Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Tras una aparente furia, momentos en el que más que enojo sentía la obligación de proseguir con el combate, de pelear hasta que sus ojos se cerrasen intentando ganar el combate, sus golpes no pudieron más. Sentía como la sangre se escapaba por entre sus dedos, sentía esa traición de un compañero de aldea que estuvo a punto de darle un golpe casi mortal. Era la primer pelea en la que se veía envuelto desde su salida del templo, un momento que esperaba ansioso para probarse a si mismo y lo que era un shinobi entrenado en la misma academia pero ajeno a su lugar de procedencia, su quiero templo.
Y lo que dejó esa primer batalla fue solamente una traición, un exceso en un entrenamiento que no se debía de tomar.
Y el calvo dejó de golpear, tres intentos fue su máximo tras ser retenido por su adversario. Sus ojos no se cerraban pero su cuerpo cayó hacia el tatami. Seguía respirando, consciente de lo que pasaba pero sin poder ver a otro lado que no fuese el techo del torreón.
«Keisuke...»
De a momentos le costaba respirar pero seguía con los ojos semi-abiertos. Sintió como la ropa se le movía, dándole dolor en la herida y reaccionando con gesticulaciones del rostro y pequeños sonidos de dolor. Segundos después, un aura cálida, como si estuviese cerca de una chimenea encendida en pleno invierno, comenzó a cubrir la herida.
Mmmhhh...- intentaba hablar pero no le salían las palabras, su cuerpo no se lo permitía. Lo único que sentía era sangre.
Estado de Karamaru
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Estados Adicionales:
Desangrando:
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2 Turnos
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"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
10/05/2017, 00:36 (Última modificación: 11/05/2017, 23:49 por Keisuke.)
—Tranquilo Karamaru.— Expresé al ver las ansias del calvo, era mi deber tratar calmar a quien podría sentir miedo y temor, en ese caso cualquiera podría verse en ese estado. —Todo va a salir bien, nada que no pueda controlar.— Afirmé, mi breve experiencia en el hospital me había hecho evolucionar rápidamente con la técnica de la palma mística, en este caso no había tan siquiera la presión que se sentía en aquel ambiente.
Mantuve mi concentración y mi palma seguía iluminando con aquel color que recordaba a la calma y tranquilidad, aquel tono verdoso tenía su explicación, pero lo importante en sí es que todo iba transcurriendo como debía. Mi esfuerzo se estaba empezando a notar y la herida poco a poco empezaría a dejar de cerrar, y el tejido a recuperarse.
—¿Qué tal te pareció el combate?.— Pregunté a Manase, aunque no le vi, no quería dejar de observar la herida y como está comenzaba a cerrarse. —Sabes que a pesar de que somos ninjas médicos debemos ser ninjas primero, ¿no?.— Dije previniendo una posible respuesta negativa, después de todo mis palabras estaban en lo cierto, primero debíamos ser ninjas, saber atacar, defendernos, ninjutsu, taijutsu y todo aquel conocimiento y luego médicos; ninja médicos tendríamos otros objetivos, pero sin olvidar lo que alguna vez aprendimos como ninjas.
Estado de Ryu
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¤ Shōsen no Jutsu ¤ Técnica de la Palma Mística - Tipo: Apoyo - Rango: A - Requisitos: Iryō-Nin 30 - Gastos: 20 CK/turno - Daños: - - Efectos adicionales:
Recupera 24 PV/turno
(Iryō-Nin 80): Utilizando el doble de chakra ocasionará un colapso en el cuerpo del objetivo que le dejará inconsciente. Para este efecto necesita estar concentrado y sin interrupciones durante un turno entero.
- Sellos: - - Velocidad: Moderada - Alcance y dimensiones:
Cuerpo a cuerpo
(Iryō-Nin 60) La técnica puede utilizarse a una distancia de hasta un metro y medio del objetivo, sin necesidad de entrar en contacto directo con él. La curación se produce a menor velocidad, por lo que el objetivo sólo recuperará 12 PV por turno por el mismo gasto. No podrá producir colapsos de esta manera.
Esta técnica permite acelerar la velocidad de regeneración natural del cuerpo humano enviando chakra desde las manos del usuario, que se iluminan con una tenue luz verdosa, hasta la herida a sanar. Permite al ninja curar sin necesidad de equipamientos médicos o cirugía, por lo que es de gran utilidad en el campo de batalla. Puede usarse para tratar heridas externas e internas. Es vital emparejar con precisión la cantidad de chakra utilizado con la severidad de la herida, por lo que requiere de un preciso control del chakra, ya que enviar una cantidad excesiva de chakra en el cuerpo del paciente podría ocasionar un colapso en la circulación normal del paciente, ocasionando un estado comatoso temporal. Por esto, sólo unos pocos ninjas médicos lo suficientemente habilidosos son capaces de usar esta técnica. Sin embargo, sólo abarca heridas superficiales, por lo que las más graves apenas se verán afectadas.
Hablo - "Pienso" - Narro
Color de diálogo: Limegreen Byakugo no In: Inicio 19/04/2018
Keisuke sin duda alguna estaba dando lo mejor que tenía para hacer su tarea como shinobi médico. Karamaru parecía que iba a sobrevivir al final del día. Realmente no era ningún casual.
Inoue Keisuke-san parece que sabe lo que hace.
Concluyó Mogura para si mismo. No era del tipo de comentarios que serían útiles en un momento como ese. Sin embargo, cuando el joven pelirrojo preguntó por el combate, esperando una opinión del único espectador que tuvieron no dudo en agregar una frase que no le convencía del todo al chico de cabello azabache.
Sabes que a pesar de que somos ninjas médicos debemos ser ninjas primero, ¿no?.
Pensó por un segundo, dudando sobre como contestar aquellas palabras, un tanto atrevidas a los ojos del shinobi. Después de todo él era médico y sabía lo que tenía que hacer.
La acción paso de 0 a 100 en pocos segundos, el inicio fue un poco aburrido... pero bueno, es un entrenamiento y no un duelo.
Declaró sin pelos en la lengua, esperando que tomarán la critica ya sea para bien o para mal. Antes de decir algo más se colocó de pie, ya no quedaba mucho más por hacer ahí.
Creo que podríamos hacer un ejercicio en estos próximos días para comprobar eso último que dijiste.
¿Serían las palabras de Mogura la invitación a pelear que tanto quería Keisuke?
Este tipo de entrenamiento no es el adecuado para un médico, Inoue Keisuke. Así que te propongo esto, escucha atentamente y no te distraigas de lo que estas haciendo.
Comentó mientras lo miraba trabajar en la herida del rubio calvo.
¿Qué te parece si Karamaru y tú vuelven la semana que viene a este lugar? Vendré acompañado de una persona y tendremos un encuentro un poco mas realista.
La propuesta estaba sobre la mesa ¿aceptaría el joven médico de cabello rojo?
El calvo escuchaba la conversación en silencio, el único sonido que provocaba era el de su respiración brusca y profunda. Su pecho se inflaba y desinflaba en mayor medida que lo común y el movimiento le hacía doler la herida. Por más que curase, todavía podía sentir el terrible pinchazo por dentro, uno invisible al ojo humano pero completamente molesto.
Sin embargo, la sangre había dejado de caer. Estaba débil, demasiado para su gusto y menos aún mostrandose de se esa manera junto a compatriotas y compañeros de profesión. Aunque, en realidad, ya no veía en Keisuke un compañero.
¿Qué te parece si Karamaru y tú vuelven la semana que viene a este lugar? Vendré acompañado de una persona y tendremos un encuentro un poco mas realista.
Karamaru se esforzó, sintió el sabor de la sangre en su garganta, pero pudo mover la boca para pronunciar una sola palabra.
N.... No.....- una clara negativa por parte del cenobita a las palabras del morocho.
Estaba claro que no quería ver a Keisuke nuevamente, ese persona representaba cosas que un shinobi no debía de tener. ¿Atacar de esa manera a un compañero? El calvo no se lo esperaba, ni lo aprobaba, y cuanto más lejos estuviesen mejor.
Con la herida cerra, llevó su zurda a la zona afectada tratando de tantear la zona y comprobar que estuviese superficialmente curado. Se revolcó un poco en el piso, tratando de moverse, con ganas de moverse, pero apenas si se podía mover unos centímetros. El dolor seguía y se veía incapaz, por la pérdida de sangre, de moverse como él quería.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
La respuesta no se hizo esperar, Mogura, su homologo, hizo una crítica acertada, de mi parte le di toda la razón con respecto al momento de inicio de la batalla, un poco soso en realidad, pero aquellos momentos quedaron en el pasado, no había nada que se pudiera hacer ya.
”¿Un ejercicio?” Mis orejas parecían dos antenas parabólicas que estuvieron atentos a la siguientes palabras de Manase. Desvié un segundo mi atención total y la onda de chakra tuvo un desliz, el cual no escapó a los ojos del shinobi y me advirtió sobre ello y la concentración.
El shinobi lanzó su propuesta, algo no me terminaba de encajar. ”¿Karamaru y yo?” pensé no muy de acuerdo con la idea, no obstante el herido se manifestó con dificultad.
—N.... No.....
—Parece que no está de acuerdo, sinceramente no creo que ambos seamos un buen dúo de combate.— Admití de buenas a primeras.
—¿Tienes miedo de combatir conmigo?— Planteé, nuevamente pensé que primero debíamos por lo menos saber como defendernos como ninjas, y luego actuar como unos verdaderos ninja médicos y evitar todo tipo de combates, pero nunca podíamos olvidar nuestros conocimientos bases, porque en cualquier momento los necesitariamos.
Después de unos cuantos minutos de esfuerzo la herida estaba totalmente cerrada, algunas gotas de sudor recorrieron mi frente como fruto de todo el trabajo y el calvo pareció sentir que el tratamiento había terminado, después de todo sentí la mano ajena tocar la piel donde una vez estuvo el corte. La piel estaba totalmente como nueva, ahí no había pasado absolutamente nada; no obstante Karamaru parecía retorcerse en el piso como sí llevase un sufrimiento interno.
—¿Qué tal te sientes Karamaru?— Pregunté con curiosidad al ver sus movimientos.
Hablo - "Pienso" - Narro
Color de diálogo: Limegreen Byakugo no In: Inicio 19/04/2018
Los ojos de Mogura se posaron momentáneamente sobre el cenobita, no parecía muy contento con la idea de trabajar con alguien como Inoue Keisuke. No podía darle la razón en algo como eso, el pelirrojo no era la persona más fácil con la cual tratar.
—Parece que no está de acuerdo, sinceramente no creo que ambos seamos un buen dúo de combate.—
Había algo en las palabras del muchacho que no le terminaba de gustar, pero no estaba del todo que parte era. Sin embargo la cosa no terminó ahí, sino que soltó una pregunta que sonaba a una de esas provocaciones que había estado largando durante el principio del entrenamiento.
Dudo que ese tipo de provocaciones tenga algún efecto en mi, Inoue Keisuke.
Comentó para luego encogerse de hombros. No iba a seguirle ese juego ni por asomo.
Observó atentamente el final de aquel procedimiento, Karamaru parecía que viviría finalmente y bueno, eso era bueno. Inoue Keisuke no iría a prisión por matar a un compañero shinobi ni tampoco iba a perder sus facultades como médico.
Bueno, parece que ya es momento de retirarse.
Pronunciaría anunciando su pronta retirada del lugar. Ya había visto suficiente por un día.
Mi oferta sigue en pie. Pero será necesario que hagas las pases con tu compañero si quieres aceptar mis términos.
¿Sonaría Mogura un poco más convincente y menos agresivo que el joven pelirrojo usando esas palabras? Realmente esperaba que si, después de todo había estado intentando pulir un poco su forma de hablar para no sonar tan tosco y falto de tacto. La importancia de quedar en paz con un compañero de entrenamiento era muy importante, sobre todo en una persona impulsiva e inmadura como Keisuke.
El calvo finalmente se pudo sostener con sus rodillas y manos mientras sus compatriotas intercambiaban palabras. El calvo seguia sin poder creer como aquel hombre, que parecia conocer de sobra a Keisuke, le habia ofrecido que combatan el pelirrojo y el juntos. ¿Acaso no podia entender el acto de traicion que habia hecho? ¿Tal acto agresivo?
Karamaru estaba averganzado de tener un compañero de profesion y aldea con las caracteristicas que tenia Keisuke, todo era mejorable y si algo le enseñaron en el templo era a capacitar y convertir a un tonto imprudente en un sabio cauto. Pero el clavarle un kunai en un entrenamiento era excederse, una tecnica de ninjutsu lo podria llegar a entender- despues de todo solamente Karamaru se penso que iban a ir a solo golpes- pero no se esperaba el filo del metal cortando su piel.
Mogura- pudo pronunciar antes de que se vaya, aunque costandole mucho trabajo hablar.
—¿Me ayudas? No puedo ir a mi casa solo en este estado.
Sus palabras, y su proposicion junto al destinatario, dejaban una indirecta bien clara: no queria a Keisuke dentro de la ecuacion. No queria volver a verlo, no al menos hasta que sea un poco mas sabio.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
Dudo que ese tipo de provocaciones tenga algún efecto en mi, Inoue Keisuke.
"Esta vez no era una provocación..." Me dije en silencio mientras me incorporaba.
Esperé unos segundos a la respuesta del cenobita, pero éste nunca emitió palabras hacia mi, ¿acaso estaba resentido? Era un combate de entrenamiento y fue en serio, solo recibió un corte en el tórax, no entendí aquella actitud tan orgullosa..
Bueno, parece que ya es momento de retirarse. Mi oferta sigue en pie. Pero será necesario que hagas las pases con tu compañero si quieres aceptar mis términos.
Ciertamente no era el único que se iría, mi presencia en aquel lugar ya no tenía ningún objetivo. Moguro volvió a realizar su invitación pero no tendría respuesta alguna de mi parte, ya había dicho lo suficiente, y no tenía intenciones de hacer equipo con aquel calvo, que de paso estaba sobre exagerando todo sus síntomas, podía ver como trataba de dar lástima con aquellos movimientos; tan solo con observarle me irritaba.
—Mogura ¿Me ayudas? No puedo ir a mi casa solo en este estado.—
—No me esperes.— Emití, mi decisión estaba tomada ¿Cómo iba a hacer pareja con una persona que no podía aguantar tan siquiera un corte en el tórax? Sí estuviese sangrando podría entenderle, pero ya estaba controlada la hemorragía, sería cuestión de horas para que se recuperase de la pérdida de sangre.
—De nada Karamaru.— Expresé ante el ficticio agradecimiento que yo mismo cree en mi mente, no obstante se pudo notar el tono chocante con el cual le dirigí aquellas palabras. Ciertamente fui yo quien le causó aquella herida, pero me encargué de dejar todo en orden, mi deuda la había saldado, así que no terminada de entender su actitud.
Recogí mis armas, las que salieron a relucir a la hora de la batalla y sí no ocurría nada más saldría de escena, realmente no me importaba sí Mogura llevaba al Calvo a su casa o no, no era mi responsabilidad.
Hablo - "Pienso" - Narro
Color de diálogo: Limegreen Byakugo no In: Inicio 19/04/2018
El cenobita le pediría ayuda al joven de cabello azabache para poder regresar a salvo a su vivienda, no era algo que Mogura pudiese ignorar. Pero por Amenokami ¿Qué tenía esa generación con las formas, acaso nadie los educaba en sus casas?
Un humilde médico como yo no es ningún guardaespaldas... ¡Pero haré mi mejor esfuerzo!
Trató por todos los medios posibles para evitar afectarse por aquella manera tan casual de referirse a su persona. El monje podría constatar que el tono del médico no era muy serio que digamos pero de todas maneras se disponía a ayudarlo.
Keisuke por su parte parecía negarse a formar parte del encuentro que había planteado, una verdadera lastima. Pero no podía obligarlo, al menos no ese momento.
Entendido, Inoue Keisuke.
Contestaría haciendo una ligera reverencia a su persona. Seguidamente se acercaría al rubio calvo para ayudarlo a mantenerse estable y comenzaría a guiarlo hacía la salida más cercana. A menos que Karamaru tuviese otro objetivo, el par podría emprender su viaje hasta el destino planteado.
Creo que acá podemos cerrar la trama, osea, con el post final de Karamaru.
17/05/2017, 15:33 (Última modificación: 17/05/2017, 15:49 por Karamaru.)
La despedida de Keisuke era de las cosas que más esperaba. Finalmente se encontrarían Mogura y el calvo dispuestos a volver a sus hogares, dejando atrás el lamentable y fugaz combate que se había dado.
Un humilde médico como yo no es ningún guardaespaldas... ¡Pero haré mi mejor esfuerzo!
El calvo dio una pequeña reverencia, no podía bajar más su torso por la herida que tenía, pero se esforzó lo más que pudo para que se hiciera notar.
Gracias- respondió de forma doble. Cada quien lo podría entender a su manera, pero esa palabra podría haber ido dirigida a Mogura o a Keisuke tras su "De nada Karamaru." o tal vez a los dos.
No necesito guardaespaldas, solamente que me cuesta caminar.- trató de esbozar una sonrisa para hacer un poco más agradable la situación.
Se apoyó sobre el cuerpo del médico morocho, y comenzó a caminar lo mejor que pudo para seguirle el paso. Ellos por un lado, Keisuke por otro. Sería curioso saber que pasaría si se volviesen a encontrar, que tanto o poco hubiese cambiado el pelirrojo, que secretos esconde el misterioso de Mogura.
Porque para el calvo, ese médico que no peleo era todo un misterio, pero se limitó a callar en el camino y darle un "Gracias" y un adiós al llegar a su residencia.
Supongo que terminamos acá. Pido la experiencia
Aunque por cierto Keisuke, ¿Sabes que te hace mierda un corte como el que hiciste? ¿No? xDDD
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.