Hazegawa no titubeó en preguntar cual era el objetivo de la chica hasta el momento de que muriese y lo olvidase. Lo preguntó sin mas, como si todos y cada unos pudiesen decir a cualquiera qué motivos los llevan a seguir adelante y luchar, como si fuese algo que podrías contar a un desconocido. Sin duda, no, para nada era el caso.

—Es un secreto...

Sin pelos en la lengua, el chico volvió a la reprimenda en ese improvisado interrogatorio. Ésta vez preguntando si creía que lo que decía sería productivo. Si se enteraban de que era inmortal, de seguro la incluían en misiones suicidas y peligrosas. Pero, eso era algo que la chica ya tenía en conocimiento. Después de todo, por algo había vivido de manera tan cautelosa. Reika por su parte confesó que la Arashikage no era estúpida, y que si además estaba haciendo tan pública su actuación, no tardaría en estar en conocimiento de ello.

—Si, supongo que tienes razón, Reika. Pero eso que dice Hazegawa era lo que me hacía no decir palabra a nadie sobre mi inmortalidad. Ahora, supongo que no tengo miedo.

El chico de nuevo preguntó, en ésta ocasión por cómo había llegado a éste estado. —Mi padre vendió su alma a un diablo... —contestó seca y brusca, era algo de lo que no le gustaba hablar.

»Y no, no estoy interesada en que lo publiques, eso es lo que menos interesa a nadie.

Por otro lado, Reika preguntó cómo le había ido en la anterior ronda.

—Pues me fue bien, la pasé sin demasiados problemas, la verdad. —contestó, ya algo cansada del interrogatorio.

Fue entonces que Hazegawa alegó que para la próxima pelea le apoyarían desde las gradas. Al fin, parecía haber mermado el tumulto de preguntas.

« No me jodas, ya quisiera yo venderle mi alma a ese mismo diablo a ver que me da por un alma joven, bastante fresca…»

— Bueno, ¿en que estabas cuando te interrumpimos? — Dijo el ojiblanco llevando su mano al bolso a modo de mariconera que llevaba, saco una bolsita de galletas saladas con formas de espadas y gatitos, una extraña combinacion aunque el empaque era de lo mas llamativo, el sabo era bueno.

— ¿Quieren un poco? , es el aperitivo que comen los campeones — Dijo soltando una risilla, o al menos eso era lo que decia el empaque colorido, de un samurai con una katana de galleta.

— Si en la ronda pasada pasaste sin problemas, ¡esperemos llegues a las finales! — Dijo emocionado, sonriente. — El torneo sera para Amegakure… — Espeto tajante.

Reika escucho atentamente las palabras de Aiko, de todos modos el que ella no quisiera decir nada no significaba que la Arashikage no lo supiera -Si es inmortal...¿Cual sera su verdadera edad? y de ser mayor ¿Porque aun sigue siendo Gennin? por lo que a mi respecta ya habría pedido solicitud para ingresar a ANBU como mínimo-

Las ideas seguian yendo y viniendo en la cabeza de la kunoichi, sobretodo cuando sentenció "Mi padre vendio su alma a un diablo..." -¿Que es lo que hace consigo misma? no quiere que Hazegawa publique nada pero ella ya hizo publico su propia inmortalidad...- como antes se había dicho, en este momento la cabeza de la chica de cabellos dorados estaba hecho un torbellino de pensamientos con respecto a Aiko, algo era seguro...quería saber mas acerca de ella y todo lo que esconde

La rubia se mantuvo callada por el momento, expectante de lo que los otros iban diciendo, cual reportera observa la noticia para después mostrarla al mundo... salvo que en éste caso no era una niña muerta a orillas de la playa. Fuere como fuere, el chico no dejaba escapar momento para volver a hablar, la pelirroja se había convertido en el circo personal de ambos.

Fue entonces que preguntó en qué estaba cuando le interrumpieron. Al menos había tenido la agudeza de fijarse, aunque tampoco estaba en nada especial para cuando la interrumpieron... —Tan solo meditaba, a mi manera... necesitaba despejarme un poco, la verdad.

Hazegawa tomó entonces una colorida bolsa de aperitivos, patatas quizás, con unos dibujos muy animados de samurais. Sin demora, preguntó a los presentes si querían probar el aperitivo que comen los campeones, con la ironía de que eso era lo que anunciaba la bolsa. No pudo evitar reír con la misma pregunta.

—Claro, probaré un poco. —sin mas, lanzó la espada al aire, y ésta se deshizo en un centenar de papeles.

La chica se acercó un paso hacia el joven, y tomó uno de los aperitivos samurai. Se lo llevó a la boca mientras retomaba un poco de distancia, justo la distancia anterior, y degustó el sabor del altruista aperitivo. Pese a lo que anunciaba la bolsa, el sabor no era algo de otro mundo, estaba bien, pero no era algo asombroso.

—Está bastante bien...

Tampoco quería chafarle las ilusiones al pobre chico. Éste deseó a la pelirroja que llegase a la final del torneo, y tras ello aseguró que el torneo sería para Amegakure. Quizás acertaba, quizás no...

—Eso espero, sería genial que llegase a la final. Esperemos que Ame quede por encima del resto de aldeas, ¿no?

— ¿Están buenos eh? — Dijo metiéndose otra de esas chucherías chatarras en la boca, observando al par aunque ante la silenciosa inactividad de Reika, rápidamente tomo una piedrecilla diminuta de donde estaba sentado, para lanzársela a Reika de forma que le cayera en el hombro al menos para llamar su atención.

— ¿Sigues ahí?... —Espeto con una sonrisilla al ver que la rubia no decía mucho, además de escuchar a la pelirroja, supuso esta le habría ocasionado cierto impacto tras toda aquella conversación de la inmortalidad.

— Para cuando volvamos a Amegakure deberíamos juntarnos más a menudo, en mi vida te había visto…aunque con ese cabello difícil que pases desapercibida — Alego sonriente, después de todo a pesar de que ella fuera inmortal y todo ese rollo, le interesaba la persona que suponía Aiko y no la ninja inmortal.

— ¿Puedes hacer figuritas con papel? Hmm, no recuerdo como se le llama a eso… — Pregunto tratando de explicarlo con las manos, inútilmente puesto que no tenía las palabras correctas para expresarlas.

La rubia continuó escuchando la conversación en silencio, atenta a cada cosa que decían, pero a su vez dando vueltas en su cabeza, la pelirroja se dio cuenta de ello, aunque no le dijo nada al respecto. En silencio Reika tomo uno de los snacks que Hazegawa les había ofrecido.

La kunoichi sintió un ínfimo golpe en el hombro y bajo la mirada para ver que era el objeto que había caído...una piedrecilla en el suele -¿Que tienen con las piedras últimamente?- se dijo al recordar aquel inútil incidente con el tuerto Kagetsuna, Reika le miro de arriba a abajo pero no de forma intimidarte -Si...estoy aquí- respondió, nuevamente, sin ser intimidarte o agresiva

-Si hay tiempo, también me gustaría reunirme, pero estaré haciendo misiones para ponerme al día- agrego la kunoichi a lo dicho por Hazegawa, pero se estaría ocupando bastante con misiones

Tras probar uno de los aperitivos del chico, éste preguntó si estaban buenos, a lo que la chica respondió sin demasiado entusiasmo que estaban bien. Reika también aprovechó la invitación del joven para tomar uno de éstos aperitivos tan singulares, sin decir una palabra de nuevo. Fue entonces que Hazegawa tomó una piedrecita de su vera, y se la lanzó a la rubia al hombro, sin miramientos. La rubia lo miró, y aseguró estar allí, pese a parecer parte del mobiliario de una casa...

Hazegawa inquirió que cuando regresasen a Amegakure debían quedar mas a menudo. Aseguró que jamás la había visto por allí, pese a que su color de pelo realmente sobresaltaba. La chica sonrió mientras le daba unas cuantas vueltas al asunto en su cabeza.

«¿Quedar mas a menudo? ¿y recibir cien interrogatorios todos los días...? va a ser que no...» —Claro, estaría bien.

La rubia por su parte afirmó que estaría bastante ocupada al llegar, poniéndose al día con las misiones. Casi lo decía como si fuese una obligación, como si le costase la misma vida hacerlo...

El chico hizo un inciso sin venir demasiado a cuento, preguntando a la chica de cabellera roja como el fuego si ésta podía crear figuritas de papel. Apenas pudo terminar de explicarse, porque le faltaba una palabra que no encontraba...

—Origami. —le ayudó a encontrar la palabra. —Si, puedo hacer mil cosas con el papel, entre ellas figuras animadas de origami.

»Pero bueno, creo que eso es algo que ya verán en otra ocasión... debo irme, me tengo que centrar en ganar el siguiente combate. Ha sido todo un placer. —se despidió la chica, asegurando que tenía quehaceres. Sin mas, la chica comenzaría a deshacerse en papeles, papeles que poco a poco tomarían la forma de mariposas que danzarían en el viento dirección a su habitación.

Su habitación, el único lugar donde al parecer podía tener un poco de paz.

— ¡Gana por Ame! — Dijo alzando el puño tras observar como Aiko se marchaba echa un montón de papelillos con forma de mariposas, pareciéndole una forma con bastante estilo de esfumarse. — Ojala pudiera hacer algo así…una despedida bastante genial. — Dijo soltando una risotada.

— A pesar de que ha hecho ya una misión contigo, se muy poco de ti Reika-chan, ¿Viniste a ver los combates? O solo a turistear como muchos. — Pregunto sin mirarla, tomo una roquilla y la lanzo hacia la grama del sitio, siguiendo con la mirada la trayectoria de la misma.

La rubia aun en sus pensamientos solo agito la mano en señal de despedida cuando la kunoichi pelirroja se deshizo en papeles y partió de allí volando en forma de cientos de mariposas de origami

— A pesar de que ha hecho ya una misión contigo, se muy poco de ti Reika-chan, ¿Viniste a ver los combates? O solo a turistear como muchos. — Pregunto sin mirarla, tomo una roquilla y la lanzo hacia la grama del sitio, siguiendo con la mirada la trayectoria de la misma.

-¿Una no incluye a la otra?- pregunto la kunoichi -Es decir...¿la gente que vino a ver los combates no vino tambien de turismo al valle?- repregunto al ojiblanco

La charla parecía haber llegado a un punto muerto y, al decir verdad, no le había agradado mucho eso de la piedra...entendía de que no lo había hecho con malas intenciones, como como el tuerto en Amegakure.

-Bueno, también debo irme, debo encontrarme con mi madre para ir a comer- dijo al ojiblanco a modo de despedida -Nos vemos en otra oportunidad Hazegawa-san-

« Realmente me está prestando atención, je… »

— No todo el mundo es amante de los combates, además…el torneo de los dojos es por temporada, cuando no hay torneo…supongo igual hay turistas — Dijo sin perder la mirada de la piedrecilla que había lanzado.

— ¿En dónde te hospedas? — Pregunto sin pensarlo mucho, realmente comenzaba a aburrirse en el sitio tras la partida de la de cabello rojo, — Me costó lo suyo conseguir uno decente y a buen precio. — Soltó una leve risilla, levantándose del sitio palmeándose el trasero para sacudirse el polvo.

todo el mundo es amante de los combates, además…el torneo de los dojos es por temporada, cuando no hay torneo…supongo igual hay turistas

-No has entendido lo que dije...pero en fin - estuvo por decir algo más pero llevó su mano en puño para tapar su bostezo, no hacía mucho tiempo que había llegado al valle y estaba realmente agotada

¿En dónde te hospedas? preguntó el ojiblanco Me costó lo suyo conseguir uno decente y a buen precio

-Pues...No lo recuerdo al nombre del hotel- respondió la kunoichi de cabellos dorados -Pero de precios estoy segura que en todos lados están por las nubes- agregó Reika quien nuevamente se llevaba la mano al rostro para ocultar un nuevo bostezo

Una vez de pie y con el trasero más limpio que hace unos segundos, noto que la rubia había bostezado un par de veces, quizás por cansancio o aburrimiento y el no se quedaba muy atrás, el camino desde el hotel hasta las plataformas era uno medio largo.

— Estoy un poco cansado por el viaje, nos veremos en las gradas para apoyar a Aiko. —Dijo amistosamente mientras divisaba el camino buscando la dirección de regreso, cosa que no le costó mucho en encontrar.

— Cuídate, nos vemos al rato. — Dijo palmeándole el hombro al pasar por su lado, sonriente como siempre,— Hay que hacer mas misiones, jefa — Dijo mientras se alejaba con las manos en los bolsillos.

—Estoy un poco cansado por el viaje, nos veremos en las gradas para apoyar a Aiko.— Dijo amistosamente mientras divisaba el camino buscando la dirección de regreso.

-Al decir verdad, yo también estoy cansada - respondió Reika que se la veía realmente cansada

— Cuídate, nos vemos al rato. — Dijo palmeándole el hombro al pasar por su lado, sonriente como siempre,— Hay que hacer mas misiones, jefa — Dijo mientras se alejaba con las manos en los bolsillos.

-Adiós- Una vez que el Hyuuga se retiró a la kunoichi no le quedaba mucho por hacer y ademas se sentía muy cansada y solo quería volver alos hotel