10/11/2021, 17:19
(Última modificación: 10/11/2021, 18:02 por Eikyuu Juro. Editado 2 veces en total.)
Juro contuvo un bufido. Ya no solo eran las aldeas. Sekiryū estaba en el punto de mira de Kurama, al igual, por supuesto, que el propio Juro y Chōmei. Puede que no hubiera utilizado aún sus recursos para acabar con ellos, pero el marionetista estaba seguro de que Kurama no cometería el error de olvidarlos. Sentía su ojo puesto en él constantemente. Y eso le hacía sentir impotente.
Todos bailaban en la palma de la mano de aquel maldito zorro.
— Saberlo no hace que la amargura vaya a menos. De poder, no dudaría en apuntarme a tu viaje — bromeó Juro. Sería maravilloso poder estar tumbado al sol el resto de sus días. Ojalá los únicos problemas que tuviera que afrontar fueran el exceso de comida, la falta de dinero o la insolación.
No. Por mucho que quisiera evitarlo, él tenía un deber. Primero, consigo mismo, como el ninja de Kusagakure que aún se seguía sintiendo, bajo la coraza de exiliado que ahora debía llevar. Y después, con su familia, sus amigos, y por supuesto, con Chōmei. El peso de las promesas que había hecho iba a ser lo que al final le hundiera hasta el fondo.
« Mejor morir en un mundo regido por los humanos, sabiendo que hice lo que puede » — Eso no haría su muerte menos dolorosa ni convencería a su mente, pero al menos, acallaría los gritos agónicos de su consciencia.
En fin, de nada servía lamentarse.
— Como has dicho antes, somos unos supervivientes. Es lo que nos queda. A estas alturas del juego, nadie nos va a dejar abandonar el tablero por mucho tiempo. Pero sobreviviremos hasta que lleguemos a nuestro límite—. Akame estaba igual que él, en mitad de una guerra donde ambos bandos le querían muerto —. Cuando venga el momento, supongo que tendremos que tomar una decisión importante. Quizá la última. Estoy seguro de que entonces lo tendrás claro.
Así era el destino. Y Juro no se engañaba. Por muy claro que lo tuviera ahora, las convicciones humanas podían resultar tan frágiles a veces. Un golpe de mala suerte y todo se venía abajo.
» Pero no tenemos que amargar la noche pensando en estas cosas. Hoy estamos a salvo. Aunque nunca podremos bajar la guardia del todo, la noche y el desierto nos están cobijando .
Todos bailaban en la palma de la mano de aquel maldito zorro.
— Saberlo no hace que la amargura vaya a menos. De poder, no dudaría en apuntarme a tu viaje — bromeó Juro. Sería maravilloso poder estar tumbado al sol el resto de sus días. Ojalá los únicos problemas que tuviera que afrontar fueran el exceso de comida, la falta de dinero o la insolación.
No. Por mucho que quisiera evitarlo, él tenía un deber. Primero, consigo mismo, como el ninja de Kusagakure que aún se seguía sintiendo, bajo la coraza de exiliado que ahora debía llevar. Y después, con su familia, sus amigos, y por supuesto, con Chōmei. El peso de las promesas que había hecho iba a ser lo que al final le hundiera hasta el fondo.
« Mejor morir en un mundo regido por los humanos, sabiendo que hice lo que puede » — Eso no haría su muerte menos dolorosa ni convencería a su mente, pero al menos, acallaría los gritos agónicos de su consciencia.
En fin, de nada servía lamentarse.
— Como has dicho antes, somos unos supervivientes. Es lo que nos queda. A estas alturas del juego, nadie nos va a dejar abandonar el tablero por mucho tiempo. Pero sobreviviremos hasta que lleguemos a nuestro límite—. Akame estaba igual que él, en mitad de una guerra donde ambos bandos le querían muerto —. Cuando venga el momento, supongo que tendremos que tomar una decisión importante. Quizá la última. Estoy seguro de que entonces lo tendrás claro.
Así era el destino. Y Juro no se engañaba. Por muy claro que lo tuviera ahora, las convicciones humanas podían resultar tan frágiles a veces. Un golpe de mala suerte y todo se venía abajo.
» Pero no tenemos que amargar la noche pensando en estas cosas. Hoy estamos a salvo. Aunque nunca podremos bajar la guardia del todo, la noche y el desierto nos están cobijando .
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60