Chika volteó para mirar a cada una de las chicas cuando hablaban, sin realmente añadir nada. Tampoco es que tuviese nada que añadir, solo las miraba como si de un partido de tenis se tratase e intentaba parecer que todo estaba bien. Que no era que estuviese mal, todo estaba raro. Pero sabía que las cosas pasaban con lentitud por su cabeza.

Así que simplemente se quedaría ahí y seguiría a Kira, que ahora era su hermana suplente, a donde decidiese ir. Siempre había pensado que tenía el papel de personaje de soporte, y ahora sentía que además estaba comportandose acorde. Mirando desde detrás a las protagonistas protagonistear.

— Muy bien. —Respondió Raijin, contento de que todo estuviese bien—. Si pasa cualquier cosa, solo tienen que decírmelo ¿de acuerdo?

Esperó por una confirmación por parte de ambas, antes de volver a alejarse para dar pie a los siguientes combates.

— ¡Ryō, Kazemaru, Mami, Momo! —Llamó a los participantes con voz firme—. ¡Les toca!

Los dos chicos se levantaron enseguida, yendo a su posición.

— Has mejorado mucho, pero esta vez tendrás que hacer más que quedarte detrás mío. —Le dijo Ryō a su hermano.

— Lo intentaré. —Respondió Kazemaru, llevándose una mano a la nuca, algo avergonzado.

Mientras tanto, Mami agitaba un poco a su hermana, que se había quedado dormida meditando.

— Vaaaamos, Moooomo, despiertaaaaa. —Tampoco se esforzaba mucho en agitarla—. Que nos están esperaaaaaaaando.

Kenshin estiró la mano, tocándole la mejilla a su hermana y despertándola de un chispazo.

— ¡Ay! —Se quejó.

— Os toca. Raijin espera. —Le explicó Kenshin.

— Oh ¡vale! —Alegre, se levantó para ponerse en posición.

De brazos cruzados, Mami siguió a su hermana. Habría deseado aprovecharse de que Momo tenía el sueño muy pesado para no tener que pelear, pero Kenshin tuvo que arruinarlo todo.

— ¡HAJIME!

Chika se sentó al lado de Kira, sonriéndole a Kimi para que no se preocupase. Al parecer, volverían a no ser las primeras. Una pena, ahora le apetecía un poco pelear.

Prestaría atención al principio del combate a la espera de que pudiese sacar más datos a explotar cuando les tocase contra ellos.

Y el combate empezó mucho más lento que los anteriores. Esta vez no hubieron repentinas activaciones de la Yoroi ni ataques súbitos, en su lugar ambos grupos empezaron a avanzar poco a poco, en guardia. Ryō y Kazemaru iban juntos, hasta que luego de echarse una mirada mutuamente, empezaron a separarse para rodear a las chicas.

Mami, que iba unos pasos detrás de su hermana, parecía haberse percatado de que estaban entrando en la boca del lobo.

— Moooocchi, que nos rodean... —Avisó Mami, casi con pereza.

— ¿Qué hacemos? —Le preguntó Momo, de vuelta.

Mami se quedó pensando unos segundos.

— ¿Quédate conmigo y protégeme?

Mientras Chika miraba el combate, al lado contrario de donde tenía a Kira, Kimi se le había acercado a apoyar la cabeza en su hombro.

Mami y Momo no habían conseguido ninguna respuesta a su estrategia. Seguían teniendo más dudas y falta de respuesta que otra cosa. Y esta vez sus oponentes no estaban atacando a lo loco, lo cual solo empeoraba su situación.

Chika apoyo su cabeza en la de su hermana, que a su vez se apoyaba en su hombro, de forma instintiva.

— ¿Qué tal? ¿Te lo estás pasando bien? — le susurró a su hermana sin quitar la mirada del combate.

— Mnhmm. —Eso significaba "sí"—. ¿Y tú, Ka-chan?

Mientras tanto, los hermanos habían recortado rápidamente la distancia que los separaba de Mami y Momo. Ahora que estaban rodeadas, y Mami no tuvo adonde ir, empezaron ambos con su ofensiva.

Chika pudo ver a Kazemaru intentando atacar torpemente a Momo, que pudo defenderse de sus ataques con dificultad, mientras que Mami bloqueaba y esquivaba fácilmente los ataques de Ryō.

Poco a poco, ambas chicas fueron retrocediendo hasta quedar espalda contra espalda. Eso era exactamente lo que buscaban los hermanos.

— ¡Ahora! —Anunció Ryō, cargando todo su cuerpo de electricidad.

— Lo siento Mami, Momo. —Kazemaru empezó a agitar su brazo derecho en círculos, creando un pequeño tornado en él—. ¡Pero allá vamos!

— Ajá. — ese era su sí. — Es entretenido verles pelear.

Durante su respuesta no hizo un solo movimiento, para asegurarse de que su hermana estaba cómoda sobre su hombro. Su mirada seguía en el combate.

Kazemaru y Ryō seguían con su plan, que parecía ser acorralar a Momi. Parecía que no era la única que estaba intentando hacer planes individuales para cada pareja.

Kira parecía estar tan emocionada con el combate que se había sentado al borde de la tarima, hasta el punto de que se estaba mojando con la lluvia, mientras Kimi se acurrucó un poco más para que su hermana estuviese más cómoda.

Mientras tanto, Kazemaru había lanzado un potente puñetazo ascendente que se perdió en el aire. Durante unos segundos, Momo se había quedado con los ojos cerrados, tapándose con las manos. No fue sino hasta que abrió los ojos y se descubrió la cara que un pedazo de tornado se formó bajo sus pies, elevándola por los aires sin control alguna.

Tanto Mami como Ryō también salieron despedidos por los aires, presa del enorme tornado, solo que este último parecía estar listo y ahora parecía estar... ¿montando el tornado? Como si de una tabla de surf se tratase, Ryō estaba ascendiendo por los aires trazando una espiral en el tornado hasta ascender unos quince metros. Ligeramente por encima de las chicas.

— ¡La oooooostia! —Exclamó Ryō al hallarse en caída libre luego de llegar a la cúspide de su ascenso.

Chika pudo ver como Ryō, teniendo a las dos chicas a su merced a apenas unos metros bajo suyo, descendía súbitamente como un rayo en medio de una tormenta, con su destello, su golpe y su trueno.

El tornado se deshizo por completo en una explosión de electricidad que, por unos segundos, dificultaba ver el resultado de aquel encuentro.

El combate tomó el giro que Chika esperaba. El dúo de chicos había preparado el momento para que un enorme tornado se los llevase a todos por los aires.

Para su sorpresa, parecía ser un tornado controlado porque Ryō fue capaz de montarlo y caer del cielo como un relámpago en una tormenta electrica, explotandolo todo. Chika puso una mano de inmediato delante de los ojos de Kimi para que no le salpicase la tierra, agua, polvo y muerte que había salido volando.

A menos que Kimi se moviese, ella tampoco lo haría, asegurando que su hermana tuviese un hombro mullidito donde apoyarse.

Kimi había hundido la cara en el hombro de Chika para evitar que le salpicase algo a la cara, a la vez que también protegía a su hermana con el brazo derecho. Chika podría ver de reojo como Miki prácticamente estaba colgada como una bandera de Hotaru, a punto de salir volando, mientras que los gemelos ya se habían pegado a una pared. Kira, igual que Chika, simplemente se había quedado sentada, tapándose un poco con un brazo.

Cuando la explosión de viento y electricidad terminó y la lluvia volvió a caer con normalidad, todo el mundo pudo ver el resultado del combate, y el resultado era... que el combate no había terminado. Con los brazos alzados en cruz y rodeada de una densa capa de electricidad, de alguna forma Mami había detenido por completo el ataque de Ryō.

— No me subestimes. —Le dijo Mami en una mezcla entre esfuerzo y enfado—. Recuerda que soy una Kiriya.

— ¿Qué cojones...? —Ryō se mostró sorprendido en principio. ¡Ese había sido su mejor ataque! Aún así, rápidamente, su rostro cambió para mostrar confianza—. No pasa nada. Esto entraba dentro de mis planes.

Todos pudieron como Momo continuaba cayendo y gritando sin control alguno. Justo debajo suyo, Kazemaru la estaba esperando.

— Mierda... —Mami intentó correr para socorrerla, pero rápidamente se daría cuenta de que sus pies estaban hundidos en la tierra—. ¡Mierda! ¡Momo, defiéndete!

Momo, que ya habí cerrado los ojos mientras gritaba, escuchó a su hermana, cerró su puño y dejó de gritar.

— Yo... ¡puedo hacerlo! —Se dijo a sí misma para animarse—. ¡LIGHTNING LARIAT!

Con todos los músculos de su brazo en tensión, la chica consiguió formar una pequeña chispa en su antebrazo, aunque todavía estaba muy lejos de ser la densa capa que se forma al realizar un Lightning Lariat. Al final, el golpe se perdió en el aire sin ninguna fuerza especial y la chica fue atrapada por su hermano...

Solo para ser dejada caer sin ninguna herida.

— ¡Fin del combate! —Anunció Raijin inmediatamente.

Mami, tan mal perdedora como siempre, soltó un grito de rabia. Lo raro fue lo que sucedió cuando Kazemaru le ofreció la mano a Momo para ayudarla a levantar.

— ¡Eres un cretino! ¡Y un idiota! —De un empujón, Momo había apartado a un confundido Kazemaru.

La onda expansiva por poco se lleva a Miki, que estaba demasiado lejos de Chika para que pudiese protegerla. Cuando dominase los clones, tendría que usarlos solo para proteger a sus hermanas de las ondas expansivas de las peleas de sus otros hermanos. Sería hasta un buen entrenamiento.

Mami había aguantado el golpe, diciendo que era una Kiriya. Chika ya no podía con tanto apellido, tenía limites. Que si Minamis, Kaminaris y Kiriyas, pero todos eran hermanos. Eso se había convertido en un caos absoluto. Para ella todos serían Kaminaris y punto. Sin embargo, Momo no tuvo tanta suerte y acabó siendo soltada en el suelo por su hermano.

— Ha sido... diferente. No me esperaba el tornado gigante. — no quiso decirlo en voz alta pero eso no parecía ser taijutsu, ni nintaijutsu.

El puñetazo que había dado antes del tornado... no era ni un puñetazo, era más un gesto, como señalar a alguien antes de lanzar un Raiton. Sin embargo, si los especialistas en torneos no decían nada, no iba a ser ella quien amargase la fiesta.

Definitivamente no iba a ser Chika quien amargase la fiesta. Ese papel parecía haber sido adoptado por otra persona. Aún así, la Kaminari se quedó hablando sola, pues las dos hermanas que tenía al lado se levantaron en cuanto empezaron los problemas.

Kazemaru retrocedió un par de pasos, completamente confundido. No tenía la más remota idea de lo que le había hecho a Momo para enfadarla así. ¡Ni siquiera sabía que había hecho algo malo!

— Pero ¿qué pasa, Momo? —Preguntó el chico—. ¿Te he hecho daño?

Pero las palabras del chico no hacían más que enfadarla, hasta el punto que intentó lanzarle un puñetazo a su hermano que fue esquivado por los pelos.

— ¡Pero bueno, Momo! ¿Qué sucede? —Intervino Ryō, defendiendo a su hermano.

— ¡No me habéis estado tomando en serio! —Se quejó la chica, dejando a Kazemaru momentáneamente sin palabras—. Al final ni siquiera titubeaste cuando intenté hacer el lariat. No pensabas que fuese capaz de hacerlo ¿Verdad?

— ¿Qué? No...

Lo que Chika pensaba que no era más que frustración por la derrota pareció escalar de sobremanera. La peliazul decidió avanzar con sus hermanas sin demasiada intención de intervenir, normalmente no ayudaba con sus intervenciones. Hasta que Momo lanzó un puñetazo, uno bien lanzado que por poco alcanza a su hermano.

Intercedió de inmediato, no poniendose en medio ni alzando la voz. No necesitaba ser explosiva allí. Le puso una mano en el hombro a Momo para reconfortarla.

— Hey, Momo-chan. Calmate. Estoy segura de que no es que no confiase en que lo fueses a hacer, sino que no iba a dejarte caer aunque lo hubieses hecho. Es tu hermano, ¿no?

Habló en un tono suave y tranquilo, con la intención de desescalar eso lo más rápido posible. Y estaba segura de que Kazemaru no tenía malas intenciones, aunque era cierto que la subestimaban.

Cuando Chika se acercó para reconfortar a Momo, esta se relajó bastante. No estaba enfadada con Chika, pues podría ser, junto con Kimi, la única que no la había subestimado.

— No. —Respondió la enorme chica, cruzándose de brazos—. Siempre lo hacen. Me subestiman porque no puedo utilizar Raiton como ellos.

Ryō, quien durante todo aquel mes demostró ser la persona más cercana a Momo, se acercó a ella. Realmente la chica no estaba equivocada del todo. Era cierto que durante todo aquel tiempo la habían tratado de forma distinto por eso ¡pero solo era porque no quería que se hiciese daño! No sabía cómo decírselo. Las palabras no eran su fuerte y sabía que si decía algo la acabaría enfadando más.

— Tampoco sé controlar el viento o el fuego como Kazemaru o Ash... —Pasó de cruzarse de brazos a abrazarse el brazo izquierdo, apenada.

Entonces, Raijin, que había escuchado algo interesante, se acercó para desescalar la situación junto a Chika.

— No hay nada de malo con no saber utilizar el Raiton. —Le dijo Raijin, sonriéndole con calma—. Yo nunca he sido capaz de transformar mi chakra en ningún elemento. Mucho menos utilizarlo para nintaijutsu.

En aquel instante la mirada apenada de Momo se transformó en sorpresa.

— ¿En serio?

— ¿En serio?

— ¡Claro! Todos tenemos nuestros puntos fuertes. Yo no sé hacer nada más que Raiton, Kimi no sabe nada de Ninjutsu y eso no nos hace menos, nos hace especiales. Estoy segura de que tú también encontraras tu cosa, Momo-chan. Si quieres podemos entrenar tu lariat cuando acabe el torneo o probar otra cosa, ¿vale?

Chika aprovechó que Momo le había dado el beneficio de la duda para ponerse frente a ella y sujetarle ambos hombros, para hablarle de frente. Le sonrió y le dio un leve apretón en los hombros, esperando su respuesta.