· Fue 80
· Pod 40
· Res 100
· Int 40
· Agu 80
· Car 100
· Agi 80
· Vol 80
· Des 100
· Per 70
Tras la cúpula de tierra, Kisame pudo aguantar la noche sin sufrir hipotermia. Su propio calor corporal se acumuló allí dentro, y le sirvió de calefacción rudimentaria, aunque una brisa helada le besaba de vez en cuando a través de la rendija que su técnica mantenía sin sellar. Por la mañana, despertó bien, pero helado y hambriento, y con un buen resfriado que le hacía moquear la nariz y sufrir un importante dolor de garganta.
Al menos, seguía vivo. Y eso era lo importante. Que podía seguir viajando.
Nivel: 6
Exp: 15 puntos
Dinero: 350 ryō
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
Sacó un poco de carne ahumada y algunos frutos secos y desayunó fuerte para combatir el cansancio y el frío del exterior mientras maldecía por no saber manejar más de un elemento como algunas personas que él mismo había conocido. Siempre se había considerado bueno en el ninjutsu e incluso alguien promedio en lo demás dentro de la academia (excepto en la fuerza y el combate cuerpo a cuerpo) y ni siquiera sabía encender un fuego, lamentable. Trabajaría duro para poder aprender su segundo elemento lo antes posible, aunque aún era una incertidumbre ese tema ya que, se solía decir que uno no elije sus elementos afines.
Deshizo la técnica una vez había desayunado lo suficiente para que fuese fuerte pero lo justo para no estar empachado y continuó su viaje desde donde lo había dejado la noche anterior. Como no se había alejado del camino más que un par de metros, era sencillo continuar en la misma dirección de anoche, aunque la tormenta de nieve hubiera borrado sus huellas...
Después de consultar cansinamente su mapa una vez más, comprobó si estaba en la buena dirección y continuó caminando hacia el pueblo, aguantando la tos como podía. Algo le decía que iba a volver increíblemente enfermo a Amegakure y su padre le iba a echar una buena bronca por ser tan inútil, así que más le valía curarse completamente antes de estar de vuelta.
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
Aunque evidentemente molesto por el catarro, Kisame llegó sin problemas a Yukio. El clima había mejorado y ahora un espléndido Sol le reconfortaba, aunque seguía haciendo aquél horrible frío. Las calles empedradas y las casitas bajas de aquella ciudad le recibieron con simpatía. Habría quien podría pensar que Yukio se trataba de un pueblo pequeño, al estar escondido tan al norte, pero nada más lejos de la realidad: era una ciudad enorme.
Y vislumbrando el humo de las chimeneas el muchacho se preguntó: y bien, ¿a dónde tengo que dirigirme y a quién tengo que enseñarle este pergamino?
Esta cuenta representa a la totalidad de los administradores de NinjaWorld.es
Nivel: 6
Exp: 15 puntos
Dinero: 350 ryō
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
Observó la ciudad atentamente. Se notaba que aquellas construcciones eran bajas y contundentes para aguantar las nevadas y las desfachateces cliamtograficas. A primera vista, le gustaba mucho. Podría vivir perfectamente allí si engordara cinco o seis kilos, pero pronto se dio cuenta de que no sabía muy bien a donde tenía que dirigirse con el susodicho pergamino. Lo abrió y leyó lo que ponía brevemente, para, posteriormente comenzar a caminar por la ciudad a buen ritmo en busca de la oficina postal.
Si encontraba un edificio que se acreditara como la oficina postal con algún tipo de cartel, entraría allí a ver que encontraba. Si no, simplemente buscaría a un transeunte cualquiera para preguntarle. Intentaría que fuese una persona adulta, ya entrada en edad, indiferente el sexo y la indumentaria, para abordarle y preguntarle dónde podía encontrar la oficina de correos.
· Fue 80
· Pod 40
· Res 100
· Int 40
· Agu 80
· Car 100
· Agi 80
· Vol 80
· Des 100
· Per 70
En el interior del pergamino, Kisame encontró detalles importantes que probablemente debía haber consultado nada más recibirlo. Para empezar, la localización de la Oficina de Correos de Yukio, en una de las plazas centrales de la villa, llamada Plaza de los Puentes. Pero también el nombre del responsable y por tanto del solicitante de la misión: Ukyo Kodachi. Pese a que el nombre del sitio estaba claro, y más o menos su localización, el joven Kisame lo tuvo muy difícil para dar con el lugar al no disponer de un mapa detallado de la ciudad. Tras preguntar a un par de personas, encontró una anciana amable que no tuvo problemas en guiarle, más o menos callejeando, a través de puentes de piedra, de madera y calles con losas heladas hasta dar con la dichosa Plaza de los Puentes.
Entendió por qué se llamaba así. La Plaza de los Puentes era una explanada amplia, rectangular. El río que cruzaba Yukio pasaba por el centro y se dividía en dos, formando un cuadrado alrededor de un bloque central con un jardín en el que había plantado un pino gigantesco. Dos puentes servían de enlace con la isleta, y otros dos, más grandes, de enlace entre ambos lados de la plaza por donde el canal del río era más amplio.
Tuvo que cruzar uno de los puentes para encontrar su destino: un edificio de madera de aspecto rústico, con las barandillas, pilares y tejado pintados de azul oscuro desgastado. En la fachada había un medallón enorme con un símbolo que representaba un sobre y con otro que representaba un pergamino. Tradición contra modernidad. La Oficina de Correos de Yukio.
Si el muchacho decidía entrar, encontraría una amplia pero solitaria estancia llena de archivadores, poco iluminada y polvorienta. Al fondo a la izquierda, unas escaleras ascendían al piso superior. En el centro de la pared opuesta a la entrada, una chimenea de piedra que daba un calor agradable y que Kisame necesitaba desesperadamente. A la derecha, un mostrador con un hombre uniformado de azul: un enjuto muchacho con gafas que bostezaba derramado en la silla como una gota de aceite resbalando sobre la corteza de un pan duro.
—Aahh... buenos días, ¿qué desea?
Nivel: 6
Exp: 15 puntos
Dinero: 350 ryō
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
Francamente le costó mucho más de lo que esperaba encontrar el sitio en cuestión. Debió de consultar el pergamino antes de salir de Amegakure. Otro fallo de novato. Desde luego, aquella misión le curtiría como ninja y como hombre adulto. Le haría ver las cosas de otro modo, tener más temple aún si cabe y aprendería a aguantar inclemencias climáticas y a no perderse o, al menos, a tomar las precauciones pertinentes para no hacerlo.
Caminó apresuradamente por el pequeño pueblo para encontrar el lugar en cuestión rápidamente y poder entrar en calor para no seguir pasándolo mal por su evidente catarro. Tenía que aprender a encender fuego como fuera. Conseguir un pedernal, o lo que fuera, pero antes de salir de allí lo haría fuera como fuera. La plaza le pareció muy bonita, contempló la belleza de la misma unos instantes mientras cruzaba el puente, para después seguir con su paso acelerado y entrar en el edificio que parecía ser el que buscaba.
Aquel sitio necesitaba una limpieza más que urgente. Parecía que nadie había pasado el polvo desde hacía mucho tiempo. Sin embargo, la agradable temperatura opaco los pensamientos de inmediato y se dispuso a subir las escaleras para encontrarse a un hombre de aspecto somnoliento en lo que parecía una especie de despacho, oficina o algo así. Frotó sus manos intentando entrar en calor y posó el pergamino encima del mostrador para que el hombre lo leyera.
-Buenos días, vengo de Amegakure, estoy buscando al señor Ukyo Kodachi -Dijo con educación y su inevitable y habitual frialdad.
· Fue 80
· Pod 40
· Res 100
· Int 40
· Agu 80
· Car 100
· Agi 80
· Vol 80
· Des 100
· Per 70
El chico se enderezó y se subió las gafas con el dedo corazón para observarle mejor. De arriba a abajo, de hecho.
—¿Ame... gakure? —repitió como un loro con los ojos entrecerrados—. Estamos esperando a alguien de Amegakure, sí. ¿Tienes la acreditación? —solicitó—. Lo siento, pero Kodachi-senpai anda por ahí repartiendo correo. Hoy había mucho trabajo (bueno, como todos los días últimamente), y con la baja de Panko-chan...
Nivel: 6
Exp: 15 puntos
Dinero: 350 ryō
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
4/11/2019, 23:47
(Última modificación: 4/11/2019, 23:48 por Taka Kisame.)
El muchacho empujó el pergamino que había dejado sobre la mesa mientras asentía. Se notaba que aquel empleado tenía mucho sueño y acababa de levantarse. No le culpó por ello y se armó de paciencia, dado que entendía perfectamente su situación. Seguramente ese trabajo no sería lo más entusiasmante del mundo y levantarse cada mañana, con ese frío para ejercerlo... Debía ser agotador, por lo que, con voz clara respondió.
-Si, claro. La tienes justo delante -Comentó mientras trataba de sonreír, pero en realidad no tenía demasiado ánimo para eso. El frío le había hecho mella y estaba bastante cansado, a decir verdad -Con su permiso -Dijo acto seguido, acompañado de una reverencia mientras señalaba sutilmente la chimenea.
Se acercó a ella y comenzó a calentarse las manos y el cuerpo junto al fuego que chasqueaba frente a él. Era reconfortante y agradable y quería aprovechar los pocos instantes que pasara allí dentro para entrar en calor aunque fuera un poco. Pasados unos instantes se quitó la capa de abrigo y la kasa de paja y las posó a una distancia prudencial de la chimenea. pero lo justo para que se secara la mojadura.
· Fue 80
· Pod 40
· Res 100
· Int 40
· Agu 80
· Car 100
· Agi 80
· Vol 80
· Des 100
· Per 70
El muchacho se llevó la mano a la frente. Efectivamente, lo tenía delante. Tomó el pergamino y registró con sus ojos rodeados de ojeras el contenido.
—Ay, de verdad... lo siento, llevamos unos días que no paramos de trabajar y tengo un sueño que me caigo... —dijo, mientras volvía a enrollar el pergamino—. ¿Taka Kisame, cierto? Me llamo Enen Satoshi. Encantado.
»Vienes empapado. ¿Ha sido difícil la travesía?
Nivel: 6
Exp: 15 puntos
Dinero: 350 ryō
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
Kisame giró la cabeza hacia el hombre sin alejarse de la chimenea. Estaba realmente helado de frío, aunque intentaba no hacer drama de ello. Siempre había sido alguien que aguantaba lo que fuera, por lo que, pensó que dadas sus circunstancias no sería descortés hablar desde allí sin acercársele.
-Encantado Enen-kun, disculpa que esté aquí, es que no estoy acostumbrado a tan bajas temperaturas, supongo que me llevará al menos un día acostumbrarme del todo -Dijo con cierto tono nasal debido a los mocos que acumulaba por su resfriado -Bueno... Ha habido algunas complicaciones, pero nada grave, al menos estoy aquí -Concluyó el amejin bromeando, dándose cuenta de que no debía de comentarle lo que pasó a este hombre.
Pensó que quedaría bastante mejor una broma y eso intentó, para que no se diera cuenta de que había estado a punto de morir congelado en medio de una arboleda. Esperaba que el trabajo no fueran demasiadas horas, porque si no su resfriado iba a ser peor. Así que decidió preguntar.
-Cuando empiezo el trabajo? Supongo que en un rato vendrá Kodachi-senpai, verdad? -Preguntó más por protocolo que por ganas de empezar a trabajar.
· Fue 80
· Pod 40
· Res 100
· Int 40
· Agu 80
· Car 100
· Agi 80
· Vol 80
· Des 100
· Per 70
Mientras Kisame le hablaba, Enen se acercó a un armario al fondo de la habitación y comenzó a rebuscar. Caminó hasta estar al lado de Kisame, y le tendió una botella de agua y un par de píldoras pequeñas de color blanco.
—Los resfriados están a la orden del día —dijo—. Tómate una ahora y otra por la noche, y ya verás como mañana estás mejor. Y si no, tenemos más.
»Por el trabajo no te preocupes de momento. Vas a estar un par de semanas con nosotros, de modo que ya tendrás tiempo de arrancar. Por el momento entra en calor y acomódate. Hemos reservado una sala en el piso de arriba para que duermas. Te hemos traído un colchón y unas mantas; ya sé que no es mucho, pero será más barato que pagarte una posada, y así podrás aprovechar mejor la recompensa de la misión.
· Fue 80
· Pod 40
· Res 100
· Int 40
· Agu 80
· Car 100
· Agi 80
· Vol 80
· Des 100
· Per 70
Trama cancelada.
Esta trama no contará para la historia de Kisame ni para el registro de tramas del foro.
|