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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#46
La explicación sobre Suiken era increíble. Metal movido por magnetismo ¿Era una especie de ninjutsu? ¿O había otro truco? El movimiento del metal ese era muy... natural. No parecía casi una técnica. Era como si fuese una extensión de ella.

La Nara le gustaba su propia técnica poco usual. Pero Meme parecía apasionarse cuando hablaba de la suya. Se ponía feliz por ella, por saber lo tanto que le gustaba.

Si, es hermoso Meme. Además, te queda muy lindo cuando lo conviertes en ropa. — estaba viendo como manipulaba el material.

Con respecto a las armas, quizá la kusajin tenía razón. Podía dejarlas allí tiradas y listo. Una parte de ella pensaba que no era lo correcto, tenía miedo que alguien pueda tomarlas. O el simple hecho de dejarlas tiradas ahí, por no haber limpiado una zona verde.

Pero era hipócrita de su parte dársela de moralista. Ella era la primera en tomar el camino incorrecto. Nada iba a pasar si las dejaba ahí.

Puede que tengas razón, que más da.

Tiró la tanto al piso, al lado del bastón. Se limpió las manos con sus propias prendas, vaya a saber donde habrán metido las manos esos tipos. No era tan delicada como Meme, pero si le daban un poco de asco esos hombres.

¿Qué? — la tomó un poco por sorpresa. El breve enfrentamiento que tuvieron la hicieron olvidarse de que estaban bailando. —¡Si, claro! O, bueno, eso intentaba. Aunque si me siento un poco más suelta.

Abrió los brazos, en una especie de estiramiento, tomó bastante aire y lo soltó luego de unos segundos.

Al verla haber hecho una vuelta hace solo un rato, quiso hacer una imitación. Aunque a su forma. Uso una pierna como ancla, la cual se quedaría quieta y con la otra giraba, dando unas pisadas algo extrañas. Mientras tanto, daba unos aplausos y le sonreía de oreja a oreja a Meme, buscando en su mirada aceptación en lo que hacía.
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#47
Jun me caía cada vez mejor. ¡Por supuesto que queda lindo cuando me lo pongo! ¡Más que lindo, me alegra que se dé cuenta!

Vamos, entonces~

Jun hizo un giro algo extraño, con patadas y aplausos, finalizando con una sonrisa. Le devolví ésta última.

¡Oh, mucho mejor que antes! —Me coloqué en posición, lista para seguir bailando —. Ahora que ya estás relajada, veremos algunos pasos sencillos~

Pasamos un largo rato bailando. Yo le enseñaba alguno que otro paso o movimiento y Jun lo intentaba imitar. Al inicio le costaba un poco, pero pronto fue tomando más habilidad, hasta que los pasos más simples le salían casi naturales. Cuando me di cuenta de lo tarde que se hacía, me despedí de ella, pues tenía que encontrarme con Kuumi. Nos hicimos gestos de adiós con la mano, y la dejé a la entrada de Tanzaku Gai.

Esperaba volver a encontrarla. Mi Hermana Ranko tenía razón: valía la pena enfrentarme a una ciudad de furia para encontrar una amistad.
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