21/03/2016, 22:04
La peliblanco fue alagada por Mogura tras su exhibición, éste solo necesitaba volver a recolocar su mandíbula en su sitio, aunque no literalmente. Quedó realmente asombrado, y hasta le dedicó un aplauso al espectáculo. Realmente tampoco había sido demasiado, aunque sus técnica de elemento fuego quizás sobresalían un poco al nivel habitual en un genin, sobretodo porque se especializaba en éste tipo de técnicas.
El chico confirmó que realmente era correcto mantener las distancias con esa técnica, evitando así quedar calcinado sobre las aguas. Así mismo, agradeció a la chica que le hubiese mostrado una técnica de su repertorio. Pensándolo en seco, era arriesgado enseñar una técnica a un desconocido, pero por otro lado bien cierto era que ese chico era un aliado. No cabía a pensar que ese chico fuese a usar ese conocimiento en su contra.
—Muchas gracias.— Respondió sin demora.
La chica le devolvió la sonrisa, y se mantuvo inalterable sobre las aguas. Sus ojos se mantenían en el chico, el cuál ahora había de mostrar una de sus técnicas. Aunque éste admitió que no sería tan impresionante como la de ella.
—Nah... no pasa nada. Es normal que mi técnica sea bastante poderosa, me dedico principalmente a entrenar mis técnicas de katon. Lo importante es la intención, y el modo de usar las técnicas. Por simple que sea, saber usar una técnica hace relucir las habilidades de un shinobi. Me encantará ver tu técnica.—
Intentando darle ánimos, la chica le intentó empujar a que le mostrase la técnica. Después de todo, era su turno, no tenía porqué tener vergüenza... ya casi se podían considerar amigos.
La chica se mantuvo en pie, firme. Esperaba con ánimos y una clara sonrisa al turno de su antagonista, el cuál quizás le mostrase ahora una técnica médica. Realmente no sabía con qué le saldría, pues comentó que también tenía otras facultades, que no se especializaba solo en ninjutsu médico.
El chico confirmó que realmente era correcto mantener las distancias con esa técnica, evitando así quedar calcinado sobre las aguas. Así mismo, agradeció a la chica que le hubiese mostrado una técnica de su repertorio. Pensándolo en seco, era arriesgado enseñar una técnica a un desconocido, pero por otro lado bien cierto era que ese chico era un aliado. No cabía a pensar que ese chico fuese a usar ese conocimiento en su contra.
—Muchas gracias.— Respondió sin demora.
La chica le devolvió la sonrisa, y se mantuvo inalterable sobre las aguas. Sus ojos se mantenían en el chico, el cuál ahora había de mostrar una de sus técnicas. Aunque éste admitió que no sería tan impresionante como la de ella.
—Nah... no pasa nada. Es normal que mi técnica sea bastante poderosa, me dedico principalmente a entrenar mis técnicas de katon. Lo importante es la intención, y el modo de usar las técnicas. Por simple que sea, saber usar una técnica hace relucir las habilidades de un shinobi. Me encantará ver tu técnica.—
Intentando darle ánimos, la chica le intentó empujar a que le mostrase la técnica. Después de todo, era su turno, no tenía porqué tener vergüenza... ya casi se podían considerar amigos.
La chica se mantuvo en pie, firme. Esperaba con ánimos y una clara sonrisa al turno de su antagonista, el cuál quizás le mostrase ahora una técnica médica. Realmente no sabía con qué le saldría, pues comentó que también tenía otras facultades, que no se especializaba solo en ninjutsu médico.