Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#31
A continuación, el magnate comenzó a revelar la verdadera razón por la que estaba presente en ese lugar, enfatizando en que la tarea que tendrían que llevar a cabo era en extremo importante para su empresa y que involucraba también a su competencia, la única organización de entre las tantas de Ōnindo que lograba rivalizar con entretenimientos luz de Neón, dirigida por el que él llamaba su eterno rival, el cual también era otra personalidad importante en el continente, no parecía una rivalidad sana, más bien parecía de esas que llevaban al odio y que casi nunca acababan bien, a Haru le preocupo un poco el hecho de que estaban por involucrarse en medio de una guerra entre negociantes, y no cualquier negociante, estaban hablando de los dos más grandes del rubro, pero no era nada que no pudiera sobrellevar, después de todo había ido ahí dispuesto a realizar cualquier trabajo que le entregaran, claro que le costaría, pero sería un proceso por el cual debería pasar algún día.

Al parecer su rivalidad no era reciente, por lo que Setsujiro estaba diciendo, se trataba de una competencia que se remontaba a muchos años atrás, Haru no entendía aún la razón por la que los necesitaba a ellos, pero su expresión cambio cuando menciono que ninguno podía superar ampliamente al otro “hasta hace poco”, lo cual significaba que Kuyama Etsushi había logrado aventajarlo, y la razón de dicha involución en las presentaciones de Setsujiro, no era otra que la nueva atracción de su rival.

<< La casa de las reales fantasmagorías, no parece que sea la típica casa de los sustos, de otra forma no tendría tanto éxito, demonios, era lo único que faltaba>> el destino parecía encaprichado en querer enfrentarlo con sus peores defectos, primero tener que desenvolverse normalmente en el submundo, después el tener que demostrar firmeza en una entrevista, y ahora una casa de sustos evolucionada, lo único que faltaba seria que tuviera que asesinar a alguien en el proceso, y ahí sí estaría completo, no solo se habría enfrentado a todos sus defectos sino también a sus principios, hasta ahora había fallado en la mayoría, solo esperaba que no sucediera lo mismo más adelante.

─ Pues la verdad es que solo se me viene una cosa a la cabeza al escuchar ese nombre─ expreso cabizbajo con temor a equivocarse─ Genjutsu, es lo más realista que puede existir en cuestión de ilusiones, por lo que creo que de eso se trata─ si bien él no conocía en profundidad ese tema, sabía que un genjutsu se trataba de alterar el flujo chakra en el cerebro introduciendo chakra externo, creando así las ilusiones, siendo capaz de hacer sentir incluso hasta el dolor.
Verás

La gente vive su vida ligada a lo que ellos mismos creen que es correcto y cierto, asi es como definen su realidad, pero, ¿que significa estar en lo correcto o en lo cierto?, son solo conceptos vagos, su realidad puede ser tan solo un espejismo.
Victoria

- Hablo-

<<Pienso>>



Responder
#32
Pues la verdad es que solo se me viene una cosa a la cabeza al escuchar ese nombre ─expreso cabizbajo con temor a equivocarse─. Genjutsu, es lo más realista que puede existir en cuestión de ilusiones, por lo que creo que de eso se trata.

Concuerdo con lo que ha dicho —concedió el peliblanco, impresionado por tan directa conclusión—: La fantasmagoría es una ilusión de los sentidos o de la mente, una alucinación. Y también, aplicando tal concepto a su negocio, puede ser el arte de representar figuras por medio de una ilusión óptica.

Yamamasu sonrió ampliamente, complacido por las respuestas de aquellos dos jóvenes; le agradaba que tuviesen el suficiente sentido común como para buscar rápidamente la respuesta más lógica y acertada, sin caer en creencias o misticismos. Aquella era una de las ventajas de trabajar con ninjas, aunque fuesen jóvenes.

Sí, esa tendría que ser la explicación más lógica y acertada —matizo Setsujiro—. Sin embargo, tengo motivos para creer que se trata de algo desconocido, más allá del genjutsu y de cualquier truco tradicional —Les estaba hablando un hombre que había formado una gran compañía a partir del ilusionismo y el engaño, por lo que no era sorpresa que se supiese todos los trucos del “libro del humo y los espejos”, al igual que era de esperarse que estuviera instruido en los principios y funcionamientos de las técnicas ilusorias—. Siento que en este caso en particular, y por primera vez, el sentido común y los conocimiento convencionales no me llevaran a descifrar el nuevo acto de mi rival.

De pronto se le notaba un tanto cansado y molesto. Observo con hastió el habano que se había estado fumando y, aun estando a la mitad, lo apago de golpe contra el cenicero, al tiempo que se levantaba, dándole la espalda a los jóvenes, sumido en sus pensamientos.

Comienzo a ver hacia donde se dirige todo esto, señor —anuncio, mostrándose sumamente interesado—. Si se es testigo de un fenómeno aparentemente sobrenatural, que es lo que las casas de los sustos tienen como objetivo, solo puede haber dos modos de lograrlos: Uno es con los llamados trucos con humo y espejos, la prestidigitación… El otro es haciendo uso del chakra y los genjutsus adecuados, el ilusionismo…

¡Ah! Pero es que puede haber una tercera forma, a la cual solemos tratar de dejar a un lado por nuestro innato terror a lo desconocido —replico, volteándose para encarar a los dos muchachos—. Si determinado suceso no es producido por medios de la ciencia del engaño o la taumaturgia del chakra, ¿entonces cual la única naturaleza posible para dicho suceso?
[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]
Responder
#33
Kotetsu concordaba con Haru en su respuesta, debía de ser genjutsu, no podía ser otra cosa, otra cosa sería imposible, o eso quería creer el pelirrojo.

Aunque el genjutsu era la conclusión más lógica a la que se podría llegar, Setsujiro replico esa respuesta, argumentando que ni las ilusiones ni los trucos convencionales eran la respuesta de ese dilema, y lo decía alguien que de seguro tenía mucho más conocimiento del tema que ellos, parecía cansado y molesto, de seguro se había pasado muchas horas tratando de descifrar el método que utilizaba su rival.

El Hakagurē seguía insistiendo en que debía de tratarse de algún truco o genjutsu, después de todo eran las únicas formas en las que algo así podría funcionar, pero el magnate agrego una nueva forma, la cual Haru esperaba que no fuera la auténtica, eso era algo imposible, estaba hablando de que Etsushi estaba montando su atracción con un verdadero suceso sobrenatural, eso no podía ser posible<< No, eso no puede ser real, tiene que haber alguna otra explicación>> pensó quemándose el cerebro tratando de hallar un argumento, pero si el dueño de una organización dedicada a eso no podía hallarlo, como podría hacerlo él.

─ N-no creo que esa sea la respuesta, tiene que haber otra forma, no puedo simplemente aceptar que se trata de un evento sobrenatural─ en sus palabras se podía notar lo confundido que se encontraba en ese momento, él nunca había creído en esas cosas, pero con el simple hecho de pensar en que podían llegar a ser reales un gran escalofrío recorrió su cuerpo llenándolo de una emoción que Haru conocía perfectamente, miedo, pero no era momento de asustarse, era el momento de dejar atrás su cobardía y seguir adelante, aunque era fácil decirlo, ya se imaginaba la razón por la que estaban ahí, por lo que de seguro, tendría que enfrentarse a una situación que le pondría la piel de gallina.
Verás

La gente vive su vida ligada a lo que ellos mismos creen que es correcto y cierto, asi es como definen su realidad, pero, ¿que significa estar en lo correcto o en lo cierto?, son solo conceptos vagos, su realidad puede ser tan solo un espejismo.
Victoria

- Hablo-

<<Pienso>>



Responder
#34
Yo soy quien menos quisiera creer que mi rival se ha hecho con tan inverosímil recurso, pero comienzan a agotárseme las explicaciones lógicas y racionales —respondió a Haru, mostrando cierta preocupación.

Sigo creyendo que debe tratarse de un engaño, uno muy elaborado —declaró con voz serena y pensativa, mientras juntaba las puntas de sus dedos—. Se suele decir que todo truco cuyo funcionamiento supere ampliamente los conocimientos del observador llega a ser considerado, a falta de explicaciones satisfactorias, como verdadera magia.

El señor Yamamasu entendía aquello mejor que nadie, después de todo su negocio se fundamentaba en aquella premisa: El hacer que la gente creyese, superando cualquier juicio o conocimiento racional que tuviesen. Evocar aquel primitivo subconsciente donde el misticismo es la forma natural de sobrellevar todo aquello que no puede entenderse con el pensamiento convencional.

¡Y precisamente allí es donde está el problema! —sentencio con expresión férrea y alzando la voz—: Si por cuestiones del destino resulta que de verdad está utilizando medios taumatúrgicos, significaría que me han superado en un campo donde resultaría imposible igualarle, y eso sería mi ruina… Y si resulta que está usando un truco, significaría que es tan bueno e indescifrable que incluso yo he dudado sobre si es real o no, eso también sería mi ruina.

»Maldito Etsushi, esto no se quedara así —murmuro para sí mismo.

El joven de ojos grises no veía una posible solución para aquellas posibilidades de ruina, pues fuese como fuese, resultase real o no, el señor Setsujiro se encontraba en una situación difícil. Cada vez sentía más cercana la posibilidad de que le enviasen en una especie de misión desesperada. Aquello era malo en el sentido de que las situaciones desesperadas requerían tomar acciones desesperadas. También estaba el agregado de que como ninjas que eran, tenían que mostrar resultados; de ellos no se esperaba menos que el éxito… Además, aquel no era la clase de sujeto con el cual podían darse el lujo de fallar.

Kōtetsu pensó en lo problemático que se estaba volviendo todo aquello, y en que ya era demasiado tarde como para rechazar el trabajo.

Mientras el de cabellera blanca parlamentaba consigo mismo silenciosamente, abstraído en una calma criptica, al chico que yacía a su lado se le presentaba una buena oportunidad para demostrar que tenía iniciativa profesional, aquel don tan poco común y tan solicitado: Solo necesitaba hacer la pregunta que todos los empleadores de aquel tipo deseaban escuchar, aquellas palabras que pronunciadas con aplomo le ganarían un buen grado de aprobación… un simple pero elegante “¿Y con qué fin se nos precisa?”. Palabras más, palabras menos, aquello era lo que los jefes querían escuchar: Sus futuros empleados preguntándoles en que podían serles de utilidad.
[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]
Responder
#35
Al parecer la única opción que podía ser real, era la que todos considerarían irreal, aun buscando en todos los medios posibles, el mismo Setsujiro no había logrado descifrar cual era el truco que su rival usaba.

Kotetsu aún no desistía a la lógica insistiendo que algún truco debía haber, explicando que algo inexplicable por la lógica era considerado magia, y si, ese justamente es el punto de ese rubro, confundir la lógica de las personas haciendo creer que algo imposible de hacer es posible.

El magnate parecía haber sido acorralado por su competencia, cualquiera de las dos opciones posibles lo único que harían no era otra cosa más dejarlo en ruinas, tanto si fuera o no un truco<< Increíble, nunca pensé que el este mundo sería tan intenso, un simple hecho como no poder descifrar un truco los condena a la ruina>> aunque con un par de métodos un poco sucios, tendría que haber una solución, de seguro eso era lo que pensaba el magnate, pues es la única salida que tenía, y seguramente el porqué de estar ahí del Akaki y el Hakagurē.

El peliblanco parecía sumido en sus propios pensamientos, y la situación más complicada de lo que esperaba, en una situación como esta Haru ya podía imaginarse el motivo por el que todos habían sido convocados ahí, solo faltaba que el empleador les dijera la tarea por la que estaban en ese lugar.

─ Y, entonces ¿Cuál es el fin con que se nos precisa?─ soltó preparándose para lo que vendría.
Verás

La gente vive su vida ligada a lo que ellos mismos creen que es correcto y cierto, asi es como definen su realidad, pero, ¿que significa estar en lo correcto o en lo cierto?, son solo conceptos vagos, su realidad puede ser tan solo un espejismo.
Victoria

- Hablo-

<<Pienso>>



Responder
#36
Necesito de algunos sujetos que se infiltren en la “casa de las reales fantasmagorías” y lo averigüen todo sobre cómo funciona aquel espectáculo.

El peliblanco escucho aquello y decidió reincorporarse a la conversación:

Eso parece sencillo… demasiado sencillo como para necesitar recurrir a personas como nosotros —señalo con calma.

Aun te falta mucho, muchacho; toma tiempo aprender que en este negocio las cosas no suelen ser lo que aparentan: No todo lo que pasa es lo que parece y no todo lo que parece es lo que pasa.

Setsujiro hizo una seña a uno de sus hombres y este le alcanzo un sobre grueso con un montón de documentos. Los reviso superficialmente, como verificando que estuviesen todos, y procedió a colocarlo en la mesa, justo en frente y al alcance de los dos muchachos.

El Hakagurē tomo el sobre y extrajo la mitad de los papeles, dejando el resto para que Haru les echara un vistazo.

Lo que ahora tenía en las manos eran una serie de informes con detalles sobre aquella atracción. Algunos más largos que otros, y todos repletos de información sobre la ubicación, dimensiones y características de la “casa”. Nada parecía fuera de lugar, excepto por un hecho extraño: Al revisar las conclusiones, encontró que todas daban como inexplicable los sucesos de los que habían sido testigos… El joven de ojos grises levanto su mirada, como buscando una explicación a aquello.

Esos son unos informes con los que pude hacerme gracias a mis contactos —aseguro, formando una expresión que daba a entender que había pagado mucho dinero por ellos—. Fueron hechos por algunos críticos profecionales y usuarios de prueba que presenciaron aquel espectáculo.

Ya veo… ¿Y a que se refiere con “estado: atracción en desarrollo discreto”?

Se refiere a que la atracción aún no está abierta al público en general; por ahora solo es visitada por un selecto grupo de sujetos de prueba que han de darle el visto bueno en cuanto a calidad y seguridad.

Eso arrojaba un poco de luz sobre las preocupaciones de aquel señor del espectáculo: Si la casa de las reales fantasmagorías resultaba tan increíblemente popular al estar en etapa de pruebas secretas, no era difícil imaginar el éxito que tendría cuando estuviese completamente inaugurada y cuando la prensa pudiese acercarse lo suficiente como para comenzar a redactar reseñas para todos los periódicos del continente.

En los documentos que habían quedado para Haru, había una larga lista de nombres e investigaciones de cada uno de los sujetos allí citados, algunas concluían en “desaparecido” y otras en “seleccionable”. Todos resultaban personas desconocidas, menos una en particular: el grueso de aquellas averiguaciones detectivescas estaban centradas en Kuyama Etsushi. Todo giraba en torno a sus movimientos financieros, viajes y reuniones… pero parecía no haber nada que delatase algo extraño.

Lo sé, es un viejo zorro muy astuto y cuidadoso —dijo, como adivinando los pensamientos de Haru al leer todo aquello—. Desde que comenzó con aquella atracción se ha mostrado más cauteloso e inteligente que nunca, jamás revela nada a nadie y nunca deja rastro de sus actividades.

Pues me permito corregirme: Esto comienza a verse tan complejo como intrigante… —opino con suma serenidad, y luego se giró hacia el pelirrojo—. ¿Qué piensas tú, compañero?
[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]
Responder
#37
Y el magnate había solicitado su presencia ahí, justamente para lo que el pelirrojo sospechaba que necesitaba que hicieran, investigar la atracción a profundidad, si no podían deducir de qué se trataba, tendrían que ponerse manos a la obra y descubrir el enigma en primera fila.

Aunque el Hakagurē creía que sería una tarea fácil, a Haru en ningún momento se le cruzo un pensamiento parecido, claro que era debido a su personalidad, pero aun así, Setsujiro parecía también estar en desacuerdo con el pensar de Kotetsu, en cuanto el mismo hizo una seña, uno de sus hombres le entrego unos documentos, los mismos que con solo una breve revisión dejaría a disposición de los shinobis.

Kotetsu reacciono rápidamente, al menos más rápido que él, estirando su mano y tomando la mitad superior de los papeles, dejando la otra mitad a su disposición, Haru se adelantó y tomo los papeles, aunque su revisión no fue muy estricta, ya que prefirió prestar más atención a las palabras de Setsujiro.

La pregunta que el peliblanco realizo le llamo bastante la atención, la atracción ya era bastante conocida, y ni siquiera estaba abierta aun, eso podía ser tanto bueno como malo, por un lado, lo malo era que su popularidad seria absurdamente alta una vez estuviera listo, pero lo bueno, era que si no estaba abierta aun, significaba que aun cabía la oportunidad de que no lo hiciera, claro que de seguro necesitaría intervención ajena para ello, pero esa era la oportunidad de Setsujiro si no quería ser aplastado por su competencia.

Los documentos que portaba en su mano tenían una larga lista de nombres junto a las investigaciones de los mismos, Haru sintió un leve hormigueo en la nuca cuando vio que algunas de las resoluciones concluían en “desaparecido” al parecer era bastante arriesgado, ya que el porcentaje de seleccionable en la lista era menor al que hubiera creído.

Etsushi parecía ser un tipo demasiado inteligente, tanto sus movimientos como inversiones, al menos las que salían en los documentos, no parecían tener algo extraño, todo parecía completamente normal, al estar montando un espectáculo que parecía de lo más extraño, tendría que haber alguna clase registro, no comprendía como sus movimientos económicos podían ser completamente normales, pero como si estuviera leyendo sus pensamientos, Setsujiro le aclaro la situación.

Junto con lo que Haru se había planteado anteriormente, se había originado una nueva duda en él, si la atracción aún no estaba abierta al público en general, ¿Cómo se supone que harían ellos para ingresar en ese selecto grupo de sujetos de prueba que Setsujiro había mencionado antes? Suponía que el magnate ya tendría una solución para ese inconveniente, ya que de otra forma tendrían un arduo trabajo por delante.

─ Eh, tengo una pequeña duda─ expreso elevando su atención de los documentos hacia Setsujiro─ ¿Cuáles son los estándares con los que selecciona a los sujetos de prueba su competencia? Como usted dijo, solo un selecto grupo de personas tienen acceso a la atracción, por lo que solo ingresar a la casa ya sería una tarea complicada─ al finalizar su pregunta su atención cambio de morador nuevamente dirigiéndose esta vez hacia el Hakagurē.

─ Pu-pues, nunca creí que sería una tarea sencilla, será muy complicado descubrir que es lo que sucede en esa casa─ expreso acercándose nuevamente al escritorio para devolver los documentos, estaba algo nervioso por lo que debían hacer, pero no dejaría que eso afectara el trabajo, al menos no ahora.
Verás

La gente vive su vida ligada a lo que ellos mismos creen que es correcto y cierto, asi es como definen su realidad, pero, ¿que significa estar en lo correcto o en lo cierto?, son solo conceptos vagos, su realidad puede ser tan solo un espejismo.
Victoria

- Hablo-

<<Pienso>>



Responder
#38
Lo cierto es que el criterio de selección es bastante estricto: Principalmente inversionistas, propagandistas, críticos de arte, dueños de publicaciones y otras personas sumamente acaudaladas. Todos con la peculiaridad de ser sumamente discretos —lanzo una mirada a sus documentos y sonrió—, o muy buenos negociantes a la hora de vender información.

Aquello explicaba de donde había sacado los datos para aquellos informes, y que tan caros debieron resultar.

Entonces nos resultara imposible el infiltrarnos… Digo, se supone que los ninjas nos mesclamos entre el populacho, no entre la elite.

Lo sé, muchacho —aseguro con calma—. Pude haberle pedido a alguno de mis contactos que se infiltrara, pero sin duda alguna Kuyama ha de tener bien vigilados mis movimientos y a cada uno de mis conocidos… Además, un civil no podría sobreponerse a los “problemas” que se pudiesen presentar.

»Pero ya tengo preparada una alternativa: Entre esos documentos hay una lista de personas con la categoría de seleccionables. Son sujetos que, de una u otra forma, podrían cederme sus identidades temporalmente.

Suplantación de identidad, infiltración de alto riesgo, y espionaje corporativo…

Tengo entendido que son cosas cotidianas para un ninja —señalo con determinación—. ¿Les ha quedado alguna duda sobre lo que tiene que hacer?
[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]
Responder
#39
La respuesta a su duda fue una que realmente no se esperaba, como podían ser personas sumamente acaudaladas las que se arriesgaran a probar una atracción que podía llegar quitarles la vida si no contaba con buenas condiciones en cuanto a la seguridad de la misma, y justamente eso era una de las razones por las cuales se necesitaba hacer pruebas en la casa, verificar la seguridad y calidad de la atracción.

─ Eh, ¿está diciendo que incluso estas personas acaudaladas son usadas como conejillos de india para su atracción?─ era increíble, no podía creer que se estaba involucrando con tipos con semejante influencia, el simple hecho de pensarlo le hacía poner la piel de gallina.

Al parecer los sujetos de prueba, aunque acaudalados, eran bastante rastreros, ya que no dudaron en vender la información ante una buena propuesta, gracias a eso era que ellos se encontraban allí en este momento.

Como pensaba, sería sumamente complicado infiltrarse, aunque él había sido criado con educación no era el tipo de educación que recibía alguien acaudalado, y no tenía la suficiente experiencia como para infiltrarse entre esas personas, lo que lo hacía dudar aún mas de sus capacidades.

La solución era simple para Setsujiro, pero endemoniadamente complicado para ellos, pues debían suplantar la identidad de las personas que le cederían esa libertad temporal para hacerlo.

─ Tengo entendido que son cosas cotidianas para un ninja─ expreso el magnate con determinación, sí, claro que lo eran, para un jōnin tal vez, pero quienes tenía en frente no eran más que un par de gennins con escasa o nula experiencia en ese tipo de situaciones, las misiones que tenían en ese momento no pasaban de hacer un encargo simple o buscar un gato, eso estaba ampliamente fuera de su repertorio de situaciones, al menos de las de Haru, quien lo más peligroso que había hecho hasta el momento lo había hecho instantes atrás.

Claro que Haru tenía dudas, no sobre lo que debían hacer, sino como deberían hacerlo, que es lo que harían si no lo lograban, o el simple hecho de como harían si los descubrían, muchas dudas recorrían su mente, pero no sobre lo que tenían que hacer, lo que lo hacía dudar, era si contaban con la capacidad para hacerlo.

─ No, ninguna duda─

A pesar de todo ya era tarde, aunque quisiera, ya no podía echarse para atrás, eso solo le daría un boleto directo al final de su camino, y este no sería su final, claro que no lo seria.
Verás

La gente vive su vida ligada a lo que ellos mismos creen que es correcto y cierto, asi es como definen su realidad, pero, ¿que significa estar en lo correcto o en lo cierto?, son solo conceptos vagos, su realidad puede ser tan solo un espejismo.
Victoria

- Hablo-

<<Pienso>>



Responder
#40
Bien, me complace que entiendan lo que se les pide… —Se interrumpió a sí mismo, dejando escapar un silencio de profunda reflexión—. Pero me parece que aún hay algo que no les ha quedado claro y que necesitan saber.

Yamamasu extrajo de una de las gavetas enfrente de él una elegante cajita de metal grabado. De ella saco un puro que examino concienzudamente bajo la amarillenta luz de su lámpara de pie. Con un ligero gesto le dio su aprobación y procedió a utilizar un encendedor a juego con el pequeño porta puros para encenderlo. Dejo que ardiese un poco, que brillase, y se dedicó a darle una profunda y ceremoniosa calada.

Verán, lo de “conejillo de indias” es un término que, aunque adecuado según el sentido común, resulta incorrectamente aplicado a la gente adinerada —aclaró, con suma paciencia—: estas personas están pagando un buen dinero por la oportunidad de tener acceso a la atracción del famoso Kuyama Etsushi. Es decir, es algo voluntario… Una de las pocas emociones verdaderas para la gente que puede comprarlo casi todo es tener “exclusividad”, ser los primeros en presenciar y experimentar algo que esta fuera del alcance de las masas. Cuestiones como el peligro y la ilegalidad son cosas que solo aumentan su placer como consumidores de atracciones —Entendía ampliamente la forma de pensar de su público, y el de los seres que eran como él, ambiciosos y adinerados—. Al final todos salen ganando; el dueño del negocio recibe las opiniones y beneplácitos de quienes tienen recursos y están interesados, aumentando su renombre en los altos círculos. Y los “conejillos de indias” se van con la satisfacción de sentir reivindicada su posición como una elite de gente con privilegios exclusivos, a la vez que se les presentan grandes oportunidades de negocios, ya sea que deseen invertir en acciones o vender la información a quienes estén dispuesto a pagar por su experiencia.

Ya veo… No me agrada ese tipo de sociedad, pero es bueno saber con clase de gente tenemos que lidiar —confesó el peliblanco.

¡Y que gente! —exclamo aquel señor del espectáculo mientras dejaba escapar una honesta y humeante carcajada—. No tienen ni idea de lo terribles y absurdos que pueden llegar a ser… Eso me incluye a mí mismo en multitud de ocasiones.

Cielos… —suspiro Kōtetsu, cansado de la gente así—. Y pensar que hasta ahora todo aquello de la fortuna y el espectáculo se veían como cosas tan brillantes y glamorosas… tan prestigiosas.

La gente cree con fervor e ingenuidad que poseer prestigio es como tener el brillo de una estrella. Y tienen razón, es como residir es una pletórica y ardiente fuente de luz, rodeada por un solitario y gélido velo de oscuridad.

Las palabras de Setsujiro se vieron imbuidas en humor melancólico y nostálgico que encajaba perfectamente con sus ojos cansados. Pero aquel momento de pesadumbre desapareció rápidamente para de nuevo dar paso a su actitud de elegante jefe y su mirada dura y curtida como el cuero.

Bueno, creo que con eso ha quedado todo listo, pueden retirarse… Tengo a más gente que entrevistar —dijo mientras los despedía con un gesto—. Ha, y una cosa más; Arriba les estará esperando uno de mis hombres, él les informara de los detalles y les acompañara durante el trabajo para asegurarse de darles soporte y que les vaya bien.

Ante el movimiento de los guardias, los jóvenes se vieron inducidos a acercar a una puerta lateral, hasta entonces escondida por las sombras, que se abrió mecánicamente, revelando que se trataba de un ascensor. Ambos tuvieron que abordar el mismo y esperar a que se pusiera en marchar. Una vez en el interior, mientras subían lentamente, el de blanca cabellera no pudo evitar que su sinceridad emitiera un comentario.

Pareciera que hemos firmado un contrato cuyo cumplimiento será sumamente problemático, ¿no?
[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]
Responder



This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.