Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
—Un placer, Lei. —Dijo Eri, sincera—. Yo soy Uzumaki Eri, de Uzushiogakure.
Luego se giró a Daigo, pues fue su turno para presentarse. Lo miró justo cuando él la miraba, sonriente. Eri sonrió de vuelta en cuanto escuchó sus últimas palabras.
—Gracias por haberme ayudado a pararla, sin vosotros no sé qué hubiera pasado —agradeció, aunque sí sabía que hubiera pasado, claro. Pero era algo que mejor no quería recordar.
La voz de Lei y sus palabras borraron su sonrisa y sus ojos azules se posaron en su figura. ¿De qué hablaba? ¿Acaso ella estaba al corriente de lo que estaba pasando allí?
—¿Sabes quién está detrás de todo esto? —preguntó con toda su atención puesta en la nueva integrante de aquel improvisado equipo—. ¿Qué ha pasado aquí?
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Lei asintió, obteniendo también la atención de Tsukiyama Daigo, quien hasta ahora ni siquiera había valorado la posibilidad de que esto lo hubiese hecho alguien.
—Lo hizo un hombre llamado Uchiha Ikki. Hace un tiempo empezó a sellar Gebijuu en vasijas para utilizarlos para sus propios intereses. También parece que puede sellarlos en personas para crear una especia de Jinchuuriki de Gebijuu, pero solo temporalmente. —Explicó—. Llevo un tiempo siguiéndole la pista, pero esta es la primera vez que consigo acercarme tanto.
La chica miró hacia la aldea, donde había sucedido el primer ataque.
—Todavía no les he preguntado... ¿qué sucedió justo antes del ataque? Quizás eso me pueda dar una pista para encontrarlo de nuevo.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Eri se quedó impactada ante lo que escuchaba de Lei. Uchiha Ikki, un hombre que sellaba gebijū en personas para crear Jinchūrikis temporales. Le daba escalofríos solo con pensar que aquella mujer que se encontraba sellada en el suelo era una persona a la que le habían sellado a la fuerza algo en su interior.
—Todavía no les he preguntado... ¿qué sucedió justo antes del ataque? Quizás eso me pueda dar una pista para encontrarlo de nuevo.
Eri miró a Daigo. Luego dejó caer su cabeza, como si estuviera cansada de tenerla en alto.
—Fuimos atacados por una especie de manada de lobos gigantes. Se plantaron en la aldea y tuvimos que encargarnos de ellos... ¿Te suena de algo? A lo mejor están relacionados...
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Esta vez fue el turno de Daigo de explicar qué había pasado justo antes de lo sucedido. Eri pudo descansar por unos segundos, haciendo memoria de lo ocurrido cuando salieron a toda prisa del lugar donde kusajin y uzujin se encontraron.
«¿Qué había?»
Mucho revuelo, gente chillando, el caballo saliendo corriendo...
—Habían vasijas en el suelo... —soltó, de pronto, como si se hubiera dado cuenta de algo—. Quizá... Quizá fue él quien los estaba trayendo.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
—¡Es verdad! —Exclamó Daigo, dándose cuenta de lo que implicaba—. Entonces puede que...
Lei asintió.
—Sí, puede que se encuentre allí... —dijo, y se llevó la mano al mentón—. De todos modos, ahora es la única pista que tengo. Gracias.
La chica se levantó y miró a ambos chicos, antes de mirar al sello que había quedado en el suelo.
—Uzumaki Eri, de Uzushiogakure y Tsukiyama Daigo, de Kusagakure ¿verdad? —Confirmó—. ¿Les importa si los dejo con esto? Si cuando salga no ha vuelto a la normalidad, solo tendréis que esposarla y todo estará bien.
—¿A dónde vas? —Se apresuró a preguntar Daigo, antes de que se marchase.
—A investigar. —Respondió—. En cuanto lo localice enviaré una misión a vuestras aldeas. ¿Les importa si especifico que querría que los enviasen a ustedes?
El peliverde miró a Eri, algo confundido por la petición.
—Supongo que no pasará nada. —Dijo, antes de girarse hacia Lei—. Estaría encantado de ayudar.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Sus sospechas podrían ser ciertas, pero no por ello tendrían la oportunidad de pillar a alguien que estaba sembrando el caos por la zona, tendrían que esperar al momento oportuno. Al menos, Daigo y ella. Lei, por su parte, pareció dispuesta a seguirle la pista, pidiéndoles, antes de nada, que se ocuparan de la mujer sellada en el suelo.
Daigo preguntó por su próximo destino: ella seguiría buscando a aquel hombre. No quedó en eso, pues, probablemente enviaría una misión para ellos más adelante.
—No hay problema por mi parte, a ambas cosas —dijo por fin la única pelirroja del grupo—. Si podemos hacer algo para detenerle, cuenta conmigo.
Le daba un poco igual si Daigo era kusajin, pues, al fin y al cabo, ambos tenían un objetivo en común: dar caza a Uchiha Ikki.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Cuando Lei abandonó la escena, Daigo se giró a Eri ofreciéndole, con amabilidad, una píldora de soldado. Sin embargo, Eri se encontraba mucho mejor tras haber descansado un rato. Por ello, se levantó y caminó hasta su sello.
«Cosas así me hacen sentir orgullosa. Al menos sirvo para algo.»
—Ven, prepárate porque la voy a desellar. Estaré alerta, tú colócale las esposas en cuanto tengas oportunidad.
Tras decir aquello, Eri le hizo una señal antes de hacer que su sello se rompiera. Y entonces...
[spoiler=Inventario a la vista]- Hitai-ate [De diadema]
- Gin [Sellada en la palma de la mano derecha]
- Chaleco militar [0/5]
- Portaobjetos básico [7/10] [En la parte posterior de su obi]
¤ Ippan no Fūinjutsu
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Y entonces la mujer fue liberada del sello, y el chakra del Gebijuu empezó a salir de su boca en forma de diminutas motas de chakra anaranjado que poco a poco fueron llevadas por el viento.
—¿Qué...? —El chico se quedó con las esposas en la mano. Se le había olvidado ponérselas—. Creo que no hará falta esposarla.
La mujer estaba inconsciente y con algunas heridas por su combate, pero al menos parecía estar viva.
—Deberíamos llevarla con un médico... —dijo—. ¿Quieres que me encargue yo?
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Eri se había puesto en guardia, esperando por un monstruo a aparecer. Sin embargo, nada de eso pasó. El chakra anaranjado —muy similar al suyo propio— se evaporó como agua al sol de su cuerpo, ahora inconsciente sobre el suelo.
Al menos parecía estar viva.
—Deberíamos llevarla con un médico... —dijo—. ¿Quieres que me encargue yo?
—No desestimaría esposarla, aunque no parece que lo necesitemos, no... —contestó a lo primero—. Llévala, sí, necesita atención médica cuanto antes —asintió—. Yo informaré a quien esté al mando aquí de que sus ciudadanos tengan cuidado.
Se ofreció pese a no tener ni idea de a quién tenía que remitirse, pero bueno, tenía que ponerlos alerta si no quería que hubiera más accidentes.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
—¡De acuerdo! —Le dijo—. Yo estaré por aquí un par de días más, por si necesitas algo, pero tendré que irme antes de que se me acabe el tiempo.
Se agachó para coger a la señora en brazos y levantarla.
—Deberíamos entrenar mucho para cuando Lei nos llame. Tiene pinta de que será una misión importante. —Le sonrió para darle ánimos—. Así que esforcémonos mucho hasta que llegue el momento ¿vale? ¡Nos vemos!
Y con eso, ambos ninja tomaron caminos separados, hasta el día en el que les llegase la carta que los llamaría a cumplir con su misión.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!