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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#1
Ya hacia unos días, Karamaru había regresado. Seguía siendo otoño y las mañanas eran frías pero de nuevo estaba, a las cinco de la mañana, frente al local de Lee esperando la partida de la caravana con dirección al Valle del Fin.

Me comentaron que allí hay varias estatuas ¿No es así?- pregunto Karamaru al conductor del carruaje mientras ayudaba a cargar la mercancía.

La verdad que no estoy muy enterado, pero si, allí están las tres estatuas de los kages que sellaron a los bijuu. Es una historia larga y muy buena por cierto, pero yo no la se calvito. Mejor preguntale a Lee otro día- comento el conductor mientras esbozaba una sonrisa.

Durante el poco tiempo que estuvo con el shinobi, el hombre se acostumbro a decirle "calvito" de manera amistosa. A Karamaru no le importaba para nada y de hecho le gustaba tener la confianza como para ganarse un apodo. Pasaron unos minutos hasta que el pelado volviera a sentarse en la parte trasera del ultimo carro de la caravana al momento que estaban por partir.

El clima cada vez se iba haciendo mas frío y el cielo cada vez mas nublado. Pasaron varios días hasta que las lluvias comenzaron. Primero unas pequeñas gotas, después una lluvia torrencial y luego, de nuevo, solo unas pequeñas gotas.

Esto es bueno- dijo el guardia que iba con Karamaru- En el País de la Tormenta siempre esta lloviendo. Así que si te diriges a su territorio la lluvia significa que vas por buen camino.

Karamaru no presto mucha atención. Estaban justo en el cambio de guardia y lo único que quería hacer era dormir. Y eso hizo. Se despertó nueve horas después cuando ya habían llegado al Valle del Fin. Se estacionaron cerca de una estatua y montaron campamento. Esta vez era chico, no se esperaba vender mucho, solo a pequeños grupos de turistas.

El shinobi se bajo del carro, se estiro y mientras se montaban las carpas decidió ir a dar un vistazo alrededor. Quería conocer la zona, no solo por turismo si no también para conocer si había algún peligro cerca.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"  
-Maestro Yoda.


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#2
Ataviada con su sombrero de paja y su vieja capa negra para la lluvia, Tomoe seguía el camino que la llevaría hasta el Valle del Fin. Esta vez, a diferencia de otras, los motivos para andar fuera de la Aldea eran meramente oficiales. A la pequeña Uchiha, le había tocado hacer de mensajera, cosa que no le había hecho mucha gracia pero no le quedó más remedio que cumplir las órdenes. Lo que no ayudaba a mejorar su agrio carácter.

"No me puedo creer que con la cantidad de inútiles que hay en la aldea me tenga que tocar a mí hacer de mensajera..." se lamentaba la pelinegra mientras atravesaba aquel sinuoso sendero entre multitud de árboles y una insesante lluvia "Será mejor que me de prisa, cuanto antes acabe con esta mierda, antes podré dedicarme a algo útil"

Tomoe giró en uno de los múltiples recodos del camino, la chica reconoció al instante el lugar pues la dejaba paralela al río que discurría desde el lago.

"Al menos ya estoy cerca" pensó tras retirar la mirada de la corriente y devolverla al camino. Frente a ella, ha algo más de diez metros, una figura parecía acercarse en la dirección opuesta. Tomoe continuó caminando sin prestarle más atención, no le importa mucho ni quién era ni que hacía por allí. Aquella zona, aunque bajo dominio de la Lluvia, solía ser muy frecuenta da por viajeros y turistas. Así que no debía de preocuparse. La chica seguría caminando sin ni siquiera volver a parar la mirada en el viajero
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#3
La lluvia incesante caia sobre la cara del pelado mientras trataba de comprender por donde iba. Camino tanto tiempo mirando las estatuas que ya ni sabia que camino habia recorrido. Sin embargo, por suerte, sabia bajo que estatua se habia asentado el campamento mercantil. Hacia tiempo venia viendo bastantes personas, viajeros y turistas, por la zona pero tras ver al primero recordo que no habia traido ninguna mochila con bebidas dentro.

«Supongo que es hora de volver, ya no hay mucho mas que recorrer»

El shinobi ya tenia pensado pegar la vuelta cuando una extraña figura se asomo entre la niebla que generaba la lluvia. Era oscura, parecia estar vestida de negro y con algo raro en la cabeza aunque no se llegaba a entender que era. Parecia un viajero, uno mas de los tantos, pero en ese momento se le ocurrio una manera de vender que no habia pensado con anterioridad. Asi que naturalmente se acerco lentamente al caminante.

Disculpe señor- dijo Karamaru parandose frente a la extraña silueta- Tengo una oferta para usted que tal vez le interese.
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#4
La figura parecía haber reparado en ella, de hecho la observaba fijamente mientras avanzaba. A Tomoe aquello no le importaba lo más mínimo, para ella, era como si no existiese el otro viajero.

Caminaba a buen ritmo, manteniendo la vista fija en el frente. La chica sólo pensaba en acabar su encargo y regresar a su entrenamiento cuando notó como la figura se fue acercando hacia ella hasta tratar de detenerla. Al parecer era un vendedor ambulante o algo así, pues trató de encasquearle algo que debía de llevar encima.

Sin embargo, Tomoe, simplemente siguió hacia delante. Apartando al vendedor con la mano izquierda de un empujón, sin ni siquiera mediar palabra alguna

"Menudo incordió" se quejó para sí misma mientras seguía su camino "Encima el muy inútil no es capaz de distinguir a un hombre de una chica de mi edad..."

La Uchiha poco a poco se fue alejando de aquel extraño vendedor.
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#5
«Pero que hombre tan irrespetuoso» pensó Karamaru tras el el grosero acto que había dado el encapullado. Le habia corrido el brazo sin gentileza alguna, sin siquiera una respuesta.

¡Podrías por lo me nos contestar!- vociferó bien alto el calvo- ¿Qué es eso de correrme y seguir? ¿Tienes algún problema conmigo? Estoy siendo gentil, solo quiero vender algo, ten respeto por mi negocio.

Al shinobi de Uzu le había caído mal el gesto pero supo mantener la calma y dio un largo suspiro. Vio al hombre alejarse bajo la lluvia, tapándose poco a poco por la niebla pero Karamaru era un hombre persistente y decidió seguirlo y caminar tras sus pasos. Transitar sobre sus huellas y ubicarlo con sus ojos en todo momento. Solo pasaron unos segundos hasta que Karamaru tuvo que volver a abrir su boca.

¿Sabes que te seguiré hasta que me des una repuesta no? Esta lloviendo y hace frío, ¿Por qué no pasas por nuestro campamento y tomas algo? Tu descansas y yo tengo ganancias ¿Te parece?

«Vamos, vamos, háblame que tengo que vender algo. No me quiero mojar en vano»

El shinobi estaba harto de caminar sobre el barro, y quería volver a su campamento pero no dejaría a ese hombre en paz. No porque quería vender, si no por una cuestión de respeto. Le había molestado su gesto y el encapullado lo tenia que compensar, aunque sea con una disculpa.
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#6
Aquel chico no se tomó demasiado bien el gesto de Tomoe sin embargo, a esta, no le importó lo más mínimo las quejas del viandante. Es más, siguió caminando sin nisiquiera voltearse. Pero al parecer, el vendedor ambulante no captó la indirecta y decidió perseguirla hasta que contestase, o al menos eso fue lo que aseguró el calvito.

"Será pesado" fue lo único que paso por su mente referente al encuentro con aquel tipo, antes de volver a centrar su atención en la tarea que tenía que acabar.

La kunoichi siguió caminando un rato, el otro tipo no se despegaba de sus talones y aquello comenzaba a irritar de sobremanera a la Uchiha. Estaba apunto de voltearse para darle una paliza, cuando el vendedor dijo algo que llamó su atención

"Así que un campamento... puede que sea parte de los inútiles que estoy buscando" la chica se detuvo y se dió la vuelta hasta quedar mirando al calvo de frente, se retiró el sombrero para poder clavar sus ojos de color violeta en su objetivo

—¿Eres parte de una caravana?— lanzó la pregunta sin vacilaciones, sin importarle lo más mínimo nada de lo que había dicho hasta aquel momento el otro chico. Ella tenía un objetivo y nada la apartaría de él.
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#7
Las palabras de Karamaru por fin hicieron efecto sobre el hombre que hacia rato le había quitado la mano de encima. De pronto, el objetivo del shinobi se paró en seco. Seguramente, algo le había llamado la atención. Dio media vuelta y se quito su sombrero para darle una sorpresa al calvo. La figura que había perseguido no era lo que él creía ser, no era un hombre sino una bella dama. Esta, tras darse la vuelta, miro fijamente al vendedor. Eran dos orbes de color violeta envueltos por una capa blanca y mojada de piel.

«Ahora tiene explicación el por qué tenía el hombre tan chiquito» pensó el shinobi recordando los minutos anteriores.

Mientras Karamaru miraba su pelo color azabache, los dos finos labios comenzaron a moverse y a pronunciar algunas palabras.

Emmm, si- contestó ahora tímidamente Karamaru- ¿Osea que te interesa mi oferta? Tenemos buenas bebidas a disposición de nuestros clientes. ¡Va! Con buenas me quedo corto, yo te diría que son las mejores- terminó Karamaru guiñándole un ojo a la chica que estaba parada frente a él. Pero al momento el calvo pensó un poco la situación.

«¿En qué momento dije que era de una caravana? Solo había dicho que tenía un campamento»

El shinobi, sospechando de esa mujer, no tardó en reprocharle su rara pregunta.

Perdona que te diga, pero.... ¿De donde sacaste lo de la caravana?
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#8
El muchacho pareció emocionarse, al parecer había tomado aquella repentina muestra de interés como fruto de sus intentos de negociación. Sin embargo, no había ahora mismo nada más lejos de la realidad en el mundo que aquella suposición.

Tomoe suspiró un poco exasperada por las palabras del chico y decidió quitarle cuanto antes la ilusiones para evitar tener que seguir aguantando toda aquel discurso sobre bebidas y demás mercaderías.


—No me importa lo más mínimo tus bebidas— atajo la chica secamente, sin lugar a la paciencia no era una de las fuertes de Tomoe

Por su parte el calvo parecía haber reparado en que la pelinegra sabía de antemano que pertenecía a una caravana, le llevó unos segundos atar cabos pero al final logró articular una pregutna coherente

"Parece que le cuesta al muchacho" se lamentó la chica antes de contestar

—Soy kunoichi de Amegakure— comenzó la chica con tranquilidad, tratando de no decir más de lo necesario —Me han encargado que entregue a una carvana el Salvo Conducto Comercial para Shinogi-To— explicó la chica sin dar muchos detalles —Así que si perteneces a la caravana, guíame hasta ella— ordenó la chica, ni siquiera lo pidió, lo ordenó —No quisiera perder más tiempo del estrictamente necesario—
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#9
Al parecer la muchacha no era muy simpática y no demostraba estar de buen humor. Karamaru se empezaba a dar cuenta de su aspecto gótico y de su poca felicidad. Incluso, hasta le empezó a asustar un poco. La mujer suspiraba un aire oscuro y pesado, "un mal aura" como dirían algunos.

«¿Quién sera?» se preguntaba el shinobi varias veces dentro se cabeza.

Pero eso mismo no importaba, la persona de ojos violetas negó rotundamente su interés por la mercadería que vendía el calvo y se dispuso a hablar un poco mas. Era una kunoichi, al igual que Karamaru sabía técnicas de peleas o por lo menos luchar o eso creía Karamaru. Nunca se sabe que capacidades tiene un shinobi y tampoco sabia siquiera si era una mentira. Se presentó como una de Amegakure «¿Qué sera Amegakure?» se cuestionó rápidamente Karamaru.

La mujer continuó y comentó su misión. Tenia que dar algo, un tipo de conducto o comercio o salvamento o algo que Karamaru no había entendido, a un lugar o a algo que tampoco conocía. El calvo no pudo aguantar la necesidad de preguntar por esas cosas y también iba a aprovechar para tratar de sacar una venta a esa mujer malhumorada. Pero algo estaba claro, su caravana no tenía nada que ver con eso del Shinogi-To o por lo menos no hasta donde sabía. Al shinobi se le había enseñado a no mentir, pero en cualquier momento puede desviar un tema de conversacion o incluso buscar un poco de información.

¿Amegakure? ¿Qué es eso? ¿Y eso del conducto de comercio de salvamento? Yo no conozco nada acerca de esa cosa de shinogi, ¿Qué es? Y todavía no me respondiste, ¿Como sabes que soy de una caravana?

Las preguntas de Karamaru podrían interpretarse como una broma, un poco tontas para hacerse y como si lo estuviese haciendo a propósito, pero ese no era el caso. Al menos, en parte. El pelado estaba un poco conciente de para donde quería llevar la conversación.
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#10
La respuesta del calvo dejó a Tomoe realmente fuera de juego, no podía estar segura de sí el chico le estaba tomando el pelo o es que simplemente era un zoquete de proporciones épicas. Clavó sus ojos violetas en el proyecto de vendedor, tratando de dilucidar si hablaba en serio o no.

"No puedo creer que alguien llegue a estos niveles de estúpidez... ¿Cómo diablos no puede conocer a Amegakure?" fue lo primero que se vino a su mente, para la Uchiha era prácticamente imposible que alguien no conociese las grandes aldeas ninja. Eran las que regían prácticamente el mundo "Debe de estar tomandome el pelo..." la chica escrutó con cuidado las facciones de aquel muchacho "No parece lo suficientemente inteligente como para una mofa de ese tipo"

La kunoichi suspiró, se había encontrado posiblemente con una de las personas más cortitas que en mucho tiempo se había encontrado y no tenía ninguna intención de corregir aquella ignorancia con una explicación por su parte, si el chico no tenía ni idea era su problema.

—Eso no te importa ahora mismo— contestó la chica tratando de llevar la conversación por donde le interesaba —Solo necesitas saber que tengo que darle un mensaje a tu jefe, así que llevame ante él— la chica trató de condensar todo lo posible para que la mente de aquel chico no tuviese que pensar demasiado en lo que le habían dicho

"Hay dioses... que suerte la mía" se lamentaba la muchacha mientras rezaba por poder librarse de una vez por todas de aquel encargo
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#11
«¿Mi jefe? Pero si es Lee.... y él esta en Uzu. ¿Y ahora que le digo?»

Karamaru se había quedado un rato largo en silencio. Estaba pensando, tratando de dilucidar como seguir con este complicado intento de venta. Él era un inexperto pero aun así estaba empeñado en tratar de conseguir vender su producto.

Emmm.... mira, en estos momentos es imposible contactar con mi jefe. Si quieres, te puedo llevar al campamento. No se, pero perdona que pregunta, pero..... ¿Que es lo que tienes que entregar? Tal vez lo puedo recibir yo, o podemos ir al campamento y de camino te puedes tomar una bebida. Tenemos con alcohol y sin alcohol. ¿Te parece?

Sin esperar respuesta, el calvo tomo su mochila y la abrió frente a la chica de ojos violetas. Varias botellas blancas con el logo de "Sake-Sake" estaban en su interior. Unas decían "Manzana" otros "Uva" otras mas raras decían "Mondongo", alimento favorito de Lee y por eso existen. Nadie compraba de mondongo pero por lo menos el dueño del local estaba contento.

Si quieres puedes tomar una. Pruebala y segura te gusta. Me pagas y vamos hasta el campamento y hablamos mas tranquilos y sin esta lluvia molesta sobre la cabeza. Tal vez que puedo encontrar al jefe allí o tal vez no...
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#12
La poca paciencia de la Uchiha estaba empezando a agotarse a un ritmo más que alarmante, aquel chico no paraba de volver una vez y otra a lo mismo. El calvo parecía no entender muy bien lo que la chica trataba de hacerle entender.

"No sé si es que es retrasado o sigue tomándome el pelo..." la pelinegra poco a poco se iba enfadando cada vez más, luchaba contra sus ganas de aplastarle la cabeza contra el suelo pues al parecer pertenecía a un grupo que tenía un salvoconducto.

Tomoe dió un largo suspiro tratando de relajarse antes de tratar de retomar la senda. Sin embargo, cuando se disponía a hacerlo, el vendedor bajo su mochila y volvió a ofrecer su mercancía. Esta vez la mostraba a la vez que la invitaba a probarlas. La pelinegra apretó con fuerza su puño, a la vez que su rostro se contraía tratando de reprimir la furia

—Me importan una mierda tus bebidas— contestó la chica que, a pesar de lo que pudiese parecer, se estaba conteniendo con todas sus fuerzas —Llévame con quien este a cargo de tu expedición— ordenó autoritariamente la joven kunoichi —Sólo quiero entregar el salvoconducto—

"Aguanta Tomoe, aguanta..." se repetía tratando de retener sus instintos asesinos
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#13
Eeeeh, te me tranquilizas ¿Eh? Yo no quiero a ninguna mujer enfadada cerca, peroooo....... con una bebida tal vez se te va el malhumor- comento Karamaru en tono burlón.

Ya se estaba dando cuenta que la venta no sería buena. La mujer no tenía ninguna intención de comprar el producto pero el calvo tenía mucha curiosidad sobre ese salvamento de conductos. Guardo las botellas al instante y se volvió a cargar la mochila y con una sonrisa se dirigió a la chica.

La tomó del hombre y se le acercó a la oreja.

¿Ese salvamento de conductos es confidencial no? ¿Información clasificada? Hagamos un trato.... Tu me dices que carajos es y yo tranquilamente te llevo con mi jefe. Mira si eres un asesino..... Perdón..... asesina.

Tras los susurros el pelado se alejo de nuevo y se quedo mirando a la morocha con una sonrisa despues de haberle hecho un guiño de "confianza". Abrio los brazos y remató: Total no hay nadie cerca que se entere de esta confidencialidad de conductuales para salvamentos ¿No?- Y le volvió a guiñar el ojo.

«Espera, espera, espera... ¿Conductuales para salvamentos? ¿No era salvamento de conductos? ¿O salvada de conductos? ¿O conductitos para salvar?»
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#14
El calvo parecía no estar dispuesto a ceder y volvía a insistir medio en broma, como si tratase de burlarse de la kunoichi que no estaba precisamente para bromas.

Recogió sus botellas y trató de aproximarse a la chica, incluso colocó su mano sobre el hombro de Tomoe que reaccionó a toda velocidad, agarrandoló por la muñeca y con un rápido giro hacia la derecha dobló el brazo a su oponente a la vez que le obligaba doblar la cintura. Para asegurar la posición de inmovilización, la Uchiha, colocó tras el codo del chico su mano izquierda apretando con fuerza.

—Vuelve a tocarme y te rompo el brazo— se limitó a amenazar al calvo antes de soltarlo con un empujón hacia delante, para que se alejase de ella

"Menuda perdida de tiempo, este tío no sirve da nada" se quejó la pelinegra que volvió a cubrirse con su sombrero antes de alejarse en la dirección opuesta a la del vendedor para continuar su camino "Será mejor que lo busque por mi cuenta, si tengo que esperar a que este entienda lo que busco..."

La chica se fue alejado poco a poco del lugar, dejando al vendedor atrás. Aunque permencía atenta por si este intentaba cualquier venganza contra ella
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#15
Al parecer la mujer era rápida y fuerte. Doblo a Karamaru en un instante, la amenazó y lo largo para delante.

¡EEEEEEHHH!- dijo Karamaru en tono de broma- ¿Por qué la violencia?

Pero al parecer, la morocha no le haría caso. Simplemente se quedo con su amenaza y tras colocarse su sombrero dio vuelta y comenzó a caminar. Karamaru se sintió un poco molesto con la situación. Le estaba poniendo un poco de humor para sacarle la cara larga a la dama y esta lo trata de esa manera. Si, quería averiguar que era todo pero no tenía malas intenciones.

El pelado sabía que la situación no iba a durar mucho si seguía así, por lo tanto, Karamaru cambió su común sonrisa a una cara seria y una mirada fija y penetrante a la espalda de la mujer. Con voz grave y un tono para nada bromista le habló a la mujer:

Mi jefe esta lejos de aquí, tardariamos días en encontrarlo. No tengo superiores cerca, solamente tengo compañeros que trabajan junto a mí. Si te vas por tu cuenta no lo encontrarías nunca, nunca cumplirias tu objetivo. ¿Estas segura de querer hacerlo? ¿Te quieres perder bajo la incensante lluvia de este país? Ven aquí, hablemos, y lo podremos solucionar. Pero nunca haras nada y mantienes ese humor y secretismo.- sentenció Karamaru.
«Como odio que la gente me haga poner así..... ¿Por que quieren que me tome las cosas en serio?»
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