Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
El joven de cabellos violetas se levantó como de costumbre con los primeros rayos del sol. A esa hora muy pocas personas osaban salir de su casa, y mucho menos para entrenar como hacía diariamente Kiozan. Su rutina consistía en comer cualquier cosa que encontrara por su pequeñísimo apartamento, ya fuera un tazón de leche, un trozo de pollo o incluso alguna que otra sobra de la cena del día anterior. Lo importante era llevarse algo al estómago. Después, se vestía y salía a correr por las calles vacías, durante una hora o incluso dos algunas veces. Después, llegaría a casa, se ducharía y ya estaría dispuesto para el entrenamiento real en cualquier dojo.
Sin embargo, aquel día, el entrenamiento en el dojo se postponía para otro momento, ya que aquel día... ¡Iba a pedir su primera misión! Si bien estaba más nervioso que de costumbre (Cosa bastante difícil), en el exterior parecía que controlaba todo, que no tenía ningún problema en presentarse en el dojo del Morikage para pedirle su primera misión. Que además... ¿Que tipo de misión le darían a un recién graduado? Kiozan quería luchar contra otros ninjas, vencer a "los malos" y convertirse en todo un héroe, pero sabía que eso no iba así, que le tocaría hacer misiones mucho más sencillitas al principio.
Se puso por primera vez el uniforme de ninja de Kusagakure, equipándose posteriormente con todas sus herramientas y armas, se lavó los dientes y salió corriendo hacia el edificio del Morikage. Desde su casa se veía aquel enorme edificio, y es que era normal, era el más grande de toda la aldea. Años atrás aquello le hubiera sorprendido, pero ya estaba acostumbrado a este "nuevo mundo". Kiozan iba tan rápido que llegó al edificio en menos de diez minutos, para presentarse frente al mostrador, ignorando completamente si había más gente delante de él, dar un golpe en él y señalar con su dedo pulgar de la mano derecha su banda ninja de la aldea. -Ey, no se preocupen, ha llegado Kiozan. A partir de hoy, me encargaré de toda misión que se me encargue.-
14/02/2022, 16:21 (Última modificación: 14/02/2022, 16:24 por Kuran Meme. Editado 1 vez en total.)
Tomo este tema con mi espacio para usuarios nuevos. Además, Meme no cobrará esta misión, pues tiene otra activa. Gracias
Despertarme temprano ya era costumbre gracias a Onee-sama. Igual tener un buen desayuno. Pareciera que Ranko quisiera hacerme engordar, con lo mucho que insiste en que desayune bien, pero simplemente este cuerpo no puede absorber tanta comida, sólo lo que requiere. Me da un poco de pena no ser tan fuerte ni resistente como ella.
Así que me escabullí después del desayuno para ir a pedirle a la mujer de las mariposas una misión. Ya había tenido una misión anteriormente, pero había sido Onee-sama quien la recibiera y acompañara. Adoro pasar tiempo con ella, pero... Quiero demostrarle que puedo mejorar por mí misma. Esta muñeca está lo suficientemente viva para pensar eso y lograrlo. ¡Sí!
Ese día le di a mi Suiken, el precioso metal líquido que me sigue, forma de blusa corta, con magas muy largas y anchas. ¡Adorable, lo sé! Aquella tela negra con brillos violáceos, rosas y blancos por supuesto que se me ve bien. Claro, debajo llevaba una blusa más ligera y un pantalón un poco corto, negro. Y mis preciosos botines.
Al llegar al edificio de la mujer, lo primero que vi al entrar fue a un chico alto de cabellos violetas golpeando el escritorio. Ahogué una risita. Qué ánimos los suyos. Creo que es la clase de energía que debería de tener yo también. Veamos... ¿y si lanzo a Suiken contra el escritorio? ¡Oh! ¡Puedo mandarlo a volar con un Fuuton! Oh, no, eso sería destrucción de objetos ajenos, o como se diga. Mmm... Mejor sólo pregunto como una personita normal.
—Kuuran Meme —diría al encargado, hablando unos metros por detrás de aquel chico —. Estoy interesada en tomar una misión, muchas gracias.
17/02/2022, 12:12 (Última modificación: 17/02/2022, 12:13 por Kaminari Chika. Editado 1 vez en total.)
Cojo esta mision como master con hueco de rol para nuevos, no cobro la misión.
Por suerte para los dos novatos, la hora punta de pedir misiones había pasado, lo cual dejaba el edificio del Morikage vacio en la recepción y ajetreado por todo lo demás. Habían funcionarios por aquí por allí, pasaban con papeles o se paraban a pedirle algo a un compañero antes de volver a su puesto.
Pero en la recepción solo estaban Meme y Kiozan y tras el mostrador un hombre de espaldas. No les prestó ninguna atención hasta que Kiozan dio el golpe en el mueble.
—Ey, no se preocupen, ha llegado Kiozan. A partir de hoy, me encargaré de toda misión que se me encargue.
El hombre, alto y de musculatura relevante, se giró lentamente, con calma. Cuando estuvo enfrentado a los dos genin, se dedicó a escudriñarlos un segundo con la mirada. Tenía una melena canosa y una barba igual de blanca que llegaban a confundirse. Vestía el chaleco clasico de los ninjas de alto rango y unos pantalones anchos. Su rostro estaba lleno de arrugas, con el ceño fruncido mientras observaba a sus interlocutores.
—Kuuran Meme. Estoy interesada en tomar una misión, muchas gracias.
Tras eso, devolvió la mirada a Kiozan y en un rapido movimiento, golpeó él mismo el mostrador.
— ¡Esa es la actitud, chico! ¡La confianza! ¡Eso es lo que se necesita!
El golpe que había dado Kiozan, apenas había hecho ruido, el mostrador era de la madera más resistente, tratada para aguantar tornados y terremotos. Cuando el anciano golpeó el mostrador, ni siquiera parecía haberse esforzado, y no solo sonó un chasquido de que algo se había partida, sino que apareció una pequeña brecha en la madera.
— Ay, dios, me he emocionado. — el ruido hizo que todos se girasen hacia ellos, para ver que se trataba de Shiten y volver a lo suyo. — Senju Shiten, así que dos novatos. Bueno, bueno, os dejaré elegir por la muestra de confianza, ¿qué quereis? ¿Pasear perros? ¿Hacer mil abdominales? ¿Barnizar la Academia? ¿Dar cien vueltas corriendo a la villa?
Les preguntó mientras se giraba de nuevo para rebuscar entre los pergaminos de las misiones.
El joven Kiozan esperaba alguna reacción de alguien de la parte administrativa, pero un simple viejo le miró con cara apática, como si nada hubiera pasado. Cuando se dispuso a volver a repetir su petición, escuchó una voz tras de él. Kuuran Meme se postulaba para una misión, como él. Cuando se dispuso a entablar una conversación amigable con ella, el señor del mostrador, golpeó el mostrador muchísimo más fuerte que lo había hecho anteriormente el joven Yotsuki, cosa que hizo que girara la cabeza hacia él. Después de que lo alabara por su actitud, Kiozan pudo darse cuenta de que el mostrador había sufrido una pequeña grieta por culpa del golpe del viejo.
-Wow, viejo... Usted es poderoso...- Dijo asombrado el chico de cabellos violáceos. -Encantado de conocerle, señor Shiten. Está más fuerte que cien osos. ¿Que come usted? ¿Qué ejercicios hace para golpear tan fuerte? ¿Puede mostrarme su técnica más poderosa?-Una ristra encadenada de preguntas fueron lanzadas hacia el señor mayor, quien se giró para buscar misiones. Kiozan estaba lleno de energía y voluntad, por eso cuando le preguntó que misión quería hacer, el joven, con una amplia sonrisa, puso ambas manos sobre el mostrador, para impulsarse, saltar y ponerse de pie sobre aquel armatoste de madera. Una vez de pie en el mostrador, le señaló con sus dedo índice de la mano derecha y le gritó tan fuerte como pudo. -¡IAAAAAAAAAAAAAAARGH!-
-¡Démelas todas! ¡Soy su ninja de confianza! ¡Su shinobi leal que hará todo lo necesario para cumplir los objetivos!- Dijo, obviando totalmente a la otra shinobi que se encontraba a sus espaldas. Cuando se percató de ello, le miró de reojo y le dirigió unas palabras. -¿Verdad que te apuntas a todo, Meme?- Sin esperar una respuesta de la chica, volvió a mirar al viejo. -Usted diga, nosotros haremos. Simple como un muelle.-
Ah. No, creo que ya no me está gustando. Tanto el señor del escritorio, Shiten, como el chico parecían tener toda la energía del mundo. ¿En serio se subió al escritorio y le gritó a Shiten? Y encima le insistió que le enseñara sus técnicas...
A mí también me encanta ser el centro de atención y estar encima de taburetes y escenarios, pero no por ser gritona.
—Lo de barnizar la Academia suena bonito —dije con sinceridad, pero justo después, el chico me preguntó si me apuntaba a todo. Lo dudé seriamente, pero supongo que una no suele elegir la misión que le dan, en realidad —. Supongo. —dije con sencillez, encogiéndome de hombros.
27/02/2022, 20:16 (Última modificación: 28/02/2022, 18:58 por Kaminari Chika. Editado 1 vez en total.)
-Wow, viejo... Usted es poderoso...Encantado de conocerle, señor Shiten. Está más fuerte que cien osos. ¿Que come usted? ¿Qué ejercicios hace para golpear tan fuerte? ¿Puede mostrarme su técnica más poderosa?
Shiten paró de buscar durante un segundo para darse la vuelta, con el rostro completamente serio.
— ¿Mi técnica más poderosa, muchacho? ¡EL ENTRENAMIENTO! ¿De donde te crees que ha salido toda esta fuerza? ¡¿Que nací con todos estos músculos?! Pues sí, pero los he criado y amamantado hasta que han llegado a ser estos muchachos que ves ahora.
Volteó para coger un pergamino y darselo a los muchachos.
— Ahora bajate de ahí a menos que quieras que tu primer sueldo se vaya por donde ha venido. Me temo que no puedo ofreceros nada emocionante, pero sí algo de vital importancia. Hay una vida en juego. Espero que lo tomeis con la mayor de las seriedades y aprovecheis para poner a prueba vuestras capacidades. ¡Hay que hacer de todo! ¡Cada misión se usa para entrenar y cada entrenamiento se toma como si fuese una misión!
Rió alegremente mientras los chicos leían el contenido del pergamino.
(D) El Michi
Publicada en: Kusagakure no Sato Solicitante: Fung Ayiko Lugar: Estación de Kusagakure Asignada a: Kuran Meme y Yotsuki Kiozan
El gato de mi abuela se ha vuelto a perder. Es la cuarta vez este mes y ella no puede dormir cuando el gato no está. Cree firmemente que el gato es la reencarnación de mi madre. Yo no sé si estaré cuando lleguen los ninjas así que intentad no alentar sus locuras.
El pergamino tiene escrita la dirección del lugar.