20/11/2019, 19:15
—Por saberlo. Coincidí con él hace un tiempo —respondió el Uchiha, encogiéndose de hombros.
—¿Ambos conocéis a Roga? —preguntó Daruu, incrédulo, y Ayame se limitó a ladear la cabeza. En realidad, que Ayame le conociera no era tan raro como que lo hiciera Datsue. Después de todo, ambos eran compañeros de aldea—. Yo hice una misión con él. Un asunto muy turbio. Ya os lo cuento comiendo.
Datsue les condujo a un restaurante cuya especialidad era el shabu-shabu, un plato de fondue con carne y verdura troceada que Ayame no había probado en su vida, y del que se enamoró profundamente después del primer bocado. Nunca se lo diría a Daruu, pero al final había salido bien no ir a comer pizzas. Mientras comían, el Uchiha les contó el fatal desenlace con su relación con Aiko. Al final, y después de todo por lo que había pasado para liberarla de Amegakure, había resultado que no estaban hechos el uno para el otro. Y Ayame se sorprendió lamentándose por el destino del Uchiha. Afortunadamente, y en un nuevo revés del destino, otra chica había aparecido en su vida tras ser rescatada de una misión en el País de la Tierra. Daruu, por su parte, les contó su misión con Roga en el Cementerio del Gobi. Una misión que entrañaba oscuros secretos y shinigami.
Algo estaba claro, aquella sería una noche en la que Ayame no pegaría ojo.
—¿Ambos conocéis a Roga? —preguntó Daruu, incrédulo, y Ayame se limitó a ladear la cabeza. En realidad, que Ayame le conociera no era tan raro como que lo hiciera Datsue. Después de todo, ambos eran compañeros de aldea—. Yo hice una misión con él. Un asunto muy turbio. Ya os lo cuento comiendo.
Datsue les condujo a un restaurante cuya especialidad era el shabu-shabu, un plato de fondue con carne y verdura troceada que Ayame no había probado en su vida, y del que se enamoró profundamente después del primer bocado. Nunca se lo diría a Daruu, pero al final había salido bien no ir a comer pizzas. Mientras comían, el Uchiha les contó el fatal desenlace con su relación con Aiko. Al final, y después de todo por lo que había pasado para liberarla de Amegakure, había resultado que no estaban hechos el uno para el otro. Y Ayame se sorprendió lamentándose por el destino del Uchiha. Afortunadamente, y en un nuevo revés del destino, otra chica había aparecido en su vida tras ser rescatada de una misión en el País de la Tierra. Daruu, por su parte, les contó su misión con Roga en el Cementerio del Gobi. Una misión que entrañaba oscuros secretos y shinigami.
Algo estaba claro, aquella sería una noche en la que Ayame no pegaría ojo.