19/06/2020, 15:26
Takumi se sobresaltó ante la aparición repentina de la kunoichi de cabellos carmesíes, azorada por la carrera que acababa de hacer en unos cortos segundos. Le deseó suerte y él sonrió, haciendo que ella sonriera de vuelta con un pequeño rubor en las mejillas y calor en su pecho.
—¡Muchas gracias! —exclamó—. ¡Si necesitas algo, ya sabes dónde estoy! —y tras un movimiento de mano diestra, volvió a irse a toda prisa.
Y pensó que, aquel Torneo de los Dojos, aunque no satisfactorio para ella en el sentido de combate y demostración, podía resultar ser bueno para formar nuevos lazos con la gente de su alrededor.
—¡Muchas gracias! —exclamó—. ¡Si necesitas algo, ya sabes dónde estoy! —y tras un movimiento de mano diestra, volvió a irse a toda prisa.
Y pensó que, aquel Torneo de los Dojos, aunque no satisfactorio para ella en el sentido de combate y demostración, podía resultar ser bueno para formar nuevos lazos con la gente de su alrededor.