué piensas de cómo soy ahora?
-Eres tú -. Respondió casi de inmediato. era Nabi, Uchiha Nabi, su mejor amigo y su gran caballero de dorada armadura. Y sonrió casi de forma refleja mientras acariciaba con la yema de los dedos su blanca mejilla -Eres Nabi, mi mejor amigo, y aunque... seas más serio que cuando estábamos en aquel lugar... Sé que sigues siendo aquel chico que me protege y me cuida siempre que lo necesito - Terminó de caminar con sus dedos hasta la barbilla del chico, con una caricia tierna a la par de que terminaba de hablar. -Y bueno, eres rubio y alto, y tienes una kodachi que se vuelve negra cuando te apetece. ¡Yo también quiero! - Exclamó con renovadas energías. -¿Por qué me preguntas esto?