Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#91
Por un instante, todo pareció incluso aún más confuso para Rin, quien apenas entendió lo que Sora le pronunció antes de lanzarse sobre ella para tirarla al suelo. Para ella fue como si un blanco ángel de ligeros tonos azulados la hubiera empujado a camara lenta; ni siquiera se fijó bien en la expresión de Sora, pero si en sus preciosas pestañas blancas y su bello color de ojos. Fue entonces cuando algo la empujó lanzándola en el sentido contrario y devolviendo el tiempo a su curso natural.

¿¡Sora!? — gritó incorporándose solo parcialmente en el suelo, viendo a Sora algo dolorida y buscando también ponerse en pie.

Rin volteó de inmediato el rostro en búsqueda de su agresor, y empezó a ponerse en pie con una creciente ira. Parecía aquella bestia que estaban buscando, y las había atacado por sorpresa antes de que pudieran ellas intentar siquiera ser las depredadoras.

¡Tú! ¡Pedazo de mierda! — alzó ambos brazos hacia el mismo lado por el que venía el coletazo para detener el impacto. — Te voy a romper todos los putos dientes contra el bordillo de la cera.
Responder
#92
A pesar de bloquear el coletazo, recibió un daño considerable (10 PV) y la fuerza del impacto la arrastró varios centimetros hacia un lado. La criatura vio su oportunidad, teniendo a Rin justo enfrente y se lanzó a morderla con todas sus hileras de dientes.

Sora apenas había conseguido ponerse en pie y estaba desenvainando su katana mientras aquello sucedía.
Responder
#93
Fue entonces tras su bloqueo, que la bestia buscó devorarla. Rin se apartó hacia atrás, evadiendo sus dientes por escasos centímetros y aprovechando ese momento para propinarle un gancho en la mandíbula que fue acompañado por un fuego que envolvió su brazo dando un pequeño estallido en el momento del impacto (24 PV). Tras ello, buscó generar algo de distancia dando un salto hacia atrás apartándose un par de metros. Entonces se podría en una posición de combate, con un pie adelantado al otro y un puño haciendo exactamente lo mismo con respecto a su otro brazo.
Responder
#94
Rin acertó de lleno a la criatura, pero esta ni siquiera se amedrentó un poquito. Se volvió a lanzar sobre ella mientras intentaba alejarse, esta vez la arrancaría un brazo del mordisco antes de poder reaccionar.

¡No! — la espada de Sora se interpuso en el último momento y pudo detener el mordisco.

La criatura intentó volver a golpearla con su cola, pero Sora se giró para bloquear ese golpe también. No parecía que fuese a parar de atacar hasta que estuviese muerta, pero Sora parecía poder bloquearle todos los ataques. Sin embargo, no tenía ninguna ventana para atacar.
Responder
#95
Un segundo mordiscó se avecino sobre Rin antes de poder separarse, pero por suerte para ella, Sora lo interceptó con su espada. También volvió a atacar con la cola, e igualmente Sora haciendo un gran manejo de sus habilidades fue capaz de detenerlo. Parecía ser capaz de parar todos sus ataques, pero no le terminaba de dar una ventana con la que poder atacar.

¡Sigue deteniéndolo así, yo me ocuparé de llevármelo por delante! — dijo acercándose nuevamente para propinarle una patada en llamas en el costado de la misma forma que había hecho anteriormente con su puño (24 PV).
Responder
#96
El plan parecía no tener fisuras, excepto que el animal nunca había tenido a Sora por objetivo. Cuando recibió la patada en el costado, ni se movió a pesar de los daños que habia recibido, enroscó su cola alrededor de la pierna de Rin y apretó con fuerza (20 PV).

Aquello le dio tiempo a Sora a preparar su ataque, un destello blanco atravesó el espacio entre la bestia y Rin, seccionando limpiamente su cola y liberando a la kunoichi. Todo lo que había tocado ese destello empezó a congelarse, haciendo que el gebijuu gritase de dolor.

Intentó volver a lanzarse a por Rin, pero apenas le quedaban fuerzas. Todos los daños que había ido recibiendo se le acumulaban.
Responder
#97
Rápidamente fue atrapada por la cola del monstruo, y Rin alzó los brazos en alto para empezar a acumular aquel chakra igneo que poseía. Pero antes de poder desencadenarlo, Sora cortó limpiamente la extremidad de aquel ser, sin poder siquiera darle la opción a sangrar dado el hielo que empezaba a extenderse tanto por su cuerpo como por la cola cercenada.

Igualmente, la criatura volvió a atacar a Rin sin apenas fuerzas, y Rin recortó la distancia para que no pudiera tener mucho margen de maniobra, volviendo a propinarle otra flamígera patada (24 PV).
Responder
#98
El animal enloquecido y perturbado por el chakra de bijuu se desplomó finalmente en un estallido de ceniza carmesí que se disipó a los pocos segundos. Sora guardó elegantemente su arma en la vaina y acto seguido cayó al suelo.

Hasta entonces habían puesto todos sus sentidos en el combate, pero ahora Rin podría ver un reguero de sangre desde donde Sora había sido estampada hasta donde estaba ahora. Provenía de su costado, probablemente herido en el choque.

Habia media docena de personas mirando, impresionadas de la actuación de las muchachas y demasiado confusas por lo que acababa de suceder.
Responder
#99
Al acabar desplomándose la bestia, Rin se quedó observándolo, jadeando por el combate. Recortó un poco la distancia, y le dio una suave patada para ver si el cuerpo reaccionaba de alguna forma; al ver que no era así, sonrió levemente, y pronto se giró de golpe para mirar a Sora eufórica.

¡JA! ¡¿Has visto eso?! ¡Nadie puede parar al Dragon de...! — Pero en mitad de cantar su victoria, pudo ver como Sora se retorcía ligeramente del dolor, con bastante sangre por su cuerpo, viendo desde donde venía el enorme rastro de esta.

Corrió de inmediato, visiblemente aterrada y tropezandose momentaneamente en el proceso antes de finalmente alcazarla.

¿¡D-Donde te ha golpeado!? ¿¡T-Tienes un botiquín!? — Se volteó entonces extremadamente alterada para mirar a la muchedumbre. — ¿¡Hay alguien que sepa de medicina!?
Responder
Sora se apoyó contra una de las paredes de un edificio cercano. Se llevó la mano al costado, viendo entonces la sangre. Suspiró pesadamente y le cogió una de las manos a Rin.

Rin. Lo has hecho bien. — dijo dramaticamente quitándose la bandana y poniendola en la mano de Rin. — Eres una auténtica kunoichi.

Después de decir esas palabras cayó inconsciente. Al mismo tiempo, una voz se abrió paso entre la multitud.

Quitad de en medio, idiotas. — una chica de pelo anaranjado apareció entre los curiosos.

No parecía tener indumentaria de médica ni de kunoichi, pero se acercó a la inconsciente Sora sin pensarselo dos veces.

No es muy grave, pero si tardamos en tratarlo sí lo será. Cogela y traela a mi casa, donde no me respiren en la nuca mientras le hago una cura. — pidió con suavidad y presteza, enseñandole el camino.

Si Rin cogía a Sora en brazos notaria que prácticamente no pesaba nada. Como una muñeca de trapo.
Responder
Las palabras de Sora hicieron que Rin palideciera lentamente con los ojos completamente abiertos en blanco. Quiso decir algo, quejarse y patalear, pero rápidamente alguien de entre los espectadores se acercó abriendo paso entre ellos. Rin la dejó comprobar sus heridas, y la obedeció sin una sola queja, tomándola en brazos y haciendo algo de presión en la herida para que no se desangrara demasiado; era lo poco que tenía de conocimiento médico.
Responder
La mujer de pelo anaranjado la guió hasta una casa cercana, cerrando la puerta tras ellas. Cuando pasaron por al lado de la muchedumbre algunos agradecían y otros preguntaban si podían ayudar, la mujer no contestaba a nadie.

Una vez en su casa la guió hasta la cocina donde había una mesa un poco alargada, quitó las cosas de encima rapidamente y le hizo un gesto para que dejara a la herida.

La mesa era demasiado pequeña y le colgaban las piernas a Sora, pero era lo que había. La mujer le abrió el lateral de la ropa con un cuchillo y miró la herida. Chasqueó la lengua y miró a Rin, solo para volver a mirar a Sora y poner las manos sobre la herida sin llegar a tocarla. Una luz verde emanó de ellas y la herida de Sora empezó a cerrarse.

Cuando acabó le pasó una píldora a Rin.

Hazsela tragar.
Responder
Rin siguió las instrucciones al pie de la letra, escuchando las palabras de los pueblerinos como un ruido blanco de fondo irreconocible. Estaba ligeramente pálida, y muy asustada en el proceso, cuando la dejo sobre la mesa, no se le pasó lo más mínimo, tan solo estaba en completa tensión, obedeciendo lo que aquella mujer le pedía. Cuando aquella luz ligeramente verdosa empezó a cerrar la visible herida de Sora, Rin pareció volver a respirar; dejó escapar el aire ligeramente de golpe por la boca, relajando también algo su cuerpo.

¿C-Como lo hago? — preguntó nerviosa, sosteniendo la pastilla con el índice y el pulgar. — ¿Un poco de agua?
Responder
Es una pildora, tiene que morder y tragar. Como no va a poder morder, partesela en la boca y que trague. Levantala un poco. — le explicó con paciencia mientras se acercaba y le levantaba el torso un poco para ayudarla.

¿Otra vez, querida? ¿No tuviste suficiente con la pelirroja? Eres incluso más insaciable que yo. — se escuchó desde la puerta de la cocina.

En el marco de la puerta había una mujer morena más mayor que ninguna de las presentes. Llevaba un corsé negro de cuero y un pantalón marrón. Sus labios eran rojos como la sangre, al igual que su mirada.

Madre, no es el momento.

La última vez que te trajiste a una herida acabasteis casadas. Una se preocupa.

La pelinaranja enrojeció.

¡Madre! No es el momento y no es cierto, no estamos casadas. Somos socias.

Vivis bajo el mismo techo y dormís en la misma cama, si es que dormís, eso es un matrimonio.

Tras decir eso, le guiño un ojo a Rin y se marchó.

Me voy al trabajo. No mancheis demasiado.
Responder
La chica volvió a obedecer sin intención de discutir lo más mínimo. Abrió la boca de Sora con sus dedos con cuidado, partiendo la pastilla en su interior; después, la hizo alzarse un poco como le había indicado y posteriormente la barbilla. Fue entonces cuando quien parecía que era la madre de la chica entró a montar una pequeña escena. Rin no estaba para ánimos, solo podía prestar atención al estado de Sora, por lo que se mantuvo en silencio todo el rato mirando momentáneamente a aquella mujer. Cuando el guiño un ojo, hizo una mueca de desagrado con la boca antes de volver a fijarse en Sora.

Gracias... De verdad... N-No se que habría hecho si no hubieras llegado... C-Creo que podía intentar cauterizar la herida con mi fuego, pero... N-No se si eso sería suficiente... — Respondió con una mala cara de preocupación.
Responder



This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.