Esta mañana el joven Kisho se levanto muy animado preparo sus kunais, los limpio detenidamente, tambien hizo lo mismo con todo su equipo estaba tan entusiasmado que se olvido de prepararse el mismo, aun no se habia bañado pero rápidamente se baño se vistio, y salio corriendo tan rapido que tuvo que devolverse a cerrar la puerta por que se le habia olvidado.

La razon de tanto entusiamo era que el joven se habia preparado mucho y ya venia siendo hora de que comenzara almenos haciendo una mision de rango D, el joven habia durado mucho y estaba deseoso de ir en busca de aventuras y cosas asi, asi que no dejo de pensar en ir a visitar a yuna que trabajaba en el edificio del morikage, en verdad el queria ver al morikage pero tenia mucha vergüenza para el era como ver una gran figura pubica, era como eatar delante de una gran celebridad, y el pequeño aun no se sentia muy confiado para esto asi que fue al edificio y logro llegar y entrar entonces empezo a buscar a yuna llego donde estava ella pero era tan temprano que este no se dava cuenta que casi ni habian shinobis en el edificio.

Asi que el joven solo se sento a esperar.

Era una mañana calurosa de verano, y ni siquiera las frondosas copas de los árboles que llenaban la aldea lograban disipar ni un poco la sensación térmica. Dentro del Edificio del Morikage, la situación no era muy diferente, y aunque el personal se había armado con ventiladores y abanicos, el calor se hacía palpable en sus frentes perladas de sudor y en sus gestos cargados de angustia.

Kisho había entrado en la recepción, una amplia sala construida con madera y bambú al más puro estilo tradicional. Pero en lugar de acercarse al mostrador, que se encontraba frente a la puerta principal y detrás del cual se encontraba la encargada, Kamisho Yuna (concentrada en ordenar varios archivadores que poblaban su mesa mientras se abanicaba con su mano libre) decidió sentarse en uno de los múltiples bancos de madera que había a mano izquierda. Desde aquella posición, Kisho pudo ver las múltiples fotografías que poblaban las paredes de la recepción y que representaban a varios personajes importantes de la aldea, entre ellas el mismísimo Morikage.

Kisho estaba sentado observando las fotografias en la pared pero ubo una que desperto mas interes en el que las demas foto y esa foto era la de el morikage, kisho no podia dejar de observar con asombro esa foto de su kage, y solo pensaba


Waooo que bien se ve el morikage, se ve mas joven y mas fuerte, yo quisiera llegar algun dia hacer tan fuerte y valiente como el morikage

Luego se decidio a pararse de el asiento emocionado por la foto de el morikage se acerco al mostrador donde estaba kamisho yuna, y le dijo.


Hola como esta, porfavor quisiera una mision de rango D. Aunque estoy listo para una de rango C pero con una D esta boen

Detrás del mostrador se encontraba Kamisho Yuna, una mujer ya entrada en la edad adulta. Pese a todo, su rostro apenas presenta las arrugas propias de su edad, apareciendo estas de forma muy sutil alrededor de los ojos y en la comisura de los labios. Sus cabellos son de un extraño y exótico color verde esmeralda y que llevaba recogido en un apretado moño sobre la cabeza con ayuda de una horquilla alargada y de color blanquecino. Aquella mañana vestía un kimono de color verde, ligero para sobrellevar el calor, y con estampados de árboles y hierba.

Parecía muy concentrada, ordenando varios archivadores que poblaban el escritorio mientras mascaba con fruición algo que llevaba en la boca, pero en cuanto Kisho se acercó, levantó la mirada de sus ojos esmeraldas hacia él.

—Hola como esta, porfavor quisiera una mision de rango D. Aunque estoy listo para una de rango C pero con una D esta bien.

—¡Oh, buenos días! ¡Claro que sí! ¡Así me gusta que vengáis con motivación! —con una sonrisa satisfecha, la mujer se dio la vuelta en su silla y comenzó a rebuscar en el tercer cajón de su escritorio—. Si ya digo yo que las misiones de Rango C no son para tanto, pero por alguna razón, la gente parece que les tiene miedo. Por cierto, no te había visto por aquí antes, ¿cuál es tu nombre?

Kamisho yuna recibio con mucho agrado al joven kisho y esta escucho la peticion de el, y procedio a buscar una mision, mientras kisho se quedo observando como ella buscaba la mision de entre donde estaban las demas misiones.

• --Que no me habias visto antes por aqui, bueno es que soy un poco muy timido y en realidad aqui siempre esta el morikage y no creo que pueda verlo, es que me pondria muy nervioso, solo de pensar que puedo hacer algun error al momento de hablar o de actuar y que no le guste, eso solamente me pondria en una situacion en vergüenza, no puedo imaginarme que algo salga mal mientras estoy ante su presencia y que el morikage se quede con esa mala impresión de mi--

—Oh, ya veo —contestó Yuna, asintiendo para sí mientras seguía rebuscando en el cajón. Y una sonrisa afable se dibujó en sus labios—. La verdad es que Morikage-sama no suele recibir a los genin, a no ser que sea por alguna urgencia o lo ordene él. Es una persona muy ocupada, ya lo sabes.

De repente sus manos se detuvieron en el archivo, y la mujer volvió la cabeza para mirar al muchacho mientras se abanicaba con una mano.

—¿Cómo has dicho que te llamas, muchacho?

Kisho se quedo observando que ella hablaba mientras seguia buscando su mision, pero esto no le preocupaba lo que le preocupaba era que ella escogiera una mision (D) de poca importancia, aunque en verdad kisho se empezaba a desesperar y comenzo a tocar en el mostrador suavemente con la mano como si estuviera tocando una tambora pero con el mostrador en vez de una tambora, pero suavemente.


• --Kisho, perdon es que me emocione hablando del morikage, siempre me pasa cuando hablo de el, es que es el mejor.--

Kisho era el nombre del muchacho, y Yuna se quedó momentáneamente pensativa.



—Kisho... Kisho... me quiere sonar, pero no acabo de caer... —murmuraba. Cerró el cajón y, de vuelta al mostrador, cogió un archivador de color verde y lo abrió por una de las primeras páginas. Una lista de nombres interminable apareció ante sus ojos y la recepcionista fue recorriéndola con el dedo mientras el chico seguía tamborileando con sus dedos contra la superficie de madera—. ¡Ah, Hyūga Kisho! ¡Aquí estás! Ah, así que eres uno de los últimos graduados en la academia... Eso quiere decir que esta es tu primera misión, ¿no es así? —preguntó, mirándole por debajo de las pestañas. Entonces volvió a dirigirse hacia el cajón, pero esta vez abrió el último—. En ese caso, mucho me temo que no puedo darte una misión de rango C. Lo siento, yo tampoco lo entiendo, no sé a qué viene el protegeros tanto si no son tan complicadas como las pintan, pero las normas son las normas. Aquí tienes, Kisho-kun.

Yuna le tendía un pergamino perfectamente enrollado y sellado con una letra D en lacre y color verde. Si Kisho abría el pergamino, se encontraría con la siguiente información:

El joven genin seguia tocando el mostrador por los nervios, pero al ver que yuna sacaba su mision kisho se puso un poco nervioso y emocionado lo que provoco que el tocara mas rapido el mostrador.

• --Pues si es mi primera mision, pero no se deje confundir por que aunque es mi primera mision yo voy a hacer lo mejor que pueda, asi que me esforzare al maximo--

Yuna le tendía un pergamino perfectamente enrollado y sellado con una letra D en lacre y color verde.

El muchacho estaba mas emocionado que nunca su primera misión, estaba muy ancioso y de repente dejo de tocar el mostrador se puso serio y respiro un poco y se tomo algunos segundos para entonces acercarse y comenzo abrir el pergamino y a leer.


--Misión rango D. El perfecto escapista


Solicitante: Yutaka Myōko
Lugar: Afueras de Kusagakure, junto al Puente de Maíz
Yutaka Myōko, una mujer anciana que vive a las afueras de Kusagakure, ha solicitado la ayuda de un genin para encontrar y recuperar a su mascota, un gato que se ha especializado en el arte del escapismo a juzgar por su reincidencia habitual.

Que un gato, jajajajaja deve de haber un error con esta mision. --

Entonces el muchacho vuelve a cerrar el pergamino y se acerca aun mas a yuna y le dice.

-- Escuche esta segura de que esta es la mision que me quiere asignar, asi es como piensan desperdiciar mi talento ninja.

Aunque es como usted dice las reglas son las reglas, asi que creo que no me queda de otra forma, mas que aceptar esta--

Entonces enseguida kisho se dispuso hacer los preparativos para la misión.

• --Bien entonces ahora que ago me voy enseguida o tengo que hacer algo Mas antes.

Sin embargo, cuando Kisho tomó el pergamino y leyó en voz alta los datos de la misión, toda emoción pareció desvanecerse junto a su voz. Al principio se lo tomó a broma, pero Yuna había entrelazado las manos sobre el escritorio y le miraba con sus ojos verdes mientras seguía mascando.

—Lo lamento, ya sabes que si fuera por mí te ofrecería otra misión más acorde con tu nivel. Una C, por ejemplo. Pero las normas son las normas, y las primeras misiones de todos los genin deben ser de rango D —explicó, encogiéndose de hombros.

Y, ante la última pregunta de Kisho, la respuesta fue igual de tajante:

—Si no tienes ninguna duda o pregunta que hacerme, puedes ir haciendo camino para terminar cuanto antes con la misión. ¡Mucha suerte, Kisho-kun! ¡Hazlo lo mejor que puedas y puede que tu próxima misión sea una C!

El joven gennin estaba pensando que la mision seria una mision facil y sin valor pero yuna le hizo entender que aunque las misiones sean facil siguen siendo igual de importante, razon por la cual el muchacho volvio a emocionarse y entonces el chico comenzo a sonreir, y se dispuso a prepararse para ir a la mision, se despidio de yuna, y se marcho de prisa como si lo estuvieran esperando.
P
--Hasta luego preciosa yuna.--

Le grito mientras cruzaba la puerta

Con la emoción recuperada, Kisho se dio media vuelta y se dispuso a salir del edificio. Sin embargo, antes de hacerlo se giró una última vez hacia Yuna.

—¿"Preciosa Yuna"? —repitió la encargada para sí, alzando una ceja ante el atrevimiento del chico. Pero terminó por encogerse de hombros—. Cosas de críos.

Kisho salió del edificio administrativo. Ahora le quedaba recorrer el camino que le llevaría hasta su destino para cumplir con su misión.

El joven muchacho salio muy emocionado de el edificio del kage, paso por las calles por encima de algunas cajas de bebidas que estaban organizando unos trabajadores para entrar a un negocio.

--Perdon, ! Losiento no era mi intencion! Pero estoy en algo muy importante. --

Aunque las cajas no les paso nada pero se disgustaron mucho los que estavan organizandolas.

El muchacho siguio corriendo a una velocidad increible. Hasta llegar a la entrada donde los vigilantes que estaban en la puerta le hicieron seña que se detenga pero el no escucho y continuo hasta salir afueras de la aldea, y continuo despues en el camino se dio cuenta de que no tenia todo su equipaje ninja, por lo que tuvo que devolverse a buscarlo.

Luego llego a aquel lugar donde estaba la señora. Yutaka myoko.

--Hola señora, usted solicito un gennin verdad?

Kisho echó a correr por las calles de la aldea a toda velocidad. Con las prisas, tropezó con unas cajas que un pobre trabajador estaba colocando, provocando que cayeran y desparramaran todo su contenido por el suelo, pero lejos de quedarse a ayudar, el genin siguió corriendo y corriendo... Y en su carrera llegó media hora después hasta las puertas de la Aldea.

—¡EH, ALTO AHÍ! —gritó uno de los Chūnin que custodiaban la única entrada y salida de la aldea.

Pero Kisho hizo oídos sordos y siguió corriendo...

No llegó muy lejos.

De un momento para otro el Chūnin había caído sobre él, derribándole en el acto, y se sentó sobre su espalda inmovilizando uno de sus brazos detrás de la espalda mientras pisaba su otra mano contra el suelo. Kisho sintió el frío del metal contra su cuello.

—¡Alto ahí, he dicho! ¡Identifícate! ¿Dónde crees que vas?

Kisho sentia como el chunin lo derribo facilmente sin ningun tipo de dificultad, sentia como el chunin le puso el brazo de forma que no podia moverlo, y encima sentia como el metal estaba cerca de el, mientras el chunin le hacia una pregunta que el constesto. Enseguida pues no le quedaba de otra.

--Que me identifique, estas bromeando chico, ya bajate ya bajate,--

El joven gennin seguia insistiendo en que se baje pero sabia que no podia hacer nada mas , asi que tuvo que contestar.

--Que usted tampoco me conoce que nadie aqui me conoce, bueno esta bien soy Kisho Hyuuga, y soy un gennin un poco reciente, pero tengo una gran mision asignada y tu no puedes impedir que cumpla mi gran mision por que se van a enfadar mucho si saben que tu en vez de ayudarme lo que haces es impedirme cumplir la mision.--

El muchacho estaba molesto pero no queria empeorar las cosas, asi que se quedo trankilo a esperar que decidiria el chunnin