Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#1
El sol se alzaba en su máximo esplendor en Yugakure, los vendedores y turistas, como yo, transitaban con calma por sus calles; era la primera vez que estaba en esta villa, lo único que sabía es que eran famosas por sus termas, ese fue el motivo que me hizo aventurarme hasta aquí, lo que no sabía es que la mayoría de las posadas que me gustaban tenían los precios por las nubes, acababa de salir del quinto hostal con las manos vacías.

«Tenía que haberme traído más dinero.»

Suspiré.

Había invertido gran parte de la mañana en buscar un lugar en dónde alojarme, el tiempo seguía transcurriendo y yo aún cargaba mi pesada mochila, empezaba a sudar bajo los rayos inclementes del astro rey y la moral empezaba a bajar lentamente.

«Será mejor que busque un lugar para comer y después siga.»

Entré a un local pequeño y acogedor, me senté en la única mesa disponible que era para dos personas —. Un té helado y un yakisoba, por favor— le pedí a la muchacha que se acababa de acercar.
Hablo (Aquamarine)
«Pienso»
Akito (Teal)
Naoko (Lightcoral)

Avatar patrocinado por Rōga
Responder
#2
¡Hoolaaaaa, Yugakure!

Sagisō Kuumi entraba a la ciudad. Vestía un yukata muy corto y estilizado, con un cuello de pelusa. Esa prenda tan extravagante, así como las gafas de sol que portaba, llamaban la atención fácilmente de los transeúntes. La chica pelirroja bajó levemente sus gafas.

Ehm… No se ve a como la pintan. ¿Verdad, Ran-chan?

Detrás de ella iba una chica alta y una larga trenza. A diferencia de Kuumi, su hermana Ranko no desbordaba confianza, sino pena. Portaba una yukata más tradicional, fresca y de tonos sobrios.

Ahm… pues… Se ve… acogedor

Eres demasiado amable, Ran-chan. Incluso con las ciudades. ¡Esperemos que las aguas termales estén al nivel! ¡Andando!

Kuumi prosiguió, caminando con tanta confianza como si fuese la dueña de la aldea. Ranko dio un par de pasos para ponerse a su altura.

¡E-espera, Kuu-chan! ¿Y si vamos por algo de comer antes?

¡Aah! ¡Buen punto! Uhm… ¡Ya sé! Iré a reservar las termas, nunca se sabe qué tan disponibles estarán (creo). Mientras, ve a conseguir algo de comer. ¿Te parece? ¡Chaíto!

Antes de que la de la trenza pudiese objetar, Kuumi se alejó a paso firme. Ranko se quedó allí, en medio de la gente que iba y venía, y se petrificó por un rato. Vio alrededor y notó un local pequeño.

”¡Perfecto! No habrá mucha gente…”

Aunque, claro, la suerte le jugó una mala pasada, y no vio mesa libre alguna.

Di… discul… Discul… Disculpe… —Le preguntó a quien supuso era parte del personal —. ¿Ti… tiene… tiene algu…?

—¿Mesa? ¡Por supuesto! —La chica miró en derredor, y vio sólo un espacio disponible. Como buena trabajadora de un negocio, insistió en usar el último lugar posible para evitar perder un potencial cliente. La mujer empujó a Ranko levemente hasta la mesa, donde había una atractiva chica de cabellos negros —. Disculpe, ¿está esperando a alguien? ¿Le molesta si la señorita ocupa esta silla? ¿Verdad que no?

Ranko estaba tiesa como roca y roja como tomate. Odiaba tener que molestar a otros, aunque la chica del local no le dejaba muchas opciones.

”Oh, cielos. Que diga que está ocupado, por favor…”


Sorry, me entretuve y no pude contestar antes XD
Pensamientos (Plum) Diálogos (PaleVioletRed)

Responder
#3

Don't worry =3

—Aquí está su bebida— la muchacha dejó el cristal sobre la mesa y se marchó, posiblemente a atender a otros clientes.

Le di un rápido sorbo mediante la pajilla y sentí la frescura en mi garganta «está perfecto!»

—. Disculpe, ¿está esperando a alguien? ¿Le molesta si la señorita ocupa esta silla? ¿Verdad que no?

—¿Eh?— volteé a ver a la muchacha que me acababa de traer el té, luego noté a la chica de la clineja, estaba colorada hasta más no poder —. ¿Estás bien?— Me levanté con un poco de preocupación, puse mi mano en su hombro y la noté un poco tensa —Tranquila, no está ocupado, puedes sentarte— fui hasta dónde estaba la otra silla y la retiré para ayudarle —. Ha de ser el calor, tráele un té helado rápido!— pedí.

—¿Segura que está bien?— me senté frente a ella, y le di otro sorbo.
Hablo (Aquamarine)
«Pienso»
Akito (Teal)
Naoko (Lightcoral)

Avatar patrocinado por Rōga
Responder
#4
La chica aceptó que Ranko se sentara en su mesa. Y no sólo eso: se preocupó por ella y le ordenó un té helado.

”OH CIELOS SANTO, NOOOOO” Ranko gritaba mentalmente, mientras que su boca se torcía en una sonrisa algo forzada. La chica sentía que su rostro estallaría, y que su ropa se empaparía de sudor.

Gra. —dijo nada más.

”¡Ranko! ¡No comiences, por favor! ¡Vamos, ya lo has hecho antes!” La chica tragó.

Gra… gracias —soltó un suspiro mental —. S-sí… Sí, e-e-estoy bien. E-e-es solo…

”¿Qué? ¿Qué excusa darás, Ranko?” se regañó. Sus manos jugueteaban entre sí sobre su regazo, sin control suyo. Su mirada estaba puesta sobre la mesa, y casi no se levantaba hacia su interlocutora.

E-es mi… primera vez… a-aquí.

”¡AAAH! ¡No sé si eso lo mejora o empeora!”

Esperaba que la chica entendiera que tenía pena de estar en tal lugar, sola (momentáneamente). Aunque en realidad Ranko ya había ido al País del Rayo hacía meses, sí era cierto nunca había ido a Yugakure antes.
Pensamientos (Plum) Diálogos (PaleVioletRed)

Responder
#5
E-es mi… primera vez… a-aquí.— balbuceó .

—Aahh... — hice silencio —¿Eres tartamuda? — pregunté repentinamente, es que la oí repetir varias veces sus propias palabras —. Y disculpa que sea tan directa, es que me entró la duda, digo... Así puedo saber sí es que realmente lo eres o simplemente te pasa algo más.

Le dí otro sorbo a mi té mientras esperaba a que mi acompañante respondiera.

—Soy Mei, un gusto— sonreí.

Poco después la camarera trajo el té frío que le pedí a la muchacha.
Hablo (Aquamarine)
«Pienso»
Akito (Teal)
Naoko (Lightcoral)

Avatar patrocinado por Rōga
Responder
#6
El “¿Eres tartamuda?” reverberó por larguísimos segundos en la mente de Ranko. Aunque la chica se disculpó, la de la trenza no pudo evitar sentirse bastante cohibida. Su interlocutora, quien se presentó como Mei, le intimidaba en demasía. Que alguien le tratase de la nada así, de manera tan familiar, le hacía ver que ella misma carecía de muchas habilidades que otros poseían en abundancia.

Yo… E-este… Ah… —Los hombros de Ranko se alzaron como si fuesen a fundirse con su cabeza, eliminando su cuello en el proceso —. N-n-no. No lo… No lo soy. S-s-sólo… Sólo estoy algo… Ah… Soy… L-lo siento.

Inclinó un poco la cabeza, sin apartar la vista de la mesa. Pronto, un vaso con un té helado apareció frente a ella, lo cual le sirvió para enfocar sus ojos. No sabía qué decir. ¿Qué tenía? ¿Cuál era su problema?

”En serio, ¿cuál es, Ranko? ¿Qué te pasa?” Sus ojos siguieron las gotas de condensación que se formaban en el exterior del vaso y caían lentamente sobre la superficie de la mesa.

M-me llamo Ranko. Sagisō Ranko —Tragó como si estuviese comiendo piedras —. M-mucho gusto, Mei-san.

Con mano temblorosa levantó el vaso y tomó un sorbo de la bebida. Al instante, el dulce líquido enfrió su cuerpo, y le devolvió una breve sensación de calma.

Lo siento —Se disculpó por enésima vez —. M-me pongo… ma… Me pongo mal. A veces. Gra… Gracias. Por el té.

No dijo más ni especificó, pues no se dio el valor para ello. Tomó un segundo sorbo y un tercero se volvió un trago.
Pensamientos (Plum) Diálogos (PaleVioletRed)

Responder
#7
Yo… E-este… Ah. N-n-no. No lo… No lo soy. S-s-sólo… Sólo estoy algo… Ah… Soy… L-lo siento.

«Creo que será mejor que deje de hacer preguntas incómodas...» llegado a este punto preferí no mirarle directamente, enfoqué mi visión en su trenza, en el color de su cabello, en su ropa, en cualquier otra cosa con tal de no incomodar, mucho, a la muchacha.

M-me llamo Ranko. Sagisō RankoTragó como si estuviese comiendo piedras. M-mucho gusto, Mei-san.

—El gusto es mio Sagisō-san— sonreí amablemente.

Y nuevamente lo hizo, ¿qué clase de problemas tenía esta chica? Vivía disculpándose cada dos por tres... Empezaba a sonar irritante, cansino...

Suspiré intentando tomarlo con calma.

—Tranquila, no has hecho nada por lo que debas disculparte— dije en tono agradable, debía ser un poco paciente, no podría afrontarla directamente como hace unos segundos — Y... ¿Qué haces por aquí Sagisō-san?

Poco después llegó la mesonera con el plato que la había pedido, aprovechando el momento para dirigirse a mi acompañante —. ¿Va a pedir algo más? Quizá... ¿Otro té?— ofreció esperando su respuesta.

Por mi parte tomé el par de palillos y uní mis manos, agradecí por la comida y luego comencé a comer con lentitud, disfrutando del sabor de los tallarines.
Hablo (Aquamarine)
«Pienso»
Akito (Teal)
Naoko (Lightcoral)

Avatar patrocinado por Rōga
Responder
#8
Mei se notaba muy amable, y no fallaba en ser respetuosa con Ranko. A su vez, ésta lo agradecía, aunque de manera silenciosa. Un momento después, la de la trenza se dio cuenta de algo:

”Acaso… ¿es Mei su nombre? ¡Qué irrespetuoso sería de mi parte llamarla por su primer nombre apenas conocerla! Aaaay cielos cielos… ¿Por qué no me dijo su apellido?”

La misma Mei le sacó de su ensimismamiento al decirle que no había nada de qué disculparse. Ranko bebió otro sorbo de té y tragó un “lo siento”. La chica le preguntó entonces el motivo de su estancia en Yugakure.

Bu-Bueno… Vine con mi… ehm… hermana. P-pero ella fue… ahm… Fue a… Creo que fue a revisar las termas. I-iremos más tarde.

Estaba a punto de devolverle la pregunta a Mei cuando la mesera regresó a la mesa con un plato de yakisoba. Le preguntó si ordenaría algo más, a lo que Ranko respondió con un muy largo “mmm”.

Esto… Yo… S-sí —Hizo una larga pausa y, justo antes de que la mesera le repitiera la pregunta, volvió a hablar —. Udon. Te-Tempura udon. Por… Por favor. S-si fuese ta-tan amable. Y-y-y no fuese una… molestia.

Como si nunca antes hubiese pedido algo en un restaurante o puesto de comida, Ranko se sintió encogerse en su asiento mientras fijaba los ojos de nuevo en su bebida.

Cuando alzó la mirada, la mesera ya se había retirado para cumplir con su servicio. Ranko suspiró.

Lo si… Ehm… Hay… cosas. Cosas que son difíciles… para mí —Tosió —. ¿Mei-san también e-está aquí de… ahm… viaje?

Bebió otro par de tragos de su té, mientras deseaba que los dioses imbuyeran a Mei de una paciencia inmensa.
Pensamientos (Plum) Diálogos (PaleVioletRed)

Responder
#9
Bu-Bueno… Vine con mi… ehm… hermana. P-pero ella fue… ahm… Fue a… Creo que fue a revisar las termas. I-iremos más tarde.

«Esto se está volviendo un tanto irritante...» la inseguridad de Ranko empezaba a molestarme, su voz frágil e inconsistente...

Aproveché el incómodo silencio que se hizo cuando la mesonera esperaba para apuntar la orden para seguir comiendo, lo hacía con calma y disfrutando el sabor de este exquisito plato, sin duda alguna, una buena elección; cerré mis ojos y mis mejillas se encendieron, el gusto de la comida me acababa de robar una sonrisa, una muy grande —. ¡Que delicioso!

Lo si… Ehm… Hay… cosas. Cosas que son difíciles… para mí ¿Mei-san también e-está aquí de… ahm… viaje?

Abrí mis ojos lentamente, posando mis orbes directamente en ella —. Espera... ¿Qué has dicho? — hice una breve pausa, tan pequeña que no le permitiría a responder —. ¿Qué tu hermana está buscando termas?— pregunté cayendo en cuenta de que no había reaccionado en el momento adecuado, seguramente todo se desvió con la llegada de la mesera —. Yo tengo pensado quedarme un par de días, pero las posadas que me gustan o son muy costosas o están llenas— bebí otro trago, el té se estaba acabando.

—Es una lástima que no conozco a alguien joven en una situación similar— comenté mientras metía otro tallarin a mi boca —. Podría... Podría compartir habitación, sería más económico y agradable— comí otro tallarin —. A pesar de que las termas de aquí son muy famosas he escuchado que viene mucha gente mayor, y que a veces es un poco... Incómodo, sobre todo porque ellos son muy conversadores, te empiezan a contar su vida repentinamente, pedir opiniones y después no sabes como escapar....— ¿habría sido muy sutil o muy directa? ¿o estaba exagerando? No lo sabía a ciencia cierta, para mi era casi que una petición a gritos, y realmente lo era, pero... ¿Qué sería para ella?

«¿Y sí le hago un dibujito?» miré el plato, no habían más tallarines....
Hablo (Aquamarine)
«Pienso»
Akito (Teal)
Naoko (Lightcoral)

Avatar patrocinado por Rōga
Responder
#10
La chica comenzó a comer de su plato, disfrutando lentamente de sus alimentos. En el silencio sólo roto por el comer de Mei, Ranko alzó la mirada. Por la manera en la que había llegado a la mesa (y por haber mantenido los ojos anclados hacia abajo casi todo el rato), Ranko no había reparado tanto en la apariencia de su interlocutora.

Era una chica bastante guapa, de cabellos negros y azules, y cuerpo bien formado. No lo sabía con certeza, pero estimaba que, de pararse, tendrían la misma estatura. Su rostro mostró una enorme sonrisa al saborear el yakisoba, tomando una expresión que, por un momento, hizo olvidar a la kusajin la pena que sentía.

De repente, Mei abrió los ojos, pues los había cerrado para extasiarse del gusto de los tallarines. Sus orbes esmeraldas le robaron sin querer un suspiro a Ranko.

”¿Cómo puede tener ojos tan lindos?” pensó, sin siquiera evitar la mirada de la chica.

El comentario de Mei acerca de que ella también buscaba quedarse le hicieron volver en sí y bajar rápidamente sus ojos a su vaso medio vacío de té. Lo que le dijo, sin embargo, le hizo caer en cuenta de algo apocalipticamente horrible.

”Es… ¡es cierto! ¡Son termas muy famosas y estarán llenas de gente! ¡Moriré!”

¿E-e-es en… es en serio? —Ranko se había puesto roja a más no poder, y su respiración se aceleró —. Oh, no. OH NO.

Se imaginó dentro de las aguas, rodeada de un montón de señoras viejas y rechonchas, alegres, pero queriendo contarle sus épocas de oro hasta con el más mínimo detalle.

“Señorita, me recuerda a mi nieta, le cuento que una vez…”

“Señorita, ¿trabajas aquí? Quisiera otra bebida...”

“Señorita, tállame la espalda.”

“Señorita, ¿vienes de lejos? ¿vienes sola? ¿quieres que te cuente de dónde vengo yo? ¿quieres que te cuente sobre mis nueve hermanos y mis doce hijos? Bueno, ponte cómoda porque esto va pa’ largo…”

”¡NOOOOOOOO!”

Su grito fue mental, claro, pues en la realidad parecía echar humo de las orejas. Parecía una alarma a punto de timbrar, o una bomba a punto de estallar. Quien le devolvió un poco a la realidad fue la mesera, quien le traía un calientito plato de sopa udon con camarones con tempura en su superficie. Ranko enfocó sus ojos en ellos como quien mira un oasis después de días de vagar sin rumbo. De repente, su mente rebobinó aquello que Mei había dicho, y lo repasó lentamente.

”Espera, Ranko… Dice que o son costosas, o están llenas. Significa que… ¡las más costosas no están llenas! Aunque no es garantía de que estén vacías… ¡Pero es mejor que estar rodeada de gente tan bulliciosa! El costo no será un problema, padre y madre nos dieron bastante efectivo. ¡Ay, qué dilema! ¿No podíamos habernos ido a una solitaria y calmadita montaña? ¡No! ¡Tenía que ser el lugar superturístico! ¿No, Kuumi? ¡Jum!”

Una cucharada del udon y un poco de su pasta le hizo pensar con mucha más calma. Tal vez era porque Kuumi tenía un cuerpo más pequeño y requería menos alimento, pero parecía que a Ranko le daba el doble de hambre que a su hermana. Una comida deliciosa siempre era una óptima medicina, y vaya que aquel udon estaba delicioso.

Yo… Di-disculpe, Mei-san… Yo también… Bueno, nosotras… buscamos dónde quedarnos y… Yo… realmente no… quisiera estar en… Disculpe mi pregunta, pero… ¿sa-sabe cuáles son las más… ahm… las termas más vacías? Tal… Tal vez podríamos bu-buscar ju… juntas.

Normalmente nunca le pediría a un desconocido que le acompañase de tal manera, pero Mei parecía conocer más de las aguas termales que ella. Y no le daba aires de villana. Bueno, a excepción de las manos esqueléticas que tenía a modo de horquillas. Y la calavera de adorno.

”Uhm… Bueno, sí lo parece un poco. ¡Pero no suena a villana!”
Pensamientos (Plum) Diálogos (PaleVioletRed)

1
Responder
#11
¿E-e-es en… es en serio?

—Sí, es en serio— respondí sin siquiera pensar en las posibles consecuencias que esto podría acarrear.

Ranko se había puesto roja a más no poder, y su respiración se aceleró. Oh, no. OH NO.

«Oh oh...» no hubiese considerado que fuese nada grave hasta que me pareció que iba a estallar, su rostro había abandonado el rojo tomate en milisegundos convirtiéndose en una mezcla de rojo con anaranjado, similar al magma, o bueno como lo había visto en la tele y demás, el punto era que lo único que faltaba era que echase humo por las orejas.

Me quedé anonadada, no volvería a jugar de esa manera con nadie, incluso una pequeña flor de angustia y arrepentimiento empezaba a florecer cuando me pareció notar humo salir de sus orejas, ¿sería mi imaginación? ¿me estaba volviendo loca? No dudé en levantarme y agarrar el vaso y tirar lo que quedaba de té en su cara, debía enfriarla antes de que muriéramos todos aquí; y Ranko hubiese quedado totalmente empapada y calmada, claro sí no me hubiese tomado toda la bebida, tres escasas gotas cayeron directamente sobre la mesa, sí el vaso hubiera estado lleno pensaría que su calor era tal que podía evaporar los líquidos, pero eso sí era exagerar.

—¡VA A ESTALLAR! ¡SALVENSE! — vociferé para luego tirarme al suelo y cubrir mi cabeza con mis brazos, evidentemente nada paso, mi compañera de mesa no explotó y nadie murió, la única herida era yo por haberme tirado repentinamente al suelo, me dolían los codos y las rodillas; por el contrario toda la gente que estaba en el lugar posó sus ojos en nuestra mesa.

«Ahora sí la embarré» mi rostro se llenó de vergüenza y me senté nuevamente, sí pensaba que nadie salió lesionado, ¿ahora que pasaría? Todos esos ojos sobre mi, y sobre Ranko...

Por cosas del destino, la camarera llegó con el plato que pidió mi compañera y lo puso en la mesa, no se marchó sin antes decir: —. No se que les pasa últimamente a los turista, no hemos tardado tanto en traer su plato, ¿o sí?— miró a la de cabellera cobriza.

—¿Sabe qué? Mejor traiga otro par de té helados, está haciendo mucho calor, es todo— reí, todavía apenada.

La muchacha se fue, miré a la ojiambar, al parecer se había calmado, no estaba tan roja como antes, no había humo, empezaba a dudar... ¿Lo habría imaginado? —Lo siento, me asusté por un momento y me dejé llevar— desde mi asiento hice una breve reverencia.

La mesonera volvió con mi pedido, ahora tenía con qué responder sí la temperatura volvía a subir súbitamente, claro sí no me lo bebía antes... —Buen provecho— y di un gran sorbo al té.

Yo… Di-disculpe, Mei-san… Yo también… Bueno, nosotras… buscamos dónde quedarnos y… Yo… realmente no… quisiera estar en… Disculpe mi pregunta, pero… ¿sa-sabe cuáles son las más… ahm… las termas más vacías? Tal… Tal vez podríamos bu-buscar ju… juntas.

«¿¡Estar en qué!?» grité en mi mente, odiaba que me dejaran con la duda, ¿qué iba a decir? — ¿Las termas más vacías dices?— repetí mientras pensaba —. Recuerdo haber visto una, tengo unos folletos aquí, espera...— rebusqué entre mis cosas y saqué tres trípticos —. Estos dos están llenos, así que nada— los deseché sin dar chance a que siquiera Ranko los mirara —. Oh, pero este, sí este es, se llama O-Wata-Tsu-Mi— le facilité el folleto a Ranko.

—Es costoso, sí, pero tiene múltiples termas, con diferentes temperaturas, baños aromáticos, saunas y no recuerdo que más, le eché un ojo, sin duda me encantaría quedarme y probar todas y cada uno de los servicios que ofrece, es una de las mejores opciones de aquí, las otras dos bueno, lamentablemente están llenas— di otro sorbo al té —. No vi a nadie cuando fui, a lo mejor por el horario, o por el costo...
Hablo (Aquamarine)
«Pienso»
Akito (Teal)
Naoko (Lightcoral)

Avatar patrocinado por Rōga
1
Responder
#12
La exagerada reacción de Mei causó que Ranko se apenara mucho más. Después de que la camarera se quejara de los turistas y trajera un segundo encargo de tés helados a la mesa, la chica de la trenza se quedó quieta, mirando su udon por un largo rato. Inclusive cuando Mei sacó de entre sus cosas tres trípticos y le mostró cuáles eran las termas más vacías (y al parecer más caras), Ranko no pudo dejar de pensar en lo que había ocasionado.

Ahora tenía los ojos de los otros comensales encima. No actuó como antes, y lo único notable en ella era el carmesí de su rostro. Comenzó a sentirse pésima por ello. Un minuto entero después, tomó el folleto de Owatatsumi y empezó a leerlo lentamente.

G-gracias.

El lugar se veía en realidad maravilloso, algo costoso, sí, pero podría apostar que pasaría un buen rato con su hermana. Y Mei, al parecer. Ranko dio un trago a su té y comió un poco de su udon.

S-s-sí se ve bastante… bonito —Respiró profundamente, intentando relajarse y ralentizar los latidos de su avergonzado corazón —. S-siento reaccionar a… así. P-pero po… podríamos i-ir al terminar d-d-de comer. S-si Mei-san e-está… si está de a-acuerdo…

”Claro, tendríamos que buscar primero a Kuu-chan. Y cuanto más rápido nos vayamos de este lugar y deje de hacer el ridículo aquí, mejor. ¿Por qué tuve que entrar en este lugar tan abarrotado? Ahora no sé realmente qué pensar sobre Mei-san… Aunque me da más buena espina que mala…”

Ranko se dedicó entonces a saborear su tempura udon tanto como podía, intentando ahogar la pena que sentía con el sabor de aquel platillo. Era realmente delicioso, y no tardó en hacerla recuperar un color más normal, morenito como siempre.

Gracias por… por pedir o-otro té, Mei-san. —No sabía cómo pagar la amabilidad de la chica, aunque pensó que podría pagarla, pues, pagando.
Pensamientos (Plum) Diálogos (PaleVioletRed)

Responder
#13
—¿Ir después de comer?— repetí momentáneamente —. Es una estupenda idea, pero....— mi tono de voz se apagó un poco, llenándose un poco de vergüenza, incluso mi mirada descendió a la mesa —. No cuento con la capital suficiente para costearme esos gastos— sabía ser directa, pero tampoco quería decir literalmente "No tengo dinero", por lo que cambiar las palabras y lograr el mismo significado era lo mejor.

Y repentinamente cambié de actitud, sonreí, era una estupidez, no podía ponerme triste por no entrar a las termas más lujosas del lugar, era un simple capricho mío —Ya vuelvo, creo que he visto que por allá quedan los baños— me levanté mucho antes de que Ranko pudiera agradecer por lo de la bebida.

Me perdí por uno de los pasillos y entre la multitud de clientela y trabajadores, dejando a la muchacha totalmente sola.

Cada milisegundo se hacía cada vez más largo, más lento, cada segundo parecía una eternidad, y ni hablar de los minutos, ¿cuántos habrían pasado desde que me retiré? ¿tres? ¿cuatro? ¿Cómo se encontraría Ranko a solas rodeada de toda esa gente? Incluso algunos todavía seguían lanzando miradas fugaces hacia su posición, podía ver sus sonrisas e intuir que se burlaban de ella, que murmuraban. ¿Cómo lo sabía? Pues los escuché al pasar a su lado, cuando me adentraba al angosto pasillo que me llevó a los sanitarios.
Hablo (Aquamarine)
«Pienso»
Akito (Teal)
Naoko (Lightcoral)

Avatar patrocinado por Rōga
Responder
#14
A Mei le parecía mucho el ir al terminar sus alimentos, mas su comentario acerca de su insuficiente capital le hizo a Ranko fruncir los labios. Se sintió un poco culpable, pues había sido ella misma quien sacó el tema de las termas más caras, solo para evadir a toda la gente posible. Y se sintió aun peor al pensar que tal vez estaba haciendo sentir mal a Mei.

”Aw… Pobrecita… ¡No! Digo, pobre en el sentido de “no puede hacer lo que quiere”, no en el sentido literal de “pobre pobre”. ¡Ay, Ranko, qué cosas dices!”

Pero antes de sugerir cualquier cosa, antes incluso del agradecimiento de Ranko, Mei se levantó y se fue al sanitario.

P-por supuesto… —respondió la chica al aire. Tragó saliva.

Al perder de vista su cuerpo entre la gente, Ranko sintió el lugar abarrotarse más. Sintió como si las mesas se multiplicaran y el espacio entre éstas se redujese a cero. Dirigió por un instante la vista a una de las mesas vecinas y cruzó la mirada con otro comensal. Al instante bajó sus orbes a su plato a medio comer de udon, y gritó. Mentalmente, como siempre.

Gracias a su reacción al escuchar sobre las aguas termales llenas, así como a la reacción exagerada de Mei, muchos de los presentes no apartaban la mirada de Ranko. Observaban cada mínimo movimiento suyo. La juzgaban en silencio y en murmullos, burlándose de ella como la tonta niña que era.

O al menos así le pareció a Ranko, pues no tuvo el valor de alzar la vista de nuevo y no alcanzaba a escuchar si en realidad estaban cuchicheando o no.

Se quedó allí, congelada, con la mirada fija en el último camarón empanizado que descansaba sobre su sopa. Pidiendo ayuda telepáticamente a Kuumi mientras que rogaba para que Mei no tardase demasiado. Ni siquiera tocaría su comida, intimidada por estar rodeada por tanta gente, sin escape. De milagro no comenzó a hiperventilar, lo que de cierta forma era buena señal.
Pensamientos (Plum) Diálogos (PaleVioletRed)

Responder
#15
Pasarían unos segundos más hasta que volviera a entrar en escena, regresé a mi mesa y noté que faltaba poco para que Ranko terminase su plato «bien»

Saqué mi monedero y empecé a contar —. El ambiente está un poco pesado, ¿no crees?— puse la plata sobre la mesa esperando la afirmación de la muchacha —. Pienso que hay que será mejor ir marchando para aprovechar lo que queda de día.

Esperaba que con ello mi compañera ya hubiese terminado el último camarón, incluso que ya hubiese dejado en la mesa el pago de su plato; indistintamente de como fuese la secuencia yo me adelantaría caminando hacia la calle y la esperaría ahí.

— Y... ¿Ya sabes a dónde iras?
Hablo (Aquamarine)
«Pienso»
Akito (Teal)
Naoko (Lightcoral)

Avatar patrocinado por Rōga
Responder



This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.