Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
7/05/2018, 17:26 (Última modificación: 7/05/2018, 17:28 por Riko.)
Uno de los innumerables viajes que Riko había decidido hacer tenía como su destino final conocer la zona de los Arrozales del Sonido, una tierra que había sufrido incontables cambios de gobierno, guerras y que, a pesar de todo, se había conseguido mantener estable, manteniendo una buena economía basada en el comercio y el cultivo de, como su propio nombre indica, arroz.
El joven peliblanco tenía curiosidad de ver cómo era la vida en aquella zona, quería familiarizarse con las costumbres de todos los rincones de Oonindo, y aquellas en concreto le atraían, quería conocer en primera mano cómo era la vida de la zona por lo que después de unos días de descanso en su casa, decidió partir en busca de nuevas aventuras y, por qué no, algo de entrenamiento.
...
Allí estaba Riko, sentado con su mochila en el suelo, junto a él, contemplando la maravillosa vista que le brindaban aquellos campos, inundados en señal del cultivo del cereal, en los que se podía respirar tranquilidad y armonía, no había un ruido por encima de otro, y el peliblanco se quedó allí mirando el horizonte y camuflándose con aquella calma que reinaba.
Uso el hueco disponible para usar con los nuevos usuarios del foro.
Estaba caminando por estos alrededores pensando cosa de el futuro, de como hacerlas y como superar ostaculos y eso, mientras caminava vagamente seguia pensando como lograre convertirme en un shinobi mas fuerte si no, consigo tener aventuras o misiones, devo hacer algo tengo que dejar de ser un niño y ser un verdadero shinobi estas armas que tengo no las compre de valde tengo que entrenar o hacer algo divertido o si no me voy a volver loco y siguio caminando pero dejo de pensar y se puso mas a contemplar el paisaje mientras caminaba.
Riko, en un alarde de tranquilidad, cruzó las piernas, cerró los ojos y posó el dorso de sus manos sobre sus rodillas, y comenzó a meditar, inspirando por la nariz y expirando por la boca, pero en cierto punto de su meditación escuchó unos pasos que se acercaban.
Abrió los ojos y vio como un chico de más o menos su edad se acercaba a su posición mientras miraba el paisaje y pensó que, por sus ropas, no era alguien de la zona, por lo que decidió lanzarse y preguntar.
— ¡Perdona! No eres de por aquí, ¿verdad?
Riko se levantó y se acercó al muchacho, de pelo rubio y ojos que, a pesar de ser extraños, le eran familiares al peliblanco.
— Soy Riko, un placer. — Se presentó extendiendo el brazo derecho ofreciendo un apretón de manos.
Mientras veo este muchacho, me pregunte me pregunte quien es este chico, bueno no esta mal saludar e investigar quien es.
• Hola, yo estoy bien, me preguntas a mi quien soy, soy yo el que deveria de preguntarte pero bueno no importa.
Yo soy el mejor guerrero de estos lugares, y algun dia me volvere un gram shinobi.
Yo soy de la aldea que esta cerca. Aunque no exactamente de estos arrozales pero no importa.
Entonces lo miro de arriba y abajo, y le doy una gran sonrisa, pero no me siento solamente me quedo parado esperando su respuesta, aunque tambien le doy un apreton de manos pero no le quito la vista ni un segundo en especial a su otra mano✋.
• Hola, yo estoy bien, me preguntas a mi quien soy, soy yo el que deveria de preguntarte pero bueno no importa. Yo soy el mejor guerrero de estos lugares, y algun dia me volvere un gram shinobi. Yo soy de la aldea que esta cerca. Aunque no exactamente de estos arrozales pero no importa.
Riko sonrió, desde luego que aquel muchacho parecía ser bastante seguro de sí mismo, o eso o simplemente era un poco engreído.
— ¿El mejor guerrero? ¿No eres un demasiado joven? Quiero decir, no pareces mayor que yo...
No recibió respuesta alguna a su presentación salvo el apretón de manos, pero si no le decía su nombre tendría sus motivos, por lo que no insistió.
Me quede mirandolo fijamente y segui sonriendo, pero le solte la ✋ mano.
no se que quieres pero no me confio tan rapido de nadie, siempre hay que dudar un poco uno no save quien es quien, y si es una trampa no pienso caer un gran shinobi esta siempre activo
Pero es de mala cortesia no presentarse, y ademas tiene eso, en su cara que tienen los shinobis de honestidad, que me da una confianza sin saver por que
Bueno yo soy kisho, disculpa mi actitup pero es que si quiero ser un gran shinobi, devo de empezar cuidandome de todos no puedo confiarme de nadie, soy genin aun pero algun dia me volvere una gran shinobi se que soy joven pero la edad no importa aunque sea joven solo significa que aumentare mas mi potencial. Algun dia claro.
Ademas esto es libre uno puede caminar por donde quiera o es que es tu lugar especial es tu pequeño paisaje y tu eres una especie solitaria de kage de los arboles y la llerrva que nadie mas puede estar aqui.
Riko trató de prestar toda su atención al recién llegado, pero le costaba un poco seguirle el ritmo cuando hablaba, aún así vio que no le sentó del todo bien que tratara de saber por qué estaba allí, había sido una pregunta inocente pero no se la había tomado demasiado bien, por lo que el peliblanco trató de quitarle el asunto, llevándose las manos detrás de la cabeza y sonriendo.
— No, no, nada de eso, simplemente era una preguntar para romper el hielo, ya sabes, siempre está bien conocer a colegas de profesión...
Desde luego que aquel muchacho parecía ser algo arisco, no parecía ser demasiado sociable, al menos, si con todo el mundo se comportaba así, no debía serlo.
Me quede asombrado con lo confiado y lo amigable que era, asi que decidi seguirle la corriente, me deje de tanta desconfianza y me puso mejor a hacer amistad con el que parece una persona agradable.
Que haces tonto tienes pocos amigos, y no tratas de agradarle aunque quieres ser un gran ninja y quieres estar en guardia deves intentar cuidarte, pero sin parecer un gruñon.
Entonces me pongo mas confiable y mas despreocupado y trato de establecer una fuerte amistad con el muchacho.
Bueno perdon si paresco un gruñon, pero hay mucho que quiero llegar hacer y para eso nesecito aventuras y no podre hacer esas aventuras si me quedo aqui sin hacer nada.
¿Que te parece si tu y yo hacemos algo alokado?
Una mision o una aventura, que te parece retar a alguien a pelear o ir directo a una fortaleza de bandidos, podemos ir y buscar a alguien que se perdio o ir donde el mismisimo kage y decirle que nos recomiende una mision o varias misiones.
Bueno perdon si paresco un gruñon, pero hay mucho que quiero llegar hacer y para eso nesecito aventuras y no podre hacer esas aventuras si me quedo aqui sin hacer nada.
Riko sonrió para quitarle hierro al asunto y negó con las manos enérgicamente.
— No hace falta que te disculpes.
Pero lo siguiente que iba a proponer el kuseño era algo que, desde luego, pilló completamente por sorpresa al Senju.
¿Que te parece si tu y yo hacemos algo alokado?
Una mision o una aventura, que te parece retar a alguien a pelear o ir directo a una fortaleza de bandidos, podemos ir y buscar a alguien que se perdio o ir donde el mismisimo kage y decirle que nos recomiende una mision o varias misiones.
Riko torció el gesto, estaba claro que aquel muchacho no llevaba mucho siendo ninja y no tenía mucha idea de como funcionaba la cosa.
— Para, para un poco, somos de diferentes aldeas, no es posible que vayamos a tu Kage o al mío y le pidamos una misión, primero porque nos mataría por llevar a un shinobi extranjero a la aldea. — Nunca pensó que le tuviera que explicar eso a alguien, pero para todo había una primera vez. — Lo de la fortaleza de bandidos... — Riko inspeccionó a Kisho. — No creo que estuviéramos preparados, y aún estándolo sería una locura. Y lo de la aventura... bueno, no siempre se encuentra una, y no siempre son buenas... — Alegó recordando alguna de las que él había tenido.
• Y entonces que hacemos, sentarnos aqui a hacer nada sentados, Es una idea aburrida.
Riko suspiró, no sabía que hacer, él había ido hasta allí para tomarse un descanso y relajarse, pero su interlocutor parecía demasiado entusiasmado por vivir alguna aventura loca que tuviera un montón de peligro y en la que pudiera mostrar todo su potencial como shinobi.
— Bueno... tampoco eso... — El peliblanco dudó por un momento, no sabía si lo que iba a proponer era buena idea teniendo en cuenta la personalidad que mostraba el kuseño. — ¿Qué te parece si hacemos un pequeño entrenamiento de Taijutsu?
Finalmente se decidió a probar, ¿qué podía salir mal de ahi? Un pequeño combate sin riesgos y a base de Taijutsu no era un problema, además, así podría comprobar el nivel de los de Kusagakure.
Había sido él quien había propuesto aquel entrenamiento y, aún así, tenía claros gestos de resignación, al menos aquello era una forma rápida de comprobar el nivel de aquel chico y conocerlo un poco mejor, por lo que no estaría del todo mal a pesar de romper con su día de descanso.
Riko se colocó en posición, con los brazos al frente, cubriendo su rostro y las piernas ligeramente flexionadas, listo para moverse en cuanto fuera necesario.
— Está bien Kisho, tú empiezas.
No le iba a dar opción de no ser el primero en moverse, si quería aquello, que lo mostrara, hasta entonces esperaría con paciencia.
Kisho fue rápido y conciso, no dudó un momento y sacó un kunai con su mano diestra y se lanzó a por él a toda su velocidad, aunque, a simple vista parecía que no era tan rápido como el propio Riko, y aquello era una ventaja en esa situación.
Riko agarró la mano del kuseño que portaba el kunai con su mano derecha, apartándole a un lado aprovechando la velocidad con la que Kisho se había lanzado a por él, y con su zurda le lanzó un puñetazo a la nuca, tratando de tirarle al suelo del golpe. Tras ésto, daría un par de pasos atrás mientras retomaba su defensa.
— No creo que un ataque directo sea lo mejor. — Se aventuró a decir, provocando a su rival.
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CK:
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¤ Hitai-ate (en el cuello) ¤ Portaobjetos básico: (muslo derecho)